Construir emancipación desde la memoria, la diversidad y los feminismos

La Habana, noviembre, (SEMlac). – La construcción de alternativas emancipatorias y la lucha contra las múltiples dominaciones y sistemas de opresión no está completa sin los aportes de los feminismos, coincidieron participantes en el taller sobre Paradigmas Emancipatorios realizado el 10 de noviembre en La Habana.

Para Yaima Rodríguez Alomar, del grupo América Latina, Filosofía Social y Axiología (Galfisa), del Instituto de Filosofía, reconstruir este camino implica “acotar ideas, analizar cómo las propuestas teóricas y metodológicas han tributado a una práctica liberadora y recuperar la memoria afectiva de un proceso que ha sido también experiencia de vida para muchas personas y ha estado vinculado a la propia formación y desempeño del grupo Galfisa”.

Dedicado a sistematizar la trayectoria completa del evento —desde 1995 hasta 2024—, el taller centró su mirada en las vivencias compartidas, los debates sostenidos y las premisas conceptuales que han definido los talleres internacionales sobre Paradigmas Emancipatorios.

Taller sobre Paradigmas emancipatorios
El encuentro reconstruyó vivencias, debates y ejes conceptuales que han definido la historia de los talleres internacionales sobre Paradigmas Emancipatorios. Foto: SEMlac Cuba

El encuentro reunió en el Instituto de Filosofía a participantes de varias generaciones para reconstruir la memoria crítica de ese proceso que, a casi tres décadas de su primera edición, ha marcado la reflexión y la acción política en Cuba y América Latina.

Rodríguez destacó también que esa sistematización incluye “visibilizar los desafíos, las diversas experiencias y voces que ha tenido el taller”.

Pero también busca identificar etapas e hitos, no solo cronológicos sino temáticos, como el momento en que se incorporaron las propuestas y el pensamiento feminista, las epistemologías del sur y la educación popular, no solo como concepción ética y política sino también como tema, agregó.

Yaima Rodríguez Alomar, del grupo Galfisa del Instituto de Filosofía
Yaima Rodríguez Alomar, del grupo Galfisa del Instituto de Filosofía, destacó la importancia de la dimensión feminista, ética y política de los debates en Paradigmas. Foto: SEMlac Cuba

Ese giro fue determinante, pues “no seríamos lo suficientemente coherentes en la construcción de paradigmas emancipatorios y alternativas de resistencia si no hubiésemos incorporado la perspectiva feminista en los talleres, que ya tienen 30 años”, asegura a SEMlac Mirell Pérez González, también investigadora de Galfisa.

En sus palabras, “la emancipación transforma estructuras de poder, pero también formas de pensar, sentir y convivir. El feminismo no solo aporta una crítica profunda al patriarcado, sino que es eje transversal a la hora de entender el sistema de dominación múltiple”.

En su opinión, los talleres internacionales sobre paradigmas emancipatorios son un espacio de compromiso, de acompañar la diversidad de luchas y colocar en el centro la posibilidad real de la vida y la esperanza. “No podemos construir esta apuesta y darle sentido a la vida sin la perspectiva feminista”, enfatiza Pérez González.

Desafíos y luchas colectivas

Más allá de la memoria feminista, el taller reconoció la importancia que ha tenido la lucha por la diversidad en el proceso. “Hay un eje en Paradigmas, casi desde el inicio, que se fue conformando y madurando poco a poco: el reconocimiento y el tratamiento de la diversidad en un sentido profundo”, afirma Alberto Pérez Lara, del Instituto de Filosofía.

“No es solo la necesidad de reconocer las diversidades, sino de construir lo político sobre la base de la diversidad. Paradigmas nos permitió madurar en ese pensamiento”, asegura el investigador.

Estos talleres también se reconocen como un espacio donde las luchas feministas han dialogado con los diferentes movimientos sociales, en un marco de acción emancipatoria, frente a lo que el filósofo Gilberto Valdés llama “la barbarie excluyente, patriarcal, discriminatoria y depredadora del capital”.

Su reflexión —recuperada en el encuentro al volver a escuchar las palabras que Valdés dirigiera a los participantes en la séptima edición de Paradigmas— recuerda una convicción cardinal: “Desde el pensamiento único se puede llegar fácilmente al pensamiento cero. Es preciso tomar postura. No hacerlo es inconsciente, cobarde y suicida”.

Lejos de ser una mirada nostálgica, la reconstrucción histórica está orientada al futuro. Ernesto Teuma, integrante del equipo editorial de la revista digital La Tizza enfatiza en la importancia de recuperar la memoria, pero desde el análisis de qué salió bien o mal, qué podría ser diferente y por qué hay cosas que necesariamente tienen que ser distintas hoy.

Taller sobre Paradigmas Emancipatorios
El taller reunió a participantes de varias generaciones para reconstruir la memoria crítica de un proceso que, a casi tres décadas de su primera edición, ha marcado la reflexión y la acción política en Cuba y América Latina. Foto: SEMlac Cuba

Nos centramos en identificar las emociones que nos atraviesan —pesimismo, derrota, tristeza, nostalgia, optimismo— pero también pensar de manera práctica en cosas que Paradigmas podría catalizar e impulsar a partir de sus debates en Cuba y en América Latina, comenta Teuma.

A juicio de Pérez González ese es un horizonte ante el cual emerge nuevamente como brújula la perspectiva feminista. “Esa angustia también es política y debe colocarse; no se trata de ocultarla. Las emociones también son parte de los catalizadores”, precisa.

Para la investigadora, es necesario además entender que nos atraviesan múltiples desigualdades y que las historias de vida, testimonios y resistencias de las mujeres siguen estando invisibilizadas. De ahí “la apuesta por construir una emancipación posible y colectiva que nazca desde nuestras narrativas antipatriarcales, nuestros cuerpos, territorios, que hable de los cuidados desde sentidos humanos, éticos y liberadores”, dice.

Giselle Armas, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso-Cuba), añade que el Paradigma de 2026 “debe recuperar la fuerza, los imaginarios, las subjetividades y el espacio colectivo que marcaron encuentros como el de 2017, pero pareciéndose a la Cuba de hoy y a las realidades que nos están atravesando”.

El taller reconoce también la dimensión regional de este evento. Para Joel Suárez, del Centro Memorial Martin Luther King Jr., “hay temas urgentes de cuidado y esperanza que pueden ser transversales. Paradigmas ha estado al servicio de los procesos políticos en la región y puede ser una contribución fundamental como lo fue en los años 90”.

A su juicio, el evento ha contribuido históricamente a “reconectar a Cuba con el pensamiento heterodoxo, crítico y revolucionario de América Latina”, vocación que, enfatiza, debe mantenerse en un contexto de crisis progresista y ascenso de fuerzas reaccionarias.

Georgina Alfonso, directora del Instituto de Filosofía, subraya la esencia de Paradigmas como un lugar de diálogo de saberes entre personas comprometidas con la transformación social revolucionaria: “Es un espacio de reflexión para organizar luchas, movilizarnos, formarnos y comunicar, articulando teoría y práctica desde el pensamiento crítico”.

La metodología del evento se basa en el trabajo en comisiones, donde cada grupo tiene rostro propio y se construye de manera colectiva, agrega Alfonso. Esta estrategia fomenta la participación equitativa, el reconocimiento mutuo y la corresponsabilidad, refuerza la solidaridad como un hecho político y asegura que las acciones no dependan solo del liderazgo de pocas personas.

Al mismo tiempo, estos talleres apuestan por la continuidad generacional. “El cambio generacional no genera traumas; cada quien asume desde su contexto con otra dimensión política, ética y estética”, explica Alfonso.

Para la filósofa, Paradigmas combina reflexión crítica, acción política y solidaridad, valores centrales de los enfoques feministas y de las luchas progresistas en América Latina. Treinta años después este continúa siendo lugar para pensar la emancipación y los derechos frente a múltiples dominaciones y opresiones, sostiene.

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