“Creamos una lata especial para reconocer a quien ignora rótulos, desafía los prejuicios y asume quién realmente es. Esta Coca es orgullo. Esta Coca es respeto. Esta Coca es Fanta”. Con este mensaje impreso, Coca-Cola Brasil distribuyó a los funcionarios de su sede en Río de Janeiro latas del más popular refresco del mundo como parte de una acción interna en apoyo al día del “orgullo gay”.
Las latas también llevan la frase en portugués: “Essa Coca é Fanta e daí”. En español podría traducirse como “Esa Coca es Fanta… y qué?”. “Essa Coca é Fanta” es una expresión popular usada para designar que algo no es original. En algunos ambientes también se utiliza para señalar que alguien es homosexual. Y la expresión “e daí” indica que aquel a quien es dirigida no debería “entrometerse”. Es usada como respuesta para comentarios que se consideran inoportunos.
Coca Cola señaló que es una forma de defender la diversidad y el respeto a todas las orientaciones sexuales. La asesoría de comunicación de la empresa explicó que tomó la popular frase y “le dio otro giro”. Es una forma de “posicionarnos a favor del respeto a la diversidad” y de concienciar “contra los prejuicios, la discriminación y la homofobia”, apuntó el staff.
El texto está impreso al frente en letras blancas sobre el clásico fondo rojo de la marca. En la parte de atrás otro texto informa que se trata de una edición conmemorativa al Día Internacional del “orgullo LGBT+”.
El uso de la frase parece algo simple y lúdico, pero en realidad incorpora dos principios defendidos por la ideología de género: la “subjetividad” en la autoasignación de “género” y el ejercicio “performativo” de la sexualidad, detallados por la filósofa Judith Butler en El Género en disputa: feminismo y la subversión de la identidad publicado en 1990.
Un correo electrónico enviado a todos los funcionarios de la empresa informa que la iniciativa fue diseñada por el “Grupo Diversidad” de la corporación en Brasil para “construir juntos un presente más inclusivo”.
La compañía explica que la edición especial de latas es limitada, no está a la venta y se ha expuesto sólo en los refrigeradores de su edificio sede en el barrio de Botafogo.
Un empleado que trabaja en ese predio y que prefirió no ser identificado dijo a Actuall que el hecho de haber sido una edición “limitada” y no comercializada es una jugada de mercado para tornar el objeto “algo raro y deseado”.
“De hecho, la directora de comunicación informó a todos los medios del país y subrayó que las latas no serían vendidas, sólo quieren ayudar a tornar más normal aceptar como natural cualquier género”, apunta.
Con información de Actuall