Antecedentes

Integrar procesos de transformación desde el activismo social puede ser un concepto nuevo para algunas personas, pero es un hecho con muchísimos y variados antecedentes que cambian según el contexto donde nos encontremos.

Actualmente, el activismo LGBTTTIQA+ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Trasvestis, Transformistas, Intersexaules, Queers, Aliados, +=otros) se dirige en Cuba a alcanzar el disfrute pleno de Todos los Derechos para Todas las Personas, bajo el principio de luchar hasta que la IGUALDAD se haga costumbre. En este accionar, han existido variadas formas que van desde el ámbito físico hasta el virtual, con especial énfasis en las redes sociales, donde se han colocado iconos históricos y memorables cambios en la forma de pensar y actuar, incluso en aquella utilizada para llegar a todas las otras personas que conforman la sociedad.

Tomemos un antes y un después con la fecha del 11 de mayo de 2019, cuando se realizó por primera vez una marcha colectiva y organizada por los activistas independientes, o de igual modo pudiéramos tomar las fechas de discusión de la nueva Constitución de la República de Cuba, pues desde estos momentos se ha visto un amplio despliegue de actividades, tanto en de quienes están a favor y en contra de los derechos de las personas LGBTTIQA.

Antes de todo este gran movimiento, existieron y existen aún las Redes Comunitarias del CENESEX y las del Centro de Prevención de its/vih/sida, que forman promotores de salud y personas en temáticas sobre derechos sexuales y reproductivos o educación integral de la sexualidad. Estas dos instituciones estatales fortificaron el accionar social, comunitario y de la sociedad civil que hoy se ve en nuestro archipiélago, pues comenzaron a forjar un camino hacia la comprensión, tolerancia y aceptación de la diversidad sexual. En ello resalta la figura de la Dra. Mariela Castro, un estandarte que fue levantado a favor de la comunidad, debido al capital político que ella representa y también por lograr unir en estas propias redes a gran parte de la ciudadanía LGBTTTIQA+ cubana.

Lo que constituyó escudo y defensa política de la comunidad años atrás, hoy genera puntos de discordia entre las partes (sector gubernamental/activistas independientes), sin encontrar una mediación en la solución de conflictos existentes, no exentos de gran tirantez que afecta el principio de igualdad deseado. De estas redes han emergido otras, así como espacios, activistas, proyectos, movimientos y acciones autónomas que conforman hoy el llamado activismo independiente, subvalorado, agredido y puesto en la mira una y otra vez porque muchas veces toca el fondo, heridas o vacíos de aquellos sitios a donde el Estado no llega o donde, simplemente, no hace frente directo a ciertas situaciones concretas y necesarias (ley de cultos, ley de identidad de género, ley integral contra la violencia, protección animal, entre otros aspectos vivos en el activismo contemporáneo) que, comparadas con otras en las que se decide e implementan, pueden ser muy fáciles de resolver en pos de los Derechos Humanos y Agendas Internacionales firmadas por Cuba, por englobarlo en estos aspectos generales.

En una mirada muy por arribita –como decimos los cubanos– y a modo de marquesina de noticias, vemos parte de los inicios del panorama y nos enfocamos en que los activistas hoy existentes en su mayoría salieron de estas redes estatales; sin embargo, han tomado caminos diferentes de actuar según los frentes que defienden cada uno con sus razones lógicas.

Lograr el cambio, transformar o comprender el contexto comunitario con el fin de avanzar, ha sido también posible por la sociedad civil cubana y extranjera, que juegan un papel muy importante en la formación de capacidades y en el movimiento comunitario hacia la atención a personas más vulnerables. Es así que, visibilizando tantas fuerzas, pudiéramos decir que nuestro principio de igualdad y equidad pudiera estar cumplido. Pero las subdivisiones, clasificaciones, bandos e intereses comunes y encontrados no permiten una unión o consenso, pues el diálogo se politiza y sigue siendo la ciudadanía LGBTTTIQ+ la más afectada en los enfrentamientos.

Caso en práctica

En nuestras prácticas desde 2009, generamos una idea que luego se convirtió en un macro-proyecto de transformación sociocultural liderado por jóvenes de la comunidad LGBTTTIQA+ en una barriada de la ciudad de Matanzas: Proyecto de Integración, Intervención y Transformación Sociocultural AfroAtenAs[1].

La identidad sexual de quienes asumimos el proyecto fue el primer aspecto conflictivo que trajo y conlleva aún muchas dudas sobre nuestro accionar y generó múltiples discriminaciones institucionales desde el modo personal de los directivos. Pero esta realidad no fue ni es barrera o motivo para abandonar la labor que implica movilizar y hacer evolucionar toda una barriada en aspectos culturales y la eliminación de brechas e inequidades sociales detectadas, como: color de piel, identidad, territorio, religiosidad, género, edad, orientación sexual, discapacidad, comunicativas, condición médica, economía, violencia, entre otras.

Entonces, activismo, intención, institucionalidad lograda, gestión y trabajo comunitario articulado llegan a diferentes áreas de la sociedad integrando actores y acciones que atienden a: niños, niñas, adolescentes y jóvenes con otras capacidades (discapacidad intelectual), personas de la tercera edad con Alzheimer y otras demencias, el cuidado del medio ambiente, el patrimonio, la cultura comunitaria y popular, entre otros.

Hemos apostado por talleres de creación artística aficionada y profesional, formación académica, producción agroecológica, nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones y preparación jurídica, unidas todas estas acciones en pos del desarrollo local, en contextos de solidaridad hacia los grupos vulnerables existentes e identificados desde los diagnósticos realizados.

Ha sido un tiempo de compromiso humano, acción desinteresada y gratuita hacia la metamorfosis urbana.

Esta simbiosis, en nuestro caso, continúa por una responsabilidad sistémica en la cual han germinado diferentes experiencias comunitarias, con la visión y objetivo del proyecto general, encargadas en cada caso de actuar según las necesidades existentes y buscando marcos jurídicos que respalden el movimiento comunitario, así como visibilidad con intervenciones comunitarias precisas y de cambio rotundo. Por otra parte, la búsqueda de una unión a partir de intereses y saberes comunes ha llegado a crear una credibilidad en la labor desempeñada y ha atraído a grupos de diferentes zonas del país que, a su vez, actúan y demuestran que también son discriminados y frenados por muchas vías, pero que progresan para el bienestar social de su pequeño pedazo de Patria.

Los aprendizajes adquiridos en estos 11 años de trabajo nos colocan sobre la mesa que:

La perseverancia, el empeño, la organicidad, la adecuada gestión, el alcance de la credibilidad, el conocimiento sobre leyes, la articulación entre actores, el alcance de acciones desde la cooperación internacional como medio inmediato de intervención y acción para grupos vulnerables son parte de los objetivos claves que debemos tener en cuenta en cada proyecto, experiencia o actividad en pos de:

· Trabajar en mesas de conciliación de conflictos (Estado/activistas – activistas/activistas) para llegar a los acuerdos de acción que beneficien a la comunidad LGBTTTIQA+. Basta de acusaciones, persecuciones, violencia y otras tantas expresiones humanas negativas que se manifiestan por privación, conflicto y politiquería y que no solucionarán nada, al menos entre activistas deben ponerse de acuerdo y fortificar los frentes para el cumplimiento del principio declarado.

· Debe existir una visibilización de todos los grupos, activistas, espacios personas y proyectos, que trabajen las temáticas y estén en la lucha activa por los derechos.

· Se deben gestar encuentros de experiencias, como espacio de sistematización y aprendizaje mutuo.

· Se debe tener detallado el marco legal y jurídico para proceder ante cualquier situación que afecte a la ciudadanía LGBTTTIQA+ y los propios procesos de trabajo comunitario que intervienen en estas acciones.

· Debe existir, urgentemente, una Ley de Identidad de Género, un Código de las Familias totalmente inclusivo, una Ley Integral contra la Violencia de Género y otras leyes, decretos o normas jurídicas para detener el maltrato, la discriminación, la segregación o estigma que violen la integridad plena del ser humano en general.

Esto, para empezar. Especialistas en las temáticas pudieran aportar mucho más de lo que se puede exponer, porque eso es también lo que debemos hacer: consultar con el oprimido y con aquel o aquella persona que lleva años en esta lucha por los derechos.

Matanzas, como experiencia, puede ser un ejemplo para analizar y mejorar, ya que desde hace algunos años ha logrado concretar una fuerza humana capaz y eficiente en la labor que desempeña y pudiera ser mayor si todos, todas y todes nos ponemos de acuerdo para conquistar una sociedad más justa, equitativa e igualitaria.

[1] www.afroatenas.org

2 comentarios

  1. Muchas gracias por tenernos en cuenta
    Espero que los lectores dejen sus criterios y deseen conocer más sobre los trabajos que desarrollamos
    Es momento de articularse y actuar conscientemente a favor de TODOS LOS DERECHOS PARA TODAS LAS PERSONAS
    todos, todas, todes unidos construimos una sociedad cubana más cercana de ese pensamiento que buscamos como país

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