La Habana, mayo (SEMlac).- Ciencia, cultura y activismo confluyen en la V Jornada Cubana contra la Homofobia que, además de los espacios y acciones habituales, incluye por primera vez iniciativas de carácter académico como nueva estrategia en la lucha por los derechos de personas homosexuales, bisexuales y transgéneros.
«Estamos subiendo la parada desde el punto de vista académico organizando eventos científicos vinculados a los temas del derecho, la educación y la salud sexual, que contribuyen al objetivo principal de la Jornada: ayudar a promover el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género como forma de justicia y equidad social», dijo a la prensa Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).
Concebida como un pequeño evento científico con participación internacional, la V Jornada incluye talleres, conferencias e intercambios sobre temas relacionados con la protección legal de personas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros), derecho de familia, violencia, homofobia y educación legal, entre otros temas.
En esta edición los escenarios concebidos para el debate dan prioridad a los centros de educación universitaria en la capital cubana y en Cienfuegos, ciudad al centro de la isla y sede principal de las acciones por el 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia.
Los encuentros científicos buscan fortalecer el activismo social que promueve el Cenesex, institución líder en la lucha por los derechos de la población LGBT en la isla. A juicio de su directora, uno de los principales logros es la creciente participación de personas de diversas edades, orientación sexual e identidad de género como integrantes de los grupos y redes del centro.
Las acciones políticas y legales encaminadas por el Cenesex han repercutido en cambios recientes de la política estatal del país. Representantes de la institución participaron en las discusiones durante la Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba, celebrada en enero de este año.
Castro Espín afirmó que la presencia en el debate le dejó un sentimiento ambivalente. «Por un lado me siento satisfecha de que se haya logrado algo tan importante como expresar claramente, y por primera vez en la historia del Partido Comunista de Cuba, un objetivo destinado a combatir toda forma de discriminación, incluyendo aquella que se ejerce por motivos de orientación sexual e identidad de género. No obstante, yo aspiraba a un debate más profundo», reconoció.
En la actualidad, una de las principales demandas de la población LGBT en Cuba es la discusión y aprobación del anteproyecto de Código de Familia, que–además de otros cambios significativos– incluye la unión legal de las personas homosexuales.
Solo quedan dos oportunidades para debatir en el parlamento cubano el proyecto de ley. La actual legislatura había previsto, como parte de su programa fijado para concluir en 2013, presentar el anteproyecto en el presente año. Sin embargo, activistas cubanos temen que el período concluya y la posibilidad prescriba.
Castro Espín reconoce la importancia de cambiar las mentalidades en todos los sectores de la sociedad, como garantía del cambio.
«Todas y todos tenemos que cambiar, porque hemos sido herederos de una cultura patriarcal, machista y homofóbica muy fuerte. Cambiar toda esa mentalidad es complejo. Si no fortalecemos todo este trabajo educativo que estamos realizando, va a ser más difícil. Hay misoginia, hay homofobia, incluso hay personas que se sienten muy revolucionarias, muy identificadas con el paradigma del socialismo; sin embargo, en su vida cotidiana expresan actitudes discriminatorias desde muchos puntos de vista, no solamente en este campo del género y la sexualidad. Si no discutimos estos temas no avanzamos como sociedad», remarcó.
