Adolescentes en el camino de las ciencias

La Habana, febrero (SEMlac).- Las cubanas representan el 53 por ciento de quienes trabajan en el sector científico técnico del país. Para sostener y ampliar esa presencia, es preciso que más niñas y adolescentes puedan desarrollar sus habilidades.

María Claudia Estrada y Liliana Huerta Rivas quieren estudiar la licenciatura en Física; la primera está decidida por la Astrofísica, una ciencia poco conocida en el país. Por su parte, Daniela Rodríguez Companioni siente que la programación es su lenguaje natural; con 16 años ya ha ganado premios nacionales e internacionales.

Las tres muchachas fueron invitadas al taller Todas hacemos ciencia, dedicado al Día internacional de la Mujer y la Niña en las Ciencias y que tuvo lugar el pasado 11 de febrero. Organizado por especialistas del Instituto de Cibernética, Matemática y Física (ICIMAF), el encuentro reunió a biólogas, geólogas, físicas, matemáticas, lingüistas, informáticas y estudiantes de preuniversitario residentes en la capital.

“En la programación comencé a los 12 años, en plena pandemia de covid-19. En ese tiempo participé en los talleres de verano de Rutas y Andares, que se realizaron vía WhatsApp”, cuenta Rodríguez Companioni a SEMlac.

Siempre con el apoyo de su mamá, principal responsable de que participara en “un sinfín de talleres”, ella ha podido asistir a los cursos de verano que ofrecen instituciones y proyectos de la Oficina del Historiador de la Ciudad, como Rutas y Andares, El Planetario de La Habana y el Centro A+ Adolescentes, todos ubicados en el municipio Habana Vieja.

Taller mujeres y niñas en la ciencia
El taller Todas hacemos ciencia, dedicado al Día internacional de la Mujer y la Niña en las Ciencias, reunió a biólogas, geólogas, físicas, matemáticas, lingüistas, informáticas y estudiantes de preuniversitario en la sede del Instituto de Cibernética, Matemática y Física (ICIMAF). Foto: SEMlac Cuba

Taimí García Marichal, directora de El Planetario de La Habana, reconoce que si bien en los últimos años ha aumentado la participación de niñas y adolescentes en los talleres que organiza la institución, su presencia sigue siendo minoritaria.

El centro científico y cultural convoca anualmente a talleres de verano y mantiene colaboraciones con escuelas y centros docentes sobre Biología, Matemáticas, Geografía, Astronomía y Robótica, entre otras materias.

“Apostamos por una manera diferente de aprender, experimentando y jugando, desde sus experiencias, en equipo y de una manera divertida”, detalla García Marichal.

Desde ese espíritu creativo y lúdico ha aprendido Rodríguez Companioni; su curiosidad e interés la han llevado a utilizar la tecnología e internet a su favor.

“Crear algo desde cero me encanta. Aprendí con las profesoras, a partir de un sistema de programación llamado Scratch, que es para niños, con el uso de bloques. Gané mi primer premio por un proyecto con ese y otros programas como Photoshop y modelaje en 3D. Ahora investigo por mi cuenta y me apoyo en tutoriales que encuentro en internet”, refiere.

La joven fue una de las ganadoras del certamen internacional Global Game Jam en 2023, considerado la simultánea de desarrollo de videojuegos más grande del mundo, en la cual los equipos deben crear un prototipo funcional en 48 horas.

Otra de las jóvenes que ha cosechado resultados, luego de asistir a un taller en El Planetario, es María Claudia Estrada. Fue seleccionada para competir en la Open World Astronomy Olimpiad 2023, un concurso de conocimientos de Astronomía y Astrofísica para juventudes. Cuba participó por primera vez con un equipo de seis estudiantes de preuniversitario.  

Mujeres y niñas en la ciencia
Con tan solo 16 años, María Claudia Estrada fue una de las integrantes del equipo de Cuba que participó por primera vez en la Open World Astronomy Olimpiad 2023, un concurso de conocimientos de Astronomía y Astrofísica para juventudes. Foto: SEMlac Cuba

“Excepto una integrante, todos cogimos premios y menciones. Fui mención honorífica, con otra muchacha. Fue como una señal para saber que voy por el buen camino, que se me da bien este campo y eso me pone muy feliz”, comenta Estrada, quien sí vivió la sorpresa inicial y la resistencia de su familia cuando dijo que estudiaría Astrofísica.

“Mi abuelo quería que yo fuera fiscal; mi mamá, que estudiara Relaciones Internacionales. Cuando yo dije Astrofísica, ella me dijo que no, que es una carrera muy abstracta y que cómo me iba mantener, porque también influye mucho la parte económica. No me di por vencida. Al final es lo que me gusta y se me da bien”, afirma.

Acceso a espacios informales de formación con alto componente lúdico, apoyo o resistencia de la familia e interés personal son rutas comunes en estas jóvenes. La educación curricular también tiene un rol importante y plantea no pocos desafíos.

“Faltan profesores, hay que esforzarse mucho y a veces es difícil entender algunos temas.  Pero si estudias y te sigues esforzando, lo puedes lograr perfectamente”, dice Liliana Huerta Rivas, de 16 años.

Ante la falta de recursos, de laboratorios y el bajo interés del estudiantado, la profesora de Física Niovis María Soto Serrano ha demostrado que la curiosidad y la motivación pueden dar resultados.

“Son indiscutibles las dificultades que existen con el personal docente para enfrentar la disciplina en la enseñanza de secundaria básica. En mi caso, poco a poco he ido desarrollando actividades con mis estudiantes”, explica.

La investigadora titular de ICIMAF Elizabeth Rodríguez opina, en la educación preescolar, los juegos de roles y el disfrute de los juguetes son sumamente sexistas.

En cambio, cree que desde la educación formal también se puede estimular a las estudiantes, a partir del reconocimiento de las mujeres científicas.

“En Física teórica usamos mucho el teorema de Emmy Noether; sin embargo, al conocerse solo por su apellido y persistir el patriarcado, las personas asumen que es un hombre y no una matemática de trabajo muy relevante”, reflexiona Rodríguez.

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