Decir Sara Gómez puede no significar nada para algunas personas o poco para otras, pero para quienes tuvieron el inmenso honor de conocerla y vivieron el tiempo de esa increíble mujer, decir su nombre es recordar la época de un cine diferente.
Aquella realizadora, que vivió desde 1942 hasta 1974 y todavía vive hoy en el recuerdo de quienes la acompañaron, dedicó su obra a la cultura y la identidad cubana y así se fue integrando a los sectores más marginales de la sociedad.
En ella sobresalió siempre la mirada intuitiva y sociológica a los conflictos sociales, lo que dejó ver en cada uno de sus documentales.
Al decir de las personas más cercanas a ella, fue una mujer excepcional, buscaba constantemente la otra cara de la realidad, esa que no todos mostraban, y dejó abierto un camino dramatúrgico para el cine cubano.
Sara fue siempre una suma de interrogantes y quedó en nuestra historia como la primera mujer en realizar un largometraje en Cuba, De cierta manera, aunque la muerte no le haya permitido terminarlo.
En homenaje a esa increíble persona que fue, se presentó el libro Sara Gómez un cine diferente, de Olga García Yero, el 14 de diciembre, en el Centro Cultural Fresa y Chocolate de La Habana. El texto constituye un aporte al estudio de la obra de una de las figuras femeninas de mayor alcance y relevancia en el contexto de nuestro cine cubano.
La intervención principal en la presentación estuvo a cargo del prologuista de la obra, el escritor cubano Reinaldo González, quien refirió que este producto es un acto de justicia con Sara.
González también resaltó la capacidad de la autora al pasar de investigadora literaria a investigadora social y lograr captar, a través de un caleidoscopio, la vida tan diversa de la cineasta.
Un auditorio heterogéneo, compuesto por quienes de una forma u otra han compartido su vida con la cineasta, la homenajeó como mejor se puede hacer a alguien de su talla, recordando su vasta obra.
Los realizadores de cine Rigoberto López y Enrique Pineda, junto a la poeta Nancy Morejón y otras personalidades de la cultura cubana compartieron, durante la presentación del libro, sus experiencias junto a la mujer negra, realizadora y amante de la literatura, quien tenía entre sus esencias de vida el retrato su tiempo.
Desde el cariño que les unió siempre, Rigoberto López, quien fuera asistente de dirección de Sara, comentó sobre sus mejores tiempos con ella y le agradeció por ser el cineasta que es hoy.
«Hay que aprender de su método de trabajo, de su persuasión y de cómo se ganaba a sus entrevistados. Sara inició un lenguaje, una propuesta dramatúrgica en el cine cubano que ojalá podamos reasumir», resaltó.
Por su parte, la intelectual y escritora cubana Nancy Morejón rememoró la primera vez que habló en público sobre Sara Gómez, después de su muerte, que constituyó para ella un duro golpe. «Ella se propuso cambiar la vida, ya eso es un proyecto que nos supera a todos», resumió.