Cuba: Lactancia materna demanda de más apoyo a las madres

La Habana, agosto (SEMlac). – Pese a los beneficios probados de la lactancia materna, muchas madres renuncian a ella demasiado pronto. A menudo, presionadas o cansadas, muchas cambian a fórmulas para recién nacidos que pueden causar problemas de crecimiento y desnutrición a su descendencia. Otras, en cambio, deciden prolongar la lactancia más allá de los dos años y también enfrentan resistencias sociales.

Neisa Escudero ha lactado a su bebé más de 14 meses y reconoce que, aunque se trata de “un acto de amor desinteresado”, no todas las madres “aguantan esas primeras semanas, que son las más duras”.

“Lactar duele, las fisuras del pezón, las mastitis…”, enumera la joven, cuyo testimonio es uno de los más de 40 que recoge el proyecto Vida, #la tribu, de la fotógrafa y actriz cubana May Reguera, y que se acerca al mundo de las maternidades.

Celia, otra de las madres involucradas en esta iniciativa, lacta a su hija desde hace más de 5 años, “a pesar de la sociedad que juzga, critica, presiona para reducir el tiempo de lactancia ‘porque ya está muy grande para esas cosas’. Doy teta justo cuando quiere y necesita”, afirma esta madre e insiste en los muchos tabúes que aún rodean la maternidad y la lactancia.

Lactancia materna
Celia es una madre que lacta a su hija desde hace más de cinco años, “a pesar de la sociedad que juzga, critica, presiona para reducir el tiempo de lactancia”, explica. Foto: May Reguera

Ante estas realidades, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advierte que reconocer y apoyar los esfuerzos de las madres que optan por la lactancia materna, ya sea a corto o largo plazo, es clave para reducir las desigualdades y promover la salud infantil.

Es un mensaje que se refuerza entre el primero y el 7 de agosto cada año, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) convoca a celebrar la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que en esta ocasión destaca la importancia de la cadena efectiva de apoyo para la madre y su bebé, un camino que inicia con la gestación y se extiende a los primeros dos años de niños y niñas.

En Cuba, esa jornada busca visibilizar las brechas institucionales y sociales que aún persisten, reducir desigualdades y atender especialmente a grupos vulnerables, como las madres adolescentes, refiere la doctora Olga Lidia Revilla Vidal, de la Unidad de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades (Prosalud).

Cerrar brechas

Según OMS, es recomendable que la leche materna sea el único alimento para bebés durante los primeros seis meses de vida, período en el que no requiere de ningún otro líquido o alimento. Luego de los seis meses, la lactancia materna se complementa con la introducción oportuna de alimentos.

Sin embargo, en la nación caribeña la lactancia materna exclusiva es una aspiración que se logra en apenas 40,9 por ciento de niñas y niños en sus primeros seis meses de vida, de acuerdo con datos de la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS) de 2019.

Esa fuente indica que el inicio temprano de esa práctica alcanza al 64,1 por ciento, pero luego la lactancia continua hasta el primer año de vida se reduce al 35,3 por ciento y desciende al 19,2 por ciento hasta los dos años de edad.

De modo que apoyar a las madres para superar los obstáculos sigue siendo un desafío clave en Cuba, explica la doctora Sunny Guidotti, representante adjunta de Unicef Cuba.

Lactancia materna
La lactancia continua hasta los dos años de edad alcanza el 19,2 por ciento en Cuba. Foto: May Reguera/Unicef

La meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible plantea lograr 70 por ciento de lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, precisa Guidotti, quien reconoce que un conjunto de condiciones sociales, culturales y económicas influyen en la decisión de abandonar esta práctica.

“La lactancia fue una de las cosas más difíciles a las que me enfrenté en la maternidad. No es fácil acostumbrar al cuerpo a una actividad nueva, tanto para la mamá como para el bebé, que pasa de alimentarse sin esfuerzo en la panza a mamar”, relata la fotógrafa  May Reguera.

“Además de todo eso, que ya es demasiado, tienes que enfrentarte a una sociedad que te cuestiona cada paso, que sexualiza y objetualiza nuestros cuerpos.  Entonces, vernos amamantar a nuestro bebé se convierte en un acto impuro, que debe esconderse. Cuando en realidad amamantar a nuestro bebé es un acto totalmente natural y necesario”, agrega la artista, quien lleva tres años lactando a su pequeño.

Para Guidotti, un gran reto es conseguir el apoyo de la cadena familiar y del padre o cuidador del niño, para que la madre pueda continuar lactando.

“Muchas veces, la madre quiere continuar lactando, pero se encuentra con barreras y desafíos que no se lo permiten, ya sea porque necesita regresar al trabajo o porque no tiene el apoyo familiar necesario en los primeros días, para conseguir establecer la lactancia”, señala.

La campaña de Unicef “Padres desde el principio” destaca la importancia de la primera infancia y el rol de los padres en esta etapa.

Lactancia materna
El padre desempeña un papel clave en apoyar y facilitar la lactancia, lo que beneficia tanto a la madre como al bebé. Foto: SEMlac Cuba

La nutrición en los primeros mil días de vida es crucial, ya que es el periodo donde se logran los mayores beneficios para la salud a largo plazo. Por el contrario, si no se hace lo correcto en esos momentos, pueden producirse daños para el resto de la vida, alerta Mercedes Esquivel, coordinadora del Grupo de Crecimiento y Desarrollo Humano de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.

“La lactancia materna exclusiva es un derecho y un espacio importante. El padre desempeña un papel clave en apoyarla y facilitarla, lo que beneficia tanto a la madre como al bebé. Corresponsabilizarse de las tareas de cuidado y domésticas durante este periodo le permite a la madre dedicar más tiempo al bebé y a sí misma”, apunta la campaña en uno de sus mensajes.

En opinión de Guidotti, es esencial transmitir información a todas las madres lactantes o embarazadas sobre la importancia de esta práctica.

“Además, las creencias socioculturales del ámbito comunitario y la opinión del entorno social juegan un rol muy importante. Es necesario continuar comunicando y fortaleciendo la información no solo a la madre embarazada o lactante, sino también a su entorno, para eliminar cualquier tipo de barrera que se presente y permitir la continuidad de la lactancia”, insistió.

Un aspecto que Yurianna Batista considera esencial. La lactancia ha sido para ella una experiencia agridulce. Con su primer hijo, “siendo joven e inexperta, no tenía conocimiento sobre la bajada de la leche, la succión del bebé desde el principio ni otros aspectos claves”. Por falta de información y apoyo, el destete fue prematuro, a pesar de sus deseos de amamantar hasta el año, relató.

Trece años después, con su segunda hija se aseguró de estar mejor informada. Recurrió a grupos de apoyo, como La Liga de la Leche de Cuba y La Tribu, lo cual fue fundamental para superar los desafíos de la lactancia y disfrutar de ese vínculo especial con su hija, ya por tres años.

Como madre que ha amamantado a sus dos hijos por más de seis meses, Guidotti sostiene que la lactancia es una labor difícil y requiere compromiso.

“Es importante reconocer a las madres lactantes en ese esfuerzo diario, además de informar y animar al entorno familiar a que las apoyen”, dijo.

Lactancia materna
Los grupos de apoyo entre madres tienen gran efectividad en el éxito de la lactancia materna, incluso en horas de la madrugada. Foto: SEMlac Cuba

 Ventajas claras para madres y bebés

La OMS reconoce que la lactancia materna es esencial para la nutrición, la hidratación, el fortalecimiento del sistema inmunológico y el desarrollo emocional y psicológico, tanto del niño como de la madre.

“Es una estrategia comprobada, costo-efectiva, que permite a las madres conectar con sus hijos, evitar gastos en fórmulas y biberones, y promover una buena inmunidad, reduciendo así la necesidad de atención médica”, enfatiza Guidotti.

“Esta práctica se presenta como una herramienta fundamental en la gestión de la triple carga de la malnutrición: la desnutrición, las deficiencias de micronutrientes y el aumento del sobrepeso”, agrega.

Sunny Guidotti, representante adjunta de Unicef Cuba
En opinión de Sunny Guidotti, representante adjunta de Unicef Cuba, es esencial transmitir información a todas las madres lactantes o embarazadas sobre la importancia de esta práctica. Foto: SEMlac Cuba

Según el Estado Mundial de la Infancia de 2019, al menos uno de cada tres niños y niñas menores de cinco años está desnutrido o tiene sobrepeso, y uno de cada dos padece de hambre oculta. Además, 149 millones de niños menores de cinco años sufren retraso en el crecimiento y casi 50 millones tienen emaciación.

En este contexto, la lactancia materna universal podría evitar la muerte de 823.000 niños y niñas y de 20.000 madres cada año.

Según la literatura especializada, la lactancia materna ofrece beneficios también para las madres, pues ayuda en la recuperación postparto, disminuye el riesgo de enfermedades como el cáncer de mama y la diabetes tipo 2, representa un ahorro económico y puede facilitar la pérdida de peso. Asimismo, propicia el vínculo emocional con el bebé y genera bienestar y satisfacción.

 Lactancia como prioridad

Según el doctor Pablo Roque, coordinador de Lactancia Materna y Banco de Leche Humana (BLH) en Cuba, las políticas nacionales deben continuar promoviendo lugares de trabajo amigables con la familia, para apoyar la lactancia materna.

Explicó que, de conjunto con el Ministerio de Educación, se impulsan iniciativas como las más de 500 casitas infantiles del país, donde brindar a las madres el tiempo y los espacios necesarios para amamantar a sus bebés en el escenario laboral y participar en su crianza durante el primer año de vida.

Recordó que en el actual año entró en vigor el Decreto Ley No. 84, que extiende las prestaciones sociales por licencia de maternidad hasta los 15 meses de vida del bebé, lo que igualmente facilita la continuidad de la lactancia materna.

Unicef ha sido socio estratégico en los esfuerzos por fomentar la lactancia materna en Cuba. “Nos ha apoyado en el fortalecimiento de 14 bancos de leche humana con los que se cuenta y en la capacitación de personal de salud”, afirmó Roque.

Los bancos se encargan de la recolección, procesamiento y control de calidad de la leche humana, para su posterior distribución a recién nacidos vulnerables, como los de bajo peso al nacer. Por ello, insistió en que estimular la lactancia materna también aumenta la disponibilidad de leche donada para aquellos bebés que la necesitan.

De acuerdo con Guidotti, durante 2023 Unicef colaboró, además, en la elaboración y actualización de las Guías alimentarias dirigidas a embarazadas, madres lactantes y niños hasta los dos años de edad.

Estas herramientas proporcionan información crucial para mejorar las prácticas de alimentación infantil y promover una nutrición adecuada desde las etapas más tempranas, dijo.

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