Proyecto busca motivar a mujeres jóvenes por las ciencias

La Habana, octubre, (SEMlac). – Conscientes de la importancia de visibilizar los aportes y las historias de las mujeres en un terreno donde históricamente han sido menos representadas, el proyecto “Chicas en la Ciencia” se ha convertido en una plataforma para promover la participación femenina en las diferentes disciplinas científicas.

Esta iniciativa, resultado de la colaboración entre la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y la revista Juventud Técnica, busca inspirar a niñas y jóvenes a estudiar carreras de las ciencias a través de las historias de mujeres que han elegido ese camino en su vida profesional.

Su objetivo principal es fomentar el interés en las ciencias y la tecnología, alentando a más mujeres a sumarse a estas carreras y aprovechar las oportunidades que ofrecen.

Durante la presentación del proyecto en La Habana, el pasado 5 de octubre, la periodista Iramis Alonso, directora de Juventud Técnica, dijo que apuesta por cambiar la narrativa, al resaltar los logros o la trayectoria de ellas.

“A veces hablamos de personalidades de la ciencia cubana y casi nunca se menciona a las mujeres, pero eso ya ha cambiado. Afortunadamente, y con toda razón, ellas están ocupando su lugar en el ámbito científico, si bien son muchas las brechas que todavía tienen que salvar”, consideró Alonso.

Proyecto Chicas en la ciencia
“Chicas en la Ciencia” evidencia que aún persisten diversas barreras que limitan el desarrollo y la participación femenina. Foto: SEMlac Cuba

Este proyecto surgió como una iniciativa escolar  y ha logrado expandirse más allá de las entrevistas y videos, incluyendo podcasts en la plataforma iVOOX de Juventud Técnica y una red social en Instagram, donde se comparten curiosidades científicas y se promueven historias de mujeres cubanas en diversos ámbitos, explicó Sheryl Márquez, una de sus impulsoras y estudiante de tercer año de Periodismo.

“Queremos mostrarles a las más jóvenes que la ciencia es apasionante y que pueden lograr grandes cosas en ese ámbito”, sostuvo Márquez.

Nuestra revista acogió la iniciativa con entusiasmo, pues se esfuerza por derribar estereotipos y demostrar que cualquier persona, independientemente de su género, puede incursionar en cualquier campo científico, refirió Alonso.

Proyecto Chicas en la ciencia
Estudiantes de secundaria básica pudieron conocer del proyecto e intercambiar con sus creadoras y varias entrevistadas durante su presentación en La Habana. Foto: SEMlac Cuba

Romper estereotipos e inspirar a las más jóvenes

Para Suilán Estévez Valverde, profesora e investigadora de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, y una de las científicas entrevistadas por el proyecto, asegura que aunque ha habido avances en la participación de las mujeres en las ciencias de la computación, aún hay camino que recorrer.

Graduada en 2013, especializada en el campo de la inteligencia artificial y la robótica y con un doctorado reciente, Estévez opina que no hay suficientes mujeres estudiando ciencias de la computación en Cuba hoy.

“Particularmente en la inteligencia artificial, las mujeres representan en el mundo solo 39 por ciento de los profesionales en este campo, que es uno de los más exitosos en la actualidad en términos de publicaciones e investigación”, dijo.

De manera similar ocurre en la Física, disciplina donde es evidente la poca presencia de mujeres, dijo Bárbara Pérez, graduada en este campo de las ciencias y profesora de la Universidad de La Habana.

Mujeres científicas proyecto Chicas en la ciencia
Para Bárbara Pérez, graduada de Física y profesora de la Universidad de La Habana, la presencia de pocos estudiantes en esta carrera, especialmente mujeres, se debe a prejuicios y estereotipos. Foto: SEMlac Cuba

“Hay pocos estudiantes de Física, especialmente mujeres, y creo que se debe a prejuicios y estereotipos. En mi año de graduación fui la única mujer en Física y, si bien dentro de la carrera nunca me sentí discriminada, quiero enfatizar que esta facultad no es sólo para hombres. Debe cambiar esta percepción”, señaló.

A su juicio, “desde que somos pequeños, se nos enseña que los juguetes de lógica y mecánica son para los hombres, mientras que las niñas se ven impulsadas hacia juegos más ‘femeninos’. Esto influye en la elección de carreras y en las ciencias en general”, sostuvo.

Marianniz Díaz Hernández es licenciada en Química y Claudia Aracelis Plasencia en Bioquímica y Biología molecular. Ambas son investigadoras del Centro de Inmunología Molecular y coinciden en que en su área es mayor la participación femenina. Sin embargo, aseguran que falta visibilizar todavía todo lo que las mujeres logran desde los laboratorios.

“Saber que mis investigaciones podrían tener impacto en los pacientes cubanos con cáncer es una gran motivación para mí”, refiere Plasencia, quien dijo decidirse por la biología debido a su interés en hacer un bien a la sociedad.

Proyecto Chicas en la ciencia
Para Marianniz Díaz Hernández, licenciada en Química, y Claudia Aracelis Plasencia, en Bioquímica y Biología molecular, falta visibilizar aún todo lo que las mujeres logran desde los laboratorios. Foto: SEMlac Cuba

La joven destacó, además, el rol decisivo de muchas científicas en la etapa de pandemia de covid-19, en el diseño y producción de vacunas contra el virus, un trabajo en el que tanto ella como Díaz Hernández estuvieron involucradas. Si bien reconocen que es un esfuerzo aplaudido, alegan que igualmente supuso para ellas una sobrecarga y un esfuerzo para conciliar la vida laboral y familiar.

En opinión de Díaz Hernández, “saber que se está contribuyendo a salvar vidas, aun en pequeña medida, no es algo que sólo los médicos pueden hacer, sino también quienes eligieron Química, Bioquímica, Biología y Matemáticas”,  dijo.

“Chicas en la Ciencia” evidencia que aún persisten diversas barreras que limitan el desarrollo y la participación femenina, que obstaculizan su progreso profesional.

estudiantes de secundaria básica
Para sus creadoras, uno de los principales objetivos del proyecto es poder mostrarles a las más jóvenes que la ciencia es apasionante y que pueden realizarse en ese ámbito. Foto: SEMlac Cuba

Para Suilán Estévez, desde temprana edad, las niñas suelen recibir mensajes sutiles o directos que limitan su interés y confianza en las disciplinas científicas. Además, se les insta a priorizar las responsabilidades familiares sobre sus carreras, lo que perpetua la idea de que el trabajo científico es incompatible, por ejemplo, con la maternidad. Estos estereotipos socavan la autoestima y la motivación de las mujeres, generan una falta de representación y un desequilibrio de género en el ámbito científico, consideró.

Bárbara Pérez mencionó la carga desproporcionada de las tareas domésticas y el cuidado familiar que recae sobre las mujeres. “Ello limita el tiempo y la dedicación que pueden invertir en sus carreras científicas y crea un desequilibrio en el avance profesional de las mujeres”, opinó.

“Las mujeres no debemos permitir que los demás decidan por nosotras. La pregunta es: ¿Qué nos gustaría hacer? ¿Qué nos gustaría crear? Aunque sea difícil, si tienen claro lo que quieren, no se rindan”, recomendó Estévez.

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