Las mujeres trans forman un grupo poblacional con demandas propias, marcadas en gran medida por la discriminación y vulneración de sus derechos. Se conocen poco sus problemáticas y necesidades de salud, que incluyen las transformaciones corporales, el tratamiento al VIH y la incidencia directa de la discriminación en su bienestar físico y emocional. El debate Salud de mujeres trans…necesidades al margen recoge las opiniones de Yelieen Burgues, médica y joven trans residente en La Habana; Malú Cano, coordinadora nacional de la red TransCuba y la Dra. Elvia de Dios Blanco, especialista del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).
¿Cuáles son las principales necesidades de salud de las mujeres trans?
Yelieen Burgues: Las transformaciones corporales pueden parecer no importantes para la salud y, ciertamente, hay otros servicios de salud que nosotras tenemos asegurados, como cualquier persona en este país. Pero las personas trans tenemos necesidades particulares.
Por ejemplo, las modificaciones faciales. Es difícil y costoso acceder al servicio de láser facial para remover todo el bello facial, las sombras del bigote, la barba, etc. Esos servicios una los encuentra en negocios particulares, siendo algo que es tan necesario para nosotras. Te pongo un ejemplo: soy doctora, me gradué de Medicina y necesito darme láser. ¿Te imaginas qué desagradable una doctora con sombra de bigote? Para nosotras la imagen corporal es vital, porque no es lo mismo ver a una chica trans con algunos bellos en la cara, que sin bellos. Y eso se resuelve con unos disparos de láser, con un equipo que tienen peluquerías o centros de belleza y que también los puede tener el Estado. Que podría ofrecer este servicio más barato, no al precio que nos cobran los particulares.
Malú Cano: Las mujeres trans tenemos necesidades diferentes a otros grupos poblacionales. Primeramente, la atención en cuidados hacia el cuerpo. Las transformaciones corporales implican el uso de hormonas y casi siempre estas hormonas las usan sin prescripción médica, se automedican, porque una amiga o amigo les sugiere cómo hacerlo. Esto trae consecuencias negativas para su cuerpo y su salud, aunque vean los resultados esperados.
El otro problema de salud es el VIH-sida, que afecta a muchas mujeres trans. Mediante la red Trans Cuba, tenemos registradas más de 4.000 personas trans en el país. La Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), a partir de una encuesta nacional, ha registrado a muchas más personas trans y más del 75 por ciento de ellas vive con el VIH, lo que significa que tenemos que tener una mirada en este sentido.
Respecto al VIH, tenemos que profundizar en los motivos pro los cuales las personas no están tomando adecuadamente los tratamientos que hoy tenemos. También han variado los tipos de medicamentos que distribuye el Estado. Por ejemplo, llevamos nueve meses sin un medicamento que es fundamental: la Atripla. Se cambió de unos esquemas de medicamentos a otros, lo que tiene una repercusión en el sistema inmunológico y en que se hayan vuelto detectables las cargas virales en algunas personas que antes no vivían es situación.
Otra de las cuestiones de salud son el alcoholismo y las drogas. Aunque en Cuba no tenemos el problema que existe en otros países, aquí si se conocen algunas drogas sintéticas y compuestos químicos. Las personas trans consumen mucho alcohol y algunas consumen drogas sintéticas. Cuando se suma la vulnerabilidad social y que algunas se prostituyen como medio de subsistencia, da por resultado un sistema que perjudica totalmente la salud de las personas trans.
Elvia de Dios: Las necesidades de salud de la población trans, mujeres y hombres, se dividen en generales y específicas. Las generales son las que puede tener cualquier persona; o sea, la demanda por cualquier enfermedad aguda o crónica. Las necesidades específicas son las relacionadas con el acompañamiento durante el proceso de hacer pública la expresión de género congruente con su identidad de género y, de manera particular para las mujeres trans, los procesos de feminización hormonal, o sea, el consumo de hormonas femeninas y medicamentos como el androcur, que disminuye la testosterona– principal hormona sexual masculina. La feminización a través de hormonas es la principal demanda de atención de las mujeres trans.
Otras de las peticiones en este campo es la feminización quirúrgica, que incluye la vaginoplastia, o sea la creación quirúrgica de una vagina; el implante de mamas, cirugías de feminización facial y otras (relleno de caderas y glúteos).
Existen otras formas de apoyo, como la depilación con cera, láser o electrólisis de la barba; la terapia y feminización de voz por especialistas en foniatría y el cambio de nombre y género en los documentos de identidad.
El cambio legal de identidad es una excelente opción, pues de permitirse sin la restricción de la adecuación genital precedente, disminuiría la demanda quirúrgica de vaginoplastia, que es una cirugía costosa y con posibles complicaciones para la salud.
Lo más difícil es el proceso de hacer pública la expresión de género congruente con su identidad de género, por las implicaciones sociales relacionadas con la discriminación debido a la transfobia, que abarcan a las familias, las escuelas y los centros de trabajo. Ello puede determinar, incluso, la deserción escolar y la pérdida del puesto de trabajo.
En las escuelas y centros laborales generalmente son obligadas a vestirse acorde al sexo asignado al nacer y se les llama por el nombre del registro de identidad. Estas situaciones constituyen formas de violencia hacia las mujeres trans, pues ellas tienen el derecho de ser llamadas por su nombre social y expresar libremente su identidad, mediante su vestimenta femenina, acomodo del cabello, gestos u otras formas.
¿Los servicios de salud actuales satisfacen esas demandas?
YB: Tenemos la atención, el apoyo psicológico y los medicamentos; incluso contamos con el apoyo a nuestras familias, porque también en el Cenesex se les da acompañamiento a las familias y eso es fundamental para nosotras, para nuestra salud mental y hasta física.
En la Comisión de atención integral somos atendidas por distintas especialidades: genética, endocrinología, psicología, psiquiatría y vamos estableciendo también una empatía para sentirnos más en confort.
Yo pienso que estamos empezando algo que, aunque ya lleva unos cuantos años, es algo a lo que la sociedad todavía se tiene que ir acostumbrando. Hay muchas terminologías y cuestiones específicas sobre el grupo trans, como población, que no domina el personal médico del país, porque ese tema no se toca en la carrera de Medicina en ninguna especialidad.
MC: Aunque en ningún hospital o centro creo se le niegue la asistencia médica a una persona trans, debieran existir servicios especializados, como ocurre en ciudad de La Habana. Por tanto, estaríamos hablando de descentralizar esos servicios y que se extiendan al resto del país. Hay programas específicos para personas que viven con cáncer y otras enfermedades; pues también las personas trans necesitan de servicios especializados, no por una cuestión de discriminación positiva, sino por las características de los procesos por los que pasamos.
Se necesitan profesionales para ese acompañamiento, preferiblemente un equipo multidisciplinario que incorpore especialidades como Endocrinología, Medicina interna, Cirugía, Urología, Psicología. Y si las personas no están preparadas, no pueden aclarar dudas, orientar, tomar las mejores decisiones que no afecten o comprometan la salud de las personas trans.
ED: Los servicios para satisfacer las demandas específicas de salud de las mujeres trans, en la actualidad cubana, abarcan el acompañamiento durante el proceso de hacer pública la expresión de género congruente con su identidad de género. Existen grupos de trabajo en La Habana, Santiago de Cuba y se está iniciando el de Villa Clara. Además; se oferta el acompañamiento de pares, parejas y familias por la Red Social Transcuba, que tiene representantes y grupos en cada una de las provincias del país. Por otra parte, en el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) existe un servicio científico-asistencial jurídico, cuyo objetivo son actividades de defensoría de sus derechos.
Los servicios de atención endocrinológica y quirúrgica están centralizados en La Habana, en el Hospital Comandante Manuel Fajardo; para facilitar el acceso a los turnos, estos se ofertan por teléfono o de forma personal en el Cenesex. No se puede negar que la centralización limita el acceso y facilita la automedicación hormonal, generalmente con sobredosis que acarrean efectos adversos desde náuseas, mareos y vómitos, hasta trombosis venosa. Como proyecto de trabajo de la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales está la descentralización de la atención endocrinológica.
¿Qué sugerencias daría para mejorar la atención en salud de las mujeres trans?
YB: Yo creo que las problemáticas y particularidades de las personas trans se deberían incorporar a los programas de formación y planes de estudio, no solo de los estudiantes de Medicina, sino de residentes en especialidades afines.
Otra sugerencia es ampliar el servicio a otras partes del país; se pudieran organizar diplomados o maestrías para formar a especialistas de otras provincias, porque cuando vamos a las consultas encontramos a muchas chicas que durmieron en la terminal de ómnibus para poder venir a la consulta, o que viajan por 48 horas porque no son de las cabeceras provinciales, sino de algún municipio o provincia oriental.
Deberían existir servicios, al menos, por región. Hay muchas que no conocen de la comisión en La Habana y, si la conocen, no pueden llegar a la capital.
MC: Si tomamos los resultados de la ONEI vemos que un alto porcentaje de las personas trans están infectadas con el VIH y se hormonan sin prescripción u orientación especializada.
Creo que se deben de tomar medidas por parte del gobierno. Ya se sabe que desde el Cenesex existe una comisión de atención integral, pero a muchas personas les cuesta acceder a este servicio. Por lo que conocemos en Trans Cuba, más de 4.000 personas requieren de este servicio y creo que se deben tomar las medidas para que no tengan que trasladarse a la capital y quizá se puedan crear comisiones en las diferentes zonas del país: oriente, centro y occidente. Aunque no dejo de aspirar a que sean provinciales, pues si el país le destina recursos y un lugar importante a la salud, debería atender las necesidades de un grupo poblacional que requiere de estos servicios por parte del Ministerio de Salud Pública.
ED: La principal sugerencia es que la atención de las necesidades específicas de salud de la población trans, al menos la de acompañamiento y la endocrinológica, se oferte en cada municipio del país y articulada desde la Atención Primaria de Salud. De esta forma se abarcarían no solo los procesos de feminización de las mujeres trans, sino también necesidades generales como la detección temprana del cáncer de próstata.
También es necesario el acompañamiento jurídico descentralizado, en función de hacer cumplir sus derechos ciudadanos.
Otra sugerencia es la sistematicidad en cada rincón del país de la campaña de bien público contra la homofobia y la transfobia, liderada por el Cenesex, que ha mejorado la acogida familiar y el respeto social de las personas trans.
Establecer servicios y programas específicos para la salud trans es extremadamente necesario. En Cuba quedan legalizados en la Resolución 126 de 2008, del Ministerio de Salud Pública. Los servicios y programas que forman parte de la política de salud de los países garantizan el derecho humano a la salud; no es que las personas trans padezcan ningún tipo de enfermedad mental, como tan frecuentemente se interpreta, es todo lo contrario: la sociedad les crea malestar al irrespetar la manera de expresar su identidad de género y, por tanto, se quebranta el pleno bienestar físico, psicológico y social que abarca el concepto de salud de la Organización Mundial de la Salud.