Por Raquel Sierra / raquels@enet.cu
Una joven se para en una azotea y, con los brazos muy pegados al cuerpo y la cara inclinada al cielo, recibe la lluvia. Esta imagen la capta una instantánea de la fotógrafa Leysis Quesada y se incluye en la muestra Agua… lo masculino y lo femenino, singular proyecto en el que exponen una veintena de artistas de la plástica en Cuba.
Inaugurada el 11 de octubre en el Museo Nacional de Bella Artes, en la capital cubana, esta nueva propuesta del Proyecto Palomas, que dirige la realizadora Lizette Vila, pretende «convertirse en un observatorio de reflexión, el ejercicio de un conocimiento a favor del desarrollo humano sostenible y sustentable, la esencia para crear una conciencia que contribuya a un civismo ecológico, desde la cultura del buen vivir».
A juicio de Vila, «es una percepción, desde la creación artística, del agua, como uno de los elementos esenciales para la Vida, una codificación de todos los sentimientos y emociones que mueven a la humanidad, a su salvación o perdición, una decisión de todas y todos».
Según declaró a SEMlac la coordinadora de Palomas, todos los seres humanos necesitamos del agua, adoptada como imagen alegórica de la relación entre hombre y mujer, y Agua …lo femenino y lo masculino es un mensaje por la equidad de géneros, la igualdad, la diversidad y la no violencia, principios que desde hace años promueve el Proyecto Palomas.
«El agua es una función inteligente de cooperación, de concordia y de alianza, mediante los afectos que brotan en las relaciones privadas y públicas de cada persona, un razonamiento sobre la convivencia, para una cultura de paz», dijo.
La expo-instalación está conformada por 12 obras fotográficas de igual número de profesionales cubanos de la fotografía, de reconocida trayectoria, así como una colección de aguamaniles creada por el ceramista Raciel Feria, donde yacen las aguas coloniales elaboradas por la alquimista Yanelda Mendoza.
Las instantáneas fueron hechas por Juan Carlos Alom, Arien Chang, Julio Larramendi, Raúl Cañibano, Humberto Mayol, Leysis Quesada, Roberto Salas, Liudmila Velasco, Nelson Ramírez, Pedro Abascal, Lissette Solórzano, Mario Díaz y Jorge Luis Álvarez.
Integran este proyecto una banda audiovisual con la selección de las obras de los artistas participantes y personas invitadas, explicó a SEMlac Humberto Mayol, uno de los fotógrafos y coordinador general junto a Vila.
En sus palabras al catálogo, la curadora, investigadora, crítica de arte y artista Hilda María Rodríguez Enríquez señala: «más allá e incluso amén de todos los postulados profanos y divinos, el agua es esencia vital, y de ella, la lluvia, la llamada bendita del cielo, sostiene en fundamento, a la vegetación, los animales y los seres humanos».
A propósito de la concepción filosófica que sustenta la muestra «y, justo por la recurrente presencia de la mujer en muchas de las obras, es propicio mencionar la existencia de muchos ritos para hacer llover, los cuales se realizan alrededor de la figura femenina y como incluso, en varios lugares de Asia, África y Europa, persiste la creencia de que las mujeres pueden provocar la precipitación, cuando aran la tierra», indica Rodríguez.
Las personas que asistieron a la inauguración del espacio recibieron, en soporte digital, una multimedia sobre la expo-instalación y otra sobre el cambio climático, con valiosas informaciones.
Uno de los textos señala «el agua es uno de los recursos más preciados del planeta, es una necesidad y un derecho humano primordial. Sin embargo, casi una sexta parte de la población mundial no tienen acceso a ella. En esta crisis, las más afectadas son las mujeres ya que, en muchas sociedades, juegan un papel central en la obtención, manejo y distribución de este líquido vital».
Esta nota pone en evidencia las desigualdades de género relacionadas con el líquido: «las mujeres pobres son las que se enfrentan día a día a la carencia y los obstáculos para acceder al agua potable. Además, son ellas quienes resuelven esta necesidad familiar, porque el agua que está estrechamente vinculada con el trabajo cotidiano que se les asigna en el interior de los hogares».
Otra alerta que «la discriminación de género y su relación con el agua también afecta a millones de niñas, sobre todo cuando su papel se reduce a quedarse en casa para limpiar, preparar la comida, cuidar de los hermanos más pequeños, además de tener que ir todos los días a recolectar agua».
Los materiales comprenden reportajes y programas televisivos relacionados con el uso del agua en la agricultura, la contaminación y los beneficios del agua para la salud, entre otros, dirigidos a sensibilizar y mover a la reflexión sobre un tema que concierne a todas las personas por igual, según destacó en la presentación la periodista cubana Mara Roque.
En la exposición colaboraron organizaciones como la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), la Embajada Británica en La Habana, la agencia de noticias IPS, el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA).