Respeto a la diversidad sexual, un tema pendiente en las escuelas

El respeto a la libre orientación sexual e identidad de género es un valor humano que debería reproducirse desde todas las instituciones sociales cubanas, en especial la escuela.

Así lo enfatizaron especialistas asistentes a uno de los paneles convocados en centros universitarios de Ciego de Ávila, provincia a más de 430 km de La Habana, durante las actividades centrales de la VI Jornada Cubana contra la Homofobia que tuvieron lugar entre el 14 y el 17 de mayo en la capital de esa provincia y su municipio Morón.

El 16 de mayo, en la Universidad Pedagógica Manuel Ascunce, estuvieron Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex); Manuel Vázquez Seijido, asesor jurídico de la institución y Luana Berens, activista travesti argentina.

Ellos se refirieron al papel de los profesionales de la educación en la promoción de una sexualidad libre, segura y responsable para las nuevas generaciones.

Castro Espín dijo que la sociedad cubana debe acabar de desterrar la homofobia, porque es un asunto de voluntad política, según se expresa en el Programa de la Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba (PCC), aprobado en enero de 2012.

Ese documento incluye la lucha contra todo tipo de discriminación, entre ellas por orientación sexual e identidad de género.

«Hay que exigir a la escuela estar a la altura de la nueva política de la Revolución», indicó la máster en Sexualidad, identificada como líder de las Jornadas Cubanas contra la Homofobia.

«La escuela tiene la responsabilidad de enseñar a ejercer derechos, a construir ciudadanía y democracia. Por tanto, no puede imponer dogmas y arbitrariedades, sino impulsar recursos que estimulen la solidaridad humana», refirió.

Para Raquel Fernández Garrido, profesora de geografía de un preuniversitario avileño, los centros de estudio en distintos niveles de enseñanza presentan resistencias para incorporar los temas de la diversidad sexual en la orientación del estudiantado.

La también integrante del grupo de mujeres lesbianas Atenea, recientemente creado en la provincia, contó a SEMlac que en varias ocasiones ha intentado trabajar sobre estos temas con sus alumnos, pero se lo han prohibido.

«A veces me he encontrado estudiantes que reprimen a sus compañeros homosexuales y para salirles al paso no puedo esperar a que me autorice el Ministerio de Educación, sino asumir el tratamiento de esos temas como algo cotidiano», opinó la educadora.

Aunque existe un Programa Nacional de Educación Sexual, desde 1996, que instituye el tratamiento de la diversidad sexual de manera transversal para la enseñanza primaria y media, si la escuela no ofrece orientaciones metodológicas al profesorado para acercarse a esos temas, terminan reproduciéndose prejuicios y estereotipos.

La falta de incorporación de estos contenidos en la preparación de maestros y maestras ha sido una de las falencias identificadas en el actual perfeccionamiento de este programa, que realizan actualmente el Cenesex y el Ministerio de Educación, adelantó Mariela Castro.

Vázquez Seijido apuntó que no existe una estrategia similar para el Ministerio de Educación Superior y, por tanto, a ese nivel las asignaturas de género y sexualidad son casi inexistentes o, de aparecer, están en el currículo optativo.

Además de las actividades académicas, la provincia de Ciego de Ávila desarrolló múltiples iniciativas que hicieron ondear durante cinco días la bandera multicolor del movimiento LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales).

Pasacalles, ferias comunitarias, festivales deportivos, presentaciones del grupo D´Morón Teatro, peñas musicales y talleres para activistas formaron parte del programa de actividades.

Para el 17 de mayo, cuando internacionalmente se celebra el Día de la Lucha Mundial contra la Homofobia, se reservó un panel comunitario con activistas LGBTI de la zona, la tradicional conga por la diversidad sexual que recorrió céntricas calles y la celebración de una gala cultural con artistas del travestismo.

En opinión de la profesora Fernández, para las personas no heterosexuales de la provincia la Jornada les marcará un antes y un después.

«Este pueblo es muy homofóbico, pero a partir de ahora se ha posibilitado una apertura a la libre orientación sexual y se abrió la puerta para empezar a educar al respecto desde todos los ámbitos e instituciones», comentó.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

13 − dos =