Leticia Semper, una mujer que derriba estereotipos

“¿¡Una mujer carpintera!?” Esta quizá sea la expresión más escuchada por Leticia Semper en los últimos dos años. Dicha así, entre el asombro y la duda, la frase lleva un cuestionamiento implícito que no ha detenido a esta cubana desde que decidió adentrarse en un mundo desconocido.

Bibliotecaria de profesión, el contacto con ese universo llegó por un interés personal para esta matancera radicada en La Habana. La idea surgió en medio de la pandemia de covid-19, cuando realizaban trabajos de carpintería en su casa remodelando algunos muebles, comentó a SEMlac.

Entonces se interesó por descubrir los secretos de la madera, cuál era mejor para los muebles, cuál para otras piezas. Todo lo aprendió del hombre que realizaba estas labores en su vivienda y también buscando información. El ordenamiento monetario, sin embargo, fue el impulso definitivo para explorar nuevos caminos.

Iniciada el primero de enero de 2021, la llamada Tarea Ordenamiento planteó como aspectos esenciales la eliminación gradual de subsidios excesivos, una reforma en los ingresos y la unificación monetaria y del tipo de cambio.

A partir de ahí se abrieron posibilidades para la legalización y creación de nuevos actores económicos, como los Proyectos de Desarrollo Local (PDL) y las Mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas).

Así surgió la carpintería “Esperanza” como PDL, dedicada fundamentalmente a la confección de pallets -soportes o plataformas de tablas para apilar la carga con destino a la industria.

Hasta hoy, el negocio se mantiene como PDL porque Semper considera que todo empresario debe tener una responsabilidad social, fundamentalmente para con su entorno.

“Si no te importa cómo estén tus vecinos o tu casero, no tienes derecho a prosperar”, añade. Esta denominación, además, le da el margen legal para poder asumir la responsabilidad con la comunidad. “Hay quienes le llaman carga social y no lo es”, acota.

En el momento en que nació el proyecto no tenía un local y, después de mucho buscar, aunque Semper vive en el municipio de Boyeros, las puertas se le abrieron finalmente en Plaza de la Revolución, en un espacio propiedad de la dirección municipal de Educación.

La carpintería “Esperanza”
El emprendimiento nació como Proyecto de Desarrollo Local (PDL), un estatus que mantiene porque Leticia Semper considera que todo empresario debe tener una responsabilidad social, fundamentalmente para con su entorno. Foto: SEMlac Cuba

Estar en ese lugar permitió crear una relación de mutuo beneficio, pues el PDL ocupa el local para sus funciones, pero la escuela que radica en la planta alta se beneficia con el mantenimiento de su mobiliario.

El policlínico, el círculo infantil y otros sitios del entorno cercano igualmente tienen la huella de la carpintería.

“Como dice nuestro lema, estamos al servicio de la comunidad. No es un eslogan, es una realidad. Ya casi tenemos que poner a una persona de forma permanente para que atienda la puerta, porque vienen los vecinos con unas tablillas de ventana, las barandas de una cuna, a picar un pedacito de madera. Prácticamente tuvimos que dedicar un carpintero a atender esas demandas diarias”, explica.

Una pizarra en la entrada de la carpintería es evidencia de esas tareas que cotidianamente asume, pero antes de llegar a ser tan solicitada en el barrio, Semper casi renuncia.

“Estuve al desistir cuando me vi sin madera para comenzar a trabajar, mientras todas las personas que contactaba me cerraban el paso”, cuenta.

La ayuda provino, otra vez, de las estructuras gubernamentales dedicadas a la atención a los PDL en el municipio habanero donde hoy radica la carpintería. Estas propiciaron las gestiones con el Ministerio de la Agricultura y se logró destrabar un primer cargamento de madera ubicado en Yateras, Guantánamo, a más de 900 kilómetros de la capital cubana.

Era materia prima de excelente calidad, pero estaba al otro lado del país y se convirtió en una odisea traerla hasta la capital. Fueron tres meses de lucha para conseguir su objetivo, porque nadie le prestaba el servicio de traslado, hasta que finalmente lo consiguió.

Lo increíble de esta anécdota, señala Leticia Semper, es que ese producto, a pesar de ser de gran calidad, permanecía sin comprador y los trabajadores, por tanto, no podían cobrar. No están creados los mecanismos para su traslado, aunque a diario se mueven cargas entre la capital y la provincia más oriental de la isla, y muchas veces esos vehículos regresan vacíos, asegura la emprendedora.

La carpintería “Esperanza”
La carpintería “Esperanza” se dedica fundamentalmente a la confección de pallets para la industria. Foto: SEMlac Cuba

Por encima de los obstáculos

Superar obstáculos se ha convertido en divisa diaria para esta mujer, que muy pronto entendió que el proyecto debía evolucionar y convertirse en una pequeña empresa. “Lo hicimos buscando la personalidad jurídica que nos permitiera establecer los contratos que necesitamos”, apuntó.

“Como PDL nadie de la Empresa Forestal nos vendía la madera, no nos veían como un negocio, sino como un trabajador por cuenta propia”, subrayó y agregó que los mecanismos existentes obligan a tener la dualidad PDL y Mipyme, especialmente si trabajas con el deseo de asumir un papel relevante para la comunidad.

En esa decisión también incidió la posibilidad de acceder a la moneda libremente convertible (MLC), que como PDL no pueden ingresar y, sin embargo, resulta indispensable para obtener equipamiento, insumos y materias primas.

Semper expone como ejemplo que actualmente tienen un contrato con una empresa en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, para la confección de 3.000 pallets mensuales, pero esa entidad no paga en moneda nacional (CUP).

El proyecto la tiene entusiasmada, pero le exige reorganizar todo el trabajo, para que nada falle. Además, será preciso contratar a otras personas, pues no es suficiente con las seis que actualmente tiene vinculadas a la empresa, otras cinco que trabajan con el PDL y los dos estudiantes de la escuela de oficios “Tania la Guerrillera” que realizan sus prácticas laborales allí.

“Tendremos que contratar al menos a 24 personas -12 dúos- para poder avanzar en el trabajo y hacer 200 pallets por día”, detalla y precisa que cuando entra la madera, la producción se paraliza, pues deben dedicarse a descargarla y organizarla, de manera que resulta un gran desafío.

En la carpintería “Esperanza”, Leticia Semper encuentra un espacio de realización personal
En la carpintería “Esperanza”, Leticia Semper encuentra un espacio de realización personal, pese a los obstáculos que supone emprender en un contexto socioeconómico complejo y hacerlo en un oficio tradicionalmente masculino. Foto: SEMlac Cuba

Al hablar del tema le brillan los ojos. Leticia Semper se muestra ante SEMlac como una persona que enfrenta los retos con una sonrisa. Así ha sido también la manera en la que ha lidiado con quienes la subvaloran por ser mujer, en un medio tradicionalmente masculino.

“Trabajar con hombres ha sido muy difícil, agravado a veces porque quienes laboran en la carpintería no siempre tienen el mejor nivel cultural. Pero el caso de los proveedores ha sido el más complejo, porque no te dan crédito y constantemente cuestionan qué hace una mujer en una carpintería”, explica.

“Con los clientes es más sencillo, pero incluso cuando se ha complicado, nunca he mandado a nadie a negociar por mí. El día que mande a negociar por mí a un hombre, me retiro”, asegura.

Semper considera que una de las maneras más comunes en que han tratado de disminuirla es cuestionar sus conocimientos sobre el mundo en que se desenvuelve.

“En una ocasión, un cliente quería los pallets de cierta forma y le demostré que para la finalidad que los necesitaba –soportar cargas y ser trasladados–, requerían mayor cantidad de madera. Le dije, vamos a la carpintería y se lo enseñé; al final tuvo que darme la razón”, narra.

“He tenido que aprender de maderas, de pallets, de su diseño y características, de acuerdo con las funciones para las que serán empleados, porque no es lo mismo uno de carga que uno de transformadores”, amplía Semper.

Pero la labor de convencimiento tuvo que comenzar por casa. Sus tres hijas no entendían por qué dedicarse a la carpintería y le decían frases al estilo de: “¿qué sabes de eso?” o “es una locura meterse ahí”.

Tal vez por ello, cuando se le pregunta por un consejo para otras emprendedoras, dice sin dudar: “No dejen que nadie las desanime, que nadie les diga lo que tienen que hacer; láncense sin miedo a lo que sea. Problemas siempre habrá miles, la cuestión es no dejarse vencer por ellos y buscar alternativas”.

Semper concede gran importancia a los aprendizajes antes de emprender, a prepararse para negociar o llevar las dinámicas económicas en un escenario nacional adverso, marcado por la carencia de recursos.

Esta emprendedora valora altamente los encuentros y conversaciones con otros emprendedores, pues en lo personal le han ayudado a crecer, establecer conexiones con otras entidades y aprender.

En la Primera Feria de Desarrollo Local Habana 2022, realizada en ExpoCuba en marzo de ese año y dedicada a los nuevos actores económicos, la carpintería “Esperanza” avanzó más en materia de negocios que en dos años completos de trabajo, asegura.

Actualmente el proyecto está inmerso en crear una planta de certificación para los pallets, con destino a la exportación, algo que solo se realiza hoy en Jagüey Grande, en el centro del país, y en Granma, en el oriente.

Con una planta de beneficio para la madera ya en funcionamiento, Semper pensó en ampliar su línea de trabajo con el montaje de otra para el beneficio y la certificación de las frutas y vegetales de exportación.

Ello resultaría ventajoso, pues la idea es que los productores agrícolas le entreguen los productos, “Esperanza” se encargue de la decantación y escogida de la fruta con calidad y ahí mismo las pondrían en los pallets para enviarlas a los países con contrato.

Ese es el nuevo sueño que anima a esta emprendedora. Ella sueña con que quienes necesiten pallets no dejen de pensar en la carpintería como su proveedora. Es un reto difícil, pero quisiera estar como primera opción también cuando otros piensen en el mercado de muebles y de la madera en general.

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