Un adiós desde la academia para Norma Vasallo Barrueta

La Habana, octubre (SEMlac). Las experiencias personales de Norma Vasallo Barrueco y sus relaciones con amistades y colegas siempre estuvieron atravesadas por el feminismo y la búsqueda de igualdad e inclusión social, coincidieron muchas de las personas reunidas en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, donde se le rindió homenaje el 16 de octubre.

Vasallo, psicóloga y académica cubana, falleció justo un mes atrás, el 16 de septiembre, a los 72 años, tras una vida dedicada a los estudios de género, la subjetividad femenina y el impacto de las condiciones de discriminación en la vida de las mujeres.

Para el historiador Julio César González Pagés, invitado a intervenir durante el pequeño acto de recordación, abrir las puertas del recinto solemne de la casa de altos estudios capitalina fue una decisión sabia, porque «probablemente este es el lugar físico que ella más amó», dijo.

El encuentro reunió a profesionales, líderes de organizaciones, colegas, estudiantes, amistades y familiares, para “agradecer su legado y rememorar su presencia”, al decir de la psicóloga Claudia Cancio Bello, una de sus discípulas más cercanas.

Homenaje a Norma Vasallo
El encuentro reunió a profesionales, líderes de organizaciones, colegas, estudiantes, amistades y familiares, para “agradecer su legado y rememorar su presencia”, al decir de la psicóloga Claudia Cancio Bello, una de sus discípulas más cercanas. Foto: SEMlac Cuba

Vasallo Barrueta fue profesora Consultante de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, donde laboró desde 1974. También fue una de las fundadoras de la Cátedra de la Mujer, en 1991, y luego su presidenta desde 1997.

González Pagés aseguró que no ha «procesado aún la partida de Norma». Agregó que ha tenido que replantearse los domingos que antes compartía con ella, en un encuentro al que le llamaban «Cocinando el género», donde cocinaban comida, pero también «ideas y proyectos», precisó.

«Norma es un territorio físico, nos ha marcado a todos», aseveró González Pagés, quien recordó lo difícil que había sido demostrarle la necesidad de un programa para las masculinidades, que reconociera los derechos de los hombres, pero también su acompañamiento en ese empeño.

Norma “no era una persona complaciente, sino una mujer de exigencias y hechos”, aseguró.

La también psicóloga María Cristina Álvarez Mesa, compañera de estudios y de trabajo de Vasallo durante más de 50 años, destacó su carisma y bondad, «su eterna alegría y su voz pausada, con la que defendía sus ideas.

«Nos van a quedar muchas cosas por decir, que el dolor no nos deja expresar», afirmó Álvarez Mesa.

En palabras escritas por el profesor cubano Manuel Calviño, leídas durante la velada, este relató las más de cinco décadas de amistad con Norma, quien hoy, sin lugar a dudas, persiste en la “memoria emocional”.

A modo de colofón, los presentes guardaron un minuto de silencio para honrarla y, seguidamente, el emblemático salón acogió los aplausos como muestra de agradecimiento a su ardua labor académica y profesional.

Homenaje a Norma Vasallo
Un minuto de silencio en su memoria y aplausos fueron el cierre del momento de recordación. Foto: Tomada de Juventud Técnica

“Construimos una unidad en la diferencia, que cada vez iba siendo más unidad y menos diferencia. El afecto sincero se instaló entre nosotros como una solida base en la historia compartida”, rememoró Calviño.

En paralelo a su trabajo académico y de investigación, Vasallo Barrueta dirigió investigaciones sobre intervención comunitaria en jóvenes, aspectos sociopsicológicos del sida y el impacto de la reestructuración económica y el cambio social en la mujer trabajadora cubana.

Sobre todo, acompañó a generaciones de psicólogas y psicólogos en su formación y desarrollo, al decir de Cancio Bello.

Un minuto de silencio en su memoria, aplausos y las palabras que muchas de las personas presentes dejaron en un libro de condolencias para entregar a la hija de Vasallo y a su familia fueron el cierre del momento de recordación.

El pequeño homenaje también sirvió para recuperar su legado y llamar a “seguir posicionando los temas de género y las causas justas” que ella defendió.

“Este es solo un canto a la vida de Norma, pues diariamente podemos hacer pequeños homenajes para que su presencia no sea efímera y esa Cátedra de la Universidad no muera”, aseveró González Pagés. 

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