Ideas muy tradicionales ancladas en el legado patriarcal y otras más avanzadas parecen coexistir hoy en la población joven y están condicionando su percepción frente a la violencia machista, trascendió en un panel de reflexión realizado el martes 28 de noviembre en la capital cubana.

«Si bien se reconoce el avance de las mujeres en la sociedad cubana, también se evidencia que esa realidad coexiste con posturas tradicionales y hegemónicas», señaló Idania Rego, del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), durante el panel «Violencias de género ejercidas contra mujeres y niñas. Cuba y Latinoamérica en el cambio de imaginarios sociales a favor de la equidad de género».
El encuentro estuvo organizado por el Centro Oscar Arnulfo Romero (CEOAR) y la Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU). EL CEOAR coordina la Jornada Cubana por la No Violencia hacia las mujeres y las niñas, junto a la Federación de Mujeres Cubanas y otras entidades e instituciones aliadas.
Entre los rasgos más tradicionales inscritos en la subjetividad masculina están los del hombre proveedor y protector, de acuerdo con los resultados preliminares de un estudio regional que exploró los imaginarios juveniles acerca de la violencia de género.
Sin embargo, entre las muchachas los modelos se flexibilizan un poco y emergen arquetipos que van desde lo más tradicional, que es ver a la mujer como símbolo de delicadeza y demandante de protección, hasta el modelo que defiende a todo costo su autonomía, igualdad de derechos y oportunidades respecto a los hombres.
La investigación regional, cuyos resultados se difundirán en marzo de 2018, abarcó siete países y fue realizada por la organización no gubernamental OXFAM Internacional y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso).
En la región de Latinoamérica y Caribe se generan campañas e iniciativas en alianza con organizaciones de mujeres y feministas que apuestan por el cambio de imaginarios sexistas y machistas, además de develar los vínculos existentes entre desigualdad y violencia, precisó la comunicadora Tamara Roselló, especialista de CEOAR.
Algunas de esas experiencias hacen diana en el reconocimiento de los celos como mecanismo de control y no como muchas veces pretender verse, cual acto de amor. «Los celos no son excusa», señala uno de esos mensajes, desde Bolivia, por ejemplo.
En Cuba, la campaña «Eres más», del CEOAR, también busca despertar el interés de la población juvenil con mensajes y actividades que apunten a sus intereses y realidades.
En ese sentido, es también «una batalla contra nuestros propios demonios», señaló Roberto Miguel Torres, comunicador de CEOAR, en referencia a criterio y estereotipos que todavía se producen y reproducen en detrimento de la autonomía y participación femenina en la sociedad.
Entre otras variantes, se sugirió que la campaña tuviera más en cuenta en sus mensajes a mujeres lesbianas y bisexuales. Igualmente se habló de la necesidad de relacionar a violencia hacia mujeres y niñas con otras vulneraciones como la discriminación por motivo de color de la piel, orientación sexual identidad de género.
Participantes en el debate también identificaron la educación como escenario clave para lograr cambios favorables en la población juvenil, desterrar estereotipos y falsas creencias que alimentan actitudes violentas y discriminatorias por razón de género.

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