La Habana, octubre (SEMlac).– ¿Es posible promover la lectura y la obra de escritores noveles en la era digital? Un grupo de jóvenes cubanas cree que sí y con un discurso fresco apuestan por las redes sociales y el intercambio de conocimientos.
BooKKuba agrupa a un equipo de jóvenes que fomentan la lectura de autores nacionales jóvenes mediante sus perfiles en redes sociales, principalmente en Instagram. Buscan “crear una comunidad donde los escritores converjan con el resto de actores del mundo del libro (libreros, editores, bookfluencers, etc.), que genere nexos y colaboraciones”, declaran en sus redes sociales.
Desde su creación en 2023, la iniciativa ha promovido talleres, conversatorios, concursos y encuentros para jóvenes sobre literatura, escritura y narratología. En sus actividades han establecido alianzas con profesionales de la escritura, egresados del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, además de organizaciones e instituciones cubanas como el Centro Loyola, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y el Centro A+ Espacios Adolescentes.
En redes sociales, BooKKuba acoge y cubaniza el discurso de los bookstagrammers y booktubers, un fenómeno que, según varias fuentes, está revolucionando la manera en que se comparte y promociona la literatura en las redes sociales.
Sobre la propuesta de BooKKuba y el impacto de las redes sociales en el mundo literario, desde una visión juvenil, SEMlac Cuba conversó con Dahomy Darroman Sánchez, licenciada en Periodismo por la Universidad de La Habana y creadora de este proyecto.
¿Qué significa ser booktubers y/o bookstagramers?
Se refiere a las personas que publican contenido relacionado con la literatura, en YouTube y en Instagram, respectivamente. También están los booktokers, que hacen lo mismo en TikTok, y en general se les llama bookfluencers, ya que su campo de acción se extiende a acciones relativas a los libros: reseñar, promover, proveer información y actualizaciones sobre adaptaciones cinematográficas, entre otras.
En sus redes sociales se nota una intención clara de llegar al público joven ¿Cuáles son las fortalezas y desafíos para lograrlo?
Definitivamente, nuestro objetivo es apelar y ayudar a esa comunidad joven de escritores y lectores. Los desafíos están en el orden de la retención, pues este sector etario es muy dinámico y requiere de dinamismo y constante reinvención para mantenerlo interesado y complacido.
La ventaja es que es un público ávido de nuevos conocimientos, de expandir sus horizontes y experiencias; por ello la simiente de la literatura germina en ellos con mayor rapidez y fuerza. Además, es una comunidad que está dispuesta a movilizarse y apoyarte, mientras tú logres comprenderles y darles lo que necesitan.
¿Cómo surge BooKKuba? ¿Quiénes lideran la iniciativa?
Bookkuba surge en febrero de 2023, como respuesta a una necesidad personal. Creé el proyecto porque, como escritora, experimenté cuán solitario es el oficio de escribir y también el hobby de leer. Si yo sentía la necesidad de compartir mis opiniones y despejar mis dudas, imaginé que no podía ser la única que necesitaba formación, conexión con otros y promoción para mis textos.
Somos un grupo de jóvenes con financiamiento propio e independientes, que queremos renovar la literatura de y para los cubanos, bajo el eslogan “Ideas que hacen historia(s)” y el apodo “el Fénix de la literatura cubana”.
No es secreto que las escritoras y los escritores noveles en Cuba carecen de oportunidades de publicación, tanto en el país como en el extranjero, y me pareció lógico unirnos para intercambiar recursos, conocimientos y buscar alternativas y oportunidades para todos.
Bookkuba es una comunidad literaria que aúna a actores del gremio literario: escritores, lectores, editores ilustradores, bookfluencers. Pretendo que este proyecto se solidifique como un espacio de socialización, un vehículo para el aprendizaje y una plataforma de promoción.
¿Cómo aprovechar el boom digital para la promoción de la literatura? ¿Qué recursos y beneficios encuentran hoy en esos escenarios?
Instagram es nuestra plataforma estrella, se ha convertido en nuestra bandera porque es ahí donde radica, mayormente, el público que nos interesa. Nos permite llegar a ellos de manera inmediata, directa y eficaz. Pero también tenemos presencia en Facebook, Telegram, WhatsApp, entre otras.
Este boom digital puede y debe ser aprovechado para la promoción literaria y nosotros lo logramos mediante nuestro contenido. Nos permite aportar técnicas y herramientas de escritura, divertir, mostrar nuestro trabajo diario y, en esencia, ratificarnos como un espacio de socialización atractivo.
Entre los tips esenciales, se incluye dejar claro desde la biografía, el logo, la descripción —es decir, el branding y la identidad—, cuál es el valor que le puedes aportar a los usuarios. Mostrar dicho valor en cada contenido que se comparta y hacerlo de una manera atractiva, dinámica, interesante; que muestre quién eres tú o tu proyecto, y así atraer a tu audiencia ideal.
Además, es imprescindible ser constante, aunque a veces parezca que los algoritmos están en nuestra contra. Estar al tanto de las tendencias en el gremio y adaptarlas al contenido propio, en este caso a los libros. En resumen, darle a tu audiencia lo que desea es la forma más expedita para que confíen en ti y, luego, puedas ayudarlos a expandir su diapasón de gustos literarios.
¿Cómo crees que el mundo del emprendimiento puede contribuir al fomento de la literatura, tanto de la lectura como de la escritura?
Creo que los emprendedores cuyo negocio no esté relacionado específicamente con los libros pueden considerar asociarse a proyectos e iniciativas que sí lo estén. Esto tiene un vínculo orgánico con la responsabilidad social que debe tener cada negocio; patrocinar actividades relacionadas con la literatura es un buen comienzo. De estas colaboraciones suelen surgir otras, que pueden ser concursos, talleres comunitarios y otras variantes.