Un estudio sobre violencia contra las mujeres en 2003, en México, demostró que, entre las usuarias de los servicios de salud pública, el 17 por ciento reportó haber sido alguna vez en su vida víctima de violencia sexual. De ellas, el ocho por ciento la vivió antes de los 15 años, de acuerdo con el documento «México: Addressing Family and sexual Violence through public Policy». El texto, publicado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), señala que, frecuentemente, el perpetrador de estas agresiones es el padre, padrastro o algún miembro de la familia. La encuesta también reveló que la violencia suele ser de niveles altos cuando es causada por alguien involucrado emocionalmente con la víctima. Por ello, el cuarto Programa de País que están desarrollando desde 2002 el UNFPA y el Consejo Nacional de Población (Conapo), con miras a finalizar este año, tiene como uno de sus principales objetivos la prevención de la violencia sexual y el desarrollo de campañas de información y comunicación en salud sexual y reproductiva. Para ello, uno de los proyectos en México es el «Implementing a Strategy for Comprehensive Care for Survivors of Sexual Violence in Latin America: Linking Health Services, Legal Services and Community-based Initiatives» (CIMAC)
2007-04-06