Midialis Durán: Creatividad, la magia de una empresaria

Para Midialis Durán Rodríguez, cubana, empresaria y nacida en el extremo más oriental de la isla, la clave para lograr éxito en cualquier emprendimiento está en buscar salidas y «no creer nunca que los caminos se han cerrado».
«En mi familia aprendí que siempre había que buscar maneras de salir adelante. La mejor ayuda es la que una misma puede darse; no se consigue nada esperando que otras personas vengan a solucionar los problemas», aseveró a SEMlac.
Directora desde 2005 de la Unidad Empresarial de Base (UEB), de las Industrias Locales de Baracoa, en la provincia de Guantánamo, a más de 900 kilómetros al este de La Habana, Durán tiene experiencias múltiples que respaldan esa certeza.


«Uno de los problemas que más hemos tenido en la empresa es la falta de materias primas. Nunca se me olvida, en mis primeros años de trabajo, que una vez llegó un camión de cactus y uno de salvia, y no quedaba otro remedio que hacer algo con eso. Lo único que teníamos, además, era detergente y tanques de líquidos limpiadores», rememoró la empresaria.
«Bueno, pues ese año llegamos a fabricar champú, líquidos limpiadores espumosos, jabolina, pintura de cal mejorada, jabones sólidos, detergentes líquidos, hasta desodorante llegamos a producir con aquellos camiones, solo poniendo a funcionar la cabeza y la iniciativa colectiva. Así fue que empecé a buscar personas que quisieran poner energías nuevas y confirmé que siempre hay algo que se puede hacer», agregó.
A Durán le gusta decir que la historia de las industrias locales en el país, y por supuesto en Baracoa, tiene mucho que ver con la «creatividad sin recursos», lo que implica explorar alternativas diferentes.
«Desde hace mucho tiempo, las Industrias Locales no disponen de una planificación estable de materias primas para ninguna de sus producciones,» explicó.
Esa contingencia obliga a las empresas de ese tipo a negociar producciones que puedan tener alta demanda y sean rentables, a partir de materiales muchas veces de desecho.
«Aprovechamos la recortería de la gran industria: papel, cartón, textiles, lo que rescata la Empresa de Recuperación de Materias Primas, cuyos precios, por cierto, están muy altos para nuestros procesos productivos y elevan la ficha de costo. Todo eso salimos a buscarlo fuera del territorio», detalló la directiva baracoensa.
Bajo esas normas, Durán mantiene produciendo unos 15 talleres especializados en las áreas de confecciones, carpintería, impresión, química, artesanía, microtenería y tapicería, los que, por si fuera poco, también están impactados por diversos niveles de obsolescencia tecnológica, pues algunos suman hasta más de 50 años de explotación.
En busca de rentabilidad, y sobre todo de mantener a todo su colectivo laborando, ha explorado la producción de regalos como las maracas (instrumento musical típico cubano) y la industria de derivados del coco, lo «que también ayuda a la promoción de las tradiciones locales», aseveró.
En ese camino, la UEB que dirige rescató en 2009 el trabajo a domicilio, una modalidad de organización laboral que no exige la labor seriada de los talleres y suele emprenderse en familia.
«Las personas se agencian parte de las materias primas, como la recortaría de madera, y la unidad les facilita otras importadas, como el barniz y el pegamento. Pienso que esta variante debe mantenerse para bien del país y de esas familias, y acompañarse de sistemas de pago estimulantes», afirmó la directora.
Buscando otras alternativas, Durán tiene su mirada puesta hoy en las posibilidades que se abren a partir de un proyecto conjunto con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el desarrollo (Aecid).
«Con apoyo de Aecid rehabilitamos un taller de confecciones especializadas que ya existía, en el centro de la ciudad, pero estaba muy deteriorado material y tecnológicamente. Además de producir confecciones femeninas y masculinas, cuando esté a punto se montará una línea de producciones textiles para el turismo, como mantelerías, ropas planas para habitaciones, entre otras», detalló Durán.
«Se trata de incluirlas en sistemas de cadenas productivas que la Aecid está fomentando en el municipio, para desarrollar las capacidades económicas locales. Además, privilegiará el empleo a mujeres, pues es un proyecto que nació desde una perspectiva de género», agregó Durán, con la mirada ya puesta en los resultados posibles que se derivarán de este emprendimiento.
«En cualquier caso, se trata de buscar variantes para que las personas trabajen y puedan ser útiles. Desde pequeña yo ayudaba a mi mamá a lavar, a arreglar la casa y aprendí que tenía que trabajar para los demás y hacer que los demás trabajaran junto conmigo», había reflexionado esta directiva mucho antes del encuentro con SEMlac, durante una entrevista con la psicóloga Dalia Virgilí, parte de una consultoría que la Empresa de Gestión del Conocimiento y la Tecnología (GECYT) realizó a la UEB de Baracoa.

Aprendizajes de género
La búsqueda de fórmulas para mejorar las producciones y las condiciones de trabajo también favoreció una interesante relación entre la UEB que dirige Durán y la citada GECYT.El aprendizaje en temas de género  ha dado como resultado un mayor aprovechamiento de las potencialidades productivas, atención a la salud y disfrute de derechos laborales en la Unidad Empresarial de Base (UEB) de las Industrias Locales de Baracoa.  Foto SEMlac Cuba
«GECYC entra a trabajar con nosotros a partir de la necesidad de incluir las miradas de género para el desarrollo de la UEB. El proyecto se inició con una investigación profunda, una caracterización de nuestro trabajo, nuestras relaciones humanas y, a partir de ahí, la aplicación de nuevas prácticas para incluir la gestión en esos temas, en el marco de un proceso de perfeccionamiento de la empresa», narró la directiva.
Justo entre las fortalezas identificadas por la GECYT se enumeran la «identificación y aceptación de la dirección general» de la unidad por parte de los trabajadores y trabajadoras y el «liderazgo efectivo» de Durán y su equipo, según consta en un Informe Ejecutivo de asesoría a la UEB elaborado por GECYT en 2013.
«Con este proyecto hemos aprendido de aspectos con los que convivíamos, pero que no podíamos identificar. Por ejemplo, cómo influyen en la productividad las diferencias entre hombres y mujeres, y cómo tratarlas mejor».
Una experiencia interesante tuvo que ver con la salud del trabajo. Según Durán, al llegar CEGYT ella llevaba tiempo preguntándose por qué muchas de sus trabajadoras se enfermaban, frecuentemente, del mismo padecimiento y llegó a pensar hasta que le intentaban pasar «gato por liebre», una expresión que se usa en Cuba asociada al engaño.
«En unos meses se habían repetido los certificados por inflamaciones pélvicas y hasta llegué a dudar del criterio médico; pero gracias a un levantamiento de riesgos que hicimos encontramos que la postura en la que trabaja la mayoría de las mujeres estaba provocando esa dolencia. Y también que los hombres que laboraban en acciones constructivas estaban presentando más a menudo situaciones de bursitis (inflamación articular)», explicó Durán.
Aprender más acerca de los estereotipos vinculados al género también le permitió al colectivo de la UEB de Baracoa influir en los hombres para que apoyaran más a sus parejas o a sus esposas.
«Llegamos a tener tres hombres acogidos a licencia para atender a sus hijos recién nacidos. Y aunque al principio ellos tenían reservas, se han ido convenciendo de que no es una vergüenza atender a los hijos», narró la directora baracoensa.
Pese a las lecciones aprendidas con este acompañamiento, Durán está convencida de que ser mujer signa de manera natural la forma en que se asumen y emprenden muchas tareas de dirección.
«Las mujeres realizamos labores durante toda la vida que ayudan a formar capacidades de dirección y de creatividad. Inventar qué cocinar cada día en una casa, cuando muchos ingredientes faltan; o atender a niños que siempre tienen ocurrencias nuevas, por ejemplo, son tareas que facilitan el desarrollo de respuestas creativas y capacidades de organización imprescindibles para dirigir», defendió convencida.

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