Primer Encuentro Nacional de Trans Masculinos en Cuba: un hito de empoderamiento y derechos

El primer Encuentro Nacional de Trans Masculinos de Cuba puede marcar un antes y un después en la historia del activismo LGBTIQ+ en el país. Nos encontramos en la ciudad de Santa Clara, del 5 al 8 de diciembre de 2024, en un evento que organizamos desde el equipo de trabajo del Grupo Trans Masculinos de Cuba (GTMC), con el apoyo de Diakonía y otros colectivos afines.

El objetivo del encuentro fue fortalecer la comunidad trans masculina y consolidar estrategias para la lucha por nuestros derechos. Fue una experiencia transformadora.

Desde su inicio, el evento estuvo colmado de emotividad y conexión. Participaron personas trans masculinas provenientes de La Habana, Villa Clara, Cienfuegos, Camagüey, Santiago de Cuba y Granma; algunas acompañadas de sus parejas.

Mediante dinámicas de familiarización, se compartieron pronombres, expectativas y hasta los sacrificios hechos para asistir al encuentro. Realizamos un ejercicio colectivo en el cual los asistentes exploraron sus similitudes y diferencias, abordaron aspectos como la situación de discapacidad o no, los cuidados, las respectivas zonas de residencia, el empleo, las creencias religiosas, si contamos con apoyo familiar y la racialidad. Estas actividades nos permitieron construir un espacio seguro y ayudaron a delinear las normas de convivencia durante el evento.

La salud trans masculina: un eje central

Uno de los puntos álgidos del encuentro fue la sesión dedicada a la salud trans masculina. Con la participación de Ernesto Iglesias Serrano, presidente de la Cátedra de Sexualidad de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, se abordaron los servicios de salud especializados para personas trans, sus avances, desafíos y metas futuras.

Compartimos un folleto especialmente diseñado por el GTMC, que incluye información valiosa sobre terapia hormonal, cirugías de afirmación de género, cuidado de la salud mental, tabúes en la sexualidad de los hombres trans y otros temas de interés. Una mesa de exposición complementó esta sección e incluyó artículos como binders, testosterona, minoxidil, copas menstruales y otros recursos médicos y de cuidado personal.

Esta guía recopila información central y respuestas a las dudas más recurrentes que tiene la comunidad trans masculina sobre su salud, sexualidad y proceso de transición. No solo aborda lo relacionado con la terapia hormonal y las cirugías de género, también explica cómo hacer un uso adecuado de varios artículos para la modificación corporal, a la vez que desmiente tabúes y estigmas relacionados con nuestro bienestar sexual.

En sus páginas no pudo faltar un apartado dedicado a la salud mental y la importancia del acompañamiento psicológico (muchas veces subvalorado). Tampoco dejamos fuera información de contacto para acceder a los servicios médicos integrales. Añadimos consejos para dar los primeros pasos y explicamos formas en que desde el GTMC podemos apoyar; pues a menudo las personas trans ni saben qué decir cuando quieren acceder a esos servicios o no tienen recursos para moverse a la provincia donde los brindan. 

Para su confección no solo se tomó en cuenta la información científica disponible en internet, sino también los saberes vivenciales que nos han aportado las personas trans. Nunca antes habíamos tenido en nuestras manos un material informativo tan completo y contextualizado. Cada página cuenta con códigos QR que redirigen a un repositorio donde se puede profundizar mediante información más detallada.

Las redes de apoyo pueden transformar nuestras vidas

Los asistentes compartieron experiencias sobre sus procesos de transición y discutieron la importancia de contar con redes de apoyo comunitarias para enfrentar barreras estructurales.

Uno de los elementos coincidentes entre varios de los participantes en el encuentro fue que, a partir del apoyo y orientación recibidos por otras personas trans o de la comunidad LGTBIQ+, empezaron a ponerle nombre a sus conflictos internos, se atrevieron a hablar en sus hogares y círculos sociales sobre su identidad de género, además de tomar decisiones con respecto a la transición.

En el diálogo entre pares se refuerza la confianza, la empatía, la solidaridad.  Las redes de apoyo sirven como espacios de información y reflexión clave, que a su vez viabilizan el acceso a esos servicios y recursos que existen, pero que muchas personas trans desconocen, y que son útiles para empoderarse y mejorar su relación cuerpo-mente-espíritu-sociedad.

Gracias a las conexiones que hemos establecido en el Grupo Trans Masculinos de Cuba, por ejemplo, muchos chicos trans hoy están vinculados a los servicios médicos que brinda el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex); han iniciado su terapia hormonal; reciben acompañamiento psicológico; cuentan con binders; han podido cambiar sus nombres legalmente; han asumido abiertamente su identidad de género; han superado complejos y barreras que venían arrastrando desde hace años.

Escuchar y ser testigos de esas historias es poner en valor el fruto de nuestro trabajo y comprender que cada palabra, cada gesto, cada conversación, por mínima que parezca, puede transformar una vida. 

Debates y construcción desde el feminismo

El activismo por el que apuesta el GTMC está estrechamente conectado con el enfoque de género y la equidad social, en sinergia con las luchas feministas; puesto que las vulneraciones de derechos, violencias y discriminaciones que enfrentan las personas trans parten de las desigualdades y estigmas engendrados por el machismo, el patriarcado, el androcentrismo colonialista y la cisheteronormatividad.

Desde las transmasculinidades toca fomentar una postura ética que nos conecte con la construcción de una cultura definidamente más justa y emancipada de todo tipo de opresiones. De ahí que nuestra transición deba superar el aspecto meramente físico y convertirse en un proceso liberador que nos haga ganar conciencia política, para oponernos a la reproducción de esas relaciones de poder/dominación que nos atraviesan.

Por ello el cinedebate fue uno de los momentos más intensos del encuentro y sirvió para conectar con estas apuestas desde varias propuestas audiovisuales.

A partir de los materiales Jíbaro (Cuba, 2024), The Mask You Live In (EE.UU., 2016), Every Body (EEUU, 2023) y Multiverse Trans Negrx (Puerto Rico, 2022), discutimos sobre cómo las experiencias trans están atravesadas por múltiples formas de opresión. Las intervenciones destacadas de activistas como Afibola Sifunola y Laritza Pérez impulsaron intercambios sobre racialidad, interseccionalidad y el rol del feminismo en el activismo trans.

Encuentro Nacional de Trans Masculinos en Cuba
Desde las transmasculinidades toca fomentar una postura ética que nos conecte con la construcción de una cultura definidamente más justa y emancipada de todo tipo de opresiones. Foto: Cortesía de la coordinación del Grupo Trans Masculinos de Cuba

Asimismo, la psicóloga y presidenta de la Cátedra de Género y Desarrollo Humano de la Universidad Central de Las Villas, Rosa María Barrios Junco, lideró un taller sobre género desde una perspectiva feminista que cuestionó los constructos tradicionales y propuso alternativas inclusivas.

Ejercicios como «El hombre y la mujer ideal», incluido en la metodología Masculinidades Liberadoras (propuesta desarrollada por el Centro Félix Varela con participación activa de integrantes del GTMC), revelaron cuánto queda por hacer para desmontar los esquemas sexistas en torno a las masculinidades y las feminidades, objetivos en los que la comunidad trans tiene un rol disruptivo y transformador.

Este taller ayudó a apropiarse de nociones básicas (logrando nivelar conocimientos a lo interno del colectivo) para confrontar las opiniones y actitudes machistas del entorno, así como para construir una identidad masculina o no binaria desde una perspectiva más amplia, crítica y alternativa a la que han inculcado las lógicas patriarcales. 

Alianzas estratégicas e intercambios

El evento también fue una oportunidad para fortalecer vínculos con otros colectivos afines como Afrodiverso, Comuna Hereje y Freya Somos Todas. Estas alianzas resaltaron la importancia de trabajar desde un enfoque interseccional y feminista, con especial énfasis en la cuestión racial. 

El intercambio con proyectos como Afrodiverso destacó la solidaridad como eje de la acción colectiva, mientras que Comuna Hereje contribuyó con material literario que posicionó las luchas LGBTIQ+ en un marco histórico y cultural más amplio, visibilizando las experiencias de las “mujeres butch”. Por último, la intervención de Freya Somos Todas aportó ejercicios que sirvieron para reflexionar sobre la importancia de la empatía y para reconocer el carácter cíclico y bidireccional de la violencia.

Durante el cierre del encuentro también pusimos el foco en torno a la necesidad de fortalecer la cultura jurídica del colectivo trans masculino, un tema abordado por Rachel Fraga Corcho, licenciada en Derecho.

Los participantes discutieron las irregularidades en los procesos registrales de cambio de nombre y los conflictos laborales, pese a la existencia de normativas recientemente aprobadas en Cuba, como el Decreto 96/2023 sobre la actuación ante situaciones de discriminación, violencia y acoso en el ámbito laboral y el Código de las Familias.

Entre las metas futuras, nos propusimos la creación de un manual de derechos con contenido práctico que facilite el empoderamiento de la comunidad. Además, instamos a participar de forma activa en la discusión popular de próximas políticas públicas y leyes como la Ley de Educación y la Ley de Registro Civil. El fortalecimiento organizacional y la redistribución equitativa de responsabilidades también se posicionaron como objetivos para seguir consolidando el trabajo del GTMC.

Con una participación diversa de 23 personas, este primer encuentro nacional destacó como un espacio transformador que no solo fortaleció las redes de apoyo internas, sino que sentó las bases para un activismo trans interseccional y crítico, imprescindible en el contexto cubano actual.

Considero fundamental la realización de intercambios presenciales, íntimos y familiares, pero también de carácter público, para ampliar nuestra red de apoyo y visibilizar nuestro colectivo, nuestras demandas sociales, el sentido de nuestro activismo.

Lograr un encuentro anual de carácter interprovincial sería un gran logro estratégico, ya que estos espacios nos ofrecen la oportunidad de fomentar la cohesión entre integrantes de diferentes provincias, nivelar conocimientos, identificar problemáticas, alinear enfoques de trabajo, construir una agenda realmente participativa y retroalimentar aprendizajes, entre otras.

Más allá de la cuestión estratégica, el crecimiento personal que se establece en espacios presenciales es invaluable, sobre todo porque con ellos se erosionan esas miles de dudas y sensaciones de vergüenza, incomprensión, soledad, que tanto nos afligen y limitan en el desarrollo de una vida plena.

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