La educación integral la sexualidad acelera el desarrollo

Insertar procesos de educación de la sexualidad integrales y bien articulados en los sistemas de enseñanza ayuda a construir sociedades más igualitarias, a proteger los derechos sexuales y reproductivos y a prevenir violencias múltiples, coincidieron especialistas reunidos en La Habana.

Pero, ¿cómo llegar de manera efectiva a todo el sistema escolar de los países de América Latina y el Caribe con programas basados en la llamada Educación Integral de la Sexualidad (EIS)?
La interrogante, pertinente y compleja, lideró tres de los espacios de debate del recién concluido 8vo Congreso de Educación, Orientación y Terapia Sexual, realizado en la capital cubana del 27 al 29 de junio y dedicado a promover que las escuelas se posicionen «a la vanguardia» de este desafío.
Representantes de Ministerios de Educación de una veintena de países junto a investigadores y expertos de organizaciones de las Naciones Unidas insistieron en que no basta con estar de acuerdo con las ventajas de la EIS, si no se logra concretarla.
El Simposio sobre «Avances, desafíos y lecciones aprendidas en la ampliación a escala de la Educación Integral de la Sexualidad», la III Reunión de Expertos y Expertas y el Taller sobre las Orientaciones Técnicas Internacionales de Naciones Unidas para la EIS aportaron recomendaciones para hacer sostenibles metodologías y programas que ya existen.
A la par, bajo la coordinación del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), con apoyo técnico y financiero del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) y la UNESCO, en esos encuentros se negociaron estrategias para abarcar todo el sistema escolar y no quedar solo en una aplicación puntual de proyectos.
Considerados entre los más importantes resultados del Congreso, estos eventos «permitieron identificar una ruta permeada de retos y prioridades que nos inspiran a seguir trabajando», aseguró durante la clausura la doctora Mariela Castro, directora del Cenesex.

Obstáculos para el cambio
El UNFPA define la Educación Integral de la Sexualidad como un enfoque de la educación sexual, sostenida en el ejercicio de los derechos humanos y la igualdad de género, tanto dentro como fuera de la escuela.
Asumirla implica «una visión holística de la sexualidad y del comportamiento sexual, que va más allá de la prevención del embarazo y de las infecciones de transmisión sexual», refieren las Directrices operacionales del UNFPA para la educación integral de la sexualidad, publicadas en 2014.
La propuesta busca dotar a niños, niñas y jóvenes «de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que les permitan desarrollar una visión positiva de la sexualidad, en el marco de su desarrollo emocional y social».
Un proyecto tan ambicioso como ese está lejos de haber sido institucionalizado en la mayoría de los países de Latinoamérica y el Caribe, según confirman estudios actualizados en 2018 por la Oficina Regional del UNFPA.
Aun cuando prácticamente todos los países cuentan con bases legales para la EIS, avaladas por algún tipo de instrumento normativo, en el 33 por ciento de ellos no hubo avances en este campo durante los últimos tres años, mientras que en otro 33 por ciento se han producido significativos retrocesos.
Según los estudios, el diseño curricular en esta materia se realiza, principalmente, de manera centralizada y en 73 por ciento de los países se incluyen esos contenidos en la malla curricular, aunque la calidad, profundidad e integralidad es muy diversa.
«A pesar de los avances, la región de América Latina y el Caribe enfrenta desafíos relacionados con el auge de tendencias conservadoras, situación que se reconoce como un obstáculo para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos», reconoció Castro Espín durante las sesiones del Congreso.
Entre 2015 y 2017 países latinoamericanos como Panamá, Paraguay o Colombia, por solo citar algunos, fracasaron en sus intentos de aprobar guías metodológicas para la educación de la sexualidad en sus sistemas educativos estatales.
Fuertes resistencias promovidas desde espacios políticos y religiosos movilizaron a asociaciones de padres, a partir de campañas clásicas de desinformación muy bien construidas, en protesta contra esos instrumentos docentes que supuestamente amenazaban el papel de las familias en la «formación moral» de niñas y niños.
Al estilo del Medioevo, se quemaron libros en las calles, se montaron manifestaciones populares y se generó un clima de intolerancia que aún subsiste en muchos de esos países, bajo lemas al estilo de «con mis hijos no te metas», acusando a estas metodologías de «adelantar» los comportamientos sexuales entre adolescentes, entre otras quejas.
«La evidencia, que se ha incrementado en este período, sigue comprobando que al contrario de lo que cree mucha gente, la educación en sexualidad, cuando está bien hecha, no adelanta la edad de iniciación sexual, no aumenta el número de parejas y esa preocupación no induce a comportamientos poco responsables, sino todo lo contrario», explicó a SEMlac Mary Guinn Delaney, asesora regional en Educación y Salud para América Latina y el Caribe de la UNESCO.
«Si podemos llegar a personas jóvenes antes de que inicien su vida sexual es bastante más probable que tomen decisiones más responsables, se cuiden más y se preocupen por los demás», agregó la experta, quien participó de la coordinación de los encuentros sobre EIS en La Habana.
La insuficiente preparación del profesorado, el personal de salud y otros sectores clave en los enfoques, contenidos y metodologías de la EIS, la falta de voluntad política y la desarticulación entre los diferentes sectores sociales están entre los retos más importantes para implementarla, según la cita de La Habana.
Al respecto, se consideró necesario acelerar la frecuencia de reuniones con este propósito y se identificó a Cuba como un escenario propicio para darles continuidad, como se viene haciendo desde 2012 y 2015, en el contexto de los congresos convocados por el Cenesex.
«Cada uno de los encuentros ha representado avances significativos porque hemos podido abordar distintas áreas que son claves para instalar programas, pero ahora estamos hablando de acelerar el progreso de Educación Integral en Sexualidad», sostuvo a SEMlac Alma Virginia Camacho, asesora regional de Salud Sexual y Reproductiva del UNFPA para América Latina y el Caribe.
La experta, también coordinadora de los debates, considera que en ellos se han trabajado marcos conceptuales, se ha revisado el estado del arte del tema, y se ha avanzado en estrategias regionales y análisis de los marcos de monitoreo y evaluación.
«Y en esta ocasión, creo que hemos colocado un tema que es de preocupación para los países, para UNFPA, para el Cenesex y para el gobierno de Cuba: el escalamiento de los programas de Educación Integral en Sexualidad a nivel nacional, es decir, asegurar que los programas lleguen absolutamente a todos los niños, niñas y adolescentes de nuestros países. Por eso ha sido tan importante», sentenció.

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