«La Iglesia, el Estado, las ONG´s, los sindicatos, los periodistas, los abogados, las trabajadoras sociales, las psicólogas han sido mis parásitos. ¿Y los tuyos, cuáles son?», preguntó a un auditorio Sonia Sánchez, una mujer que vive en estado de prostitución. Sonia es argentina y Maria Galindo, boliviana. Ambas integran Mujeres Creando, una organización feminista autónoma que plantea la creatividad como instrumento de cambio. Ambas son autoras del libro «Ninguna mujer nace para puta» (La Vaca Editora), en el cual analizan, desde la óptica de la mujer en situación de prostitución, toda la maquinaria política, ideológica y filosófica que las ignoró a lo largo de la historia. «Ninguna mujer nace para puta» invita a reflexionar sobre la existencia de un Estado proxeneta propio del sistema patriarcal. También define y denuncia a fiolos (el Estado, el patriarcado) y parásitos (sindicatos, iglesias y ONGs). La presentación de este volumen tuvo dos instancias públicas. La primera se desarrolló en la Plaza Once, ubicada en el barrio porteño de Balvanera. Plaza Once es un espacio de multitudes urbanas y allí hay prostitutas que conviven las 24 horas junto a proxenetas y clientes. Por esto, María y Sonia encabezaron la primera acción de rebelión del miércoles 6 de junio y, junto a un centenar de mujeres, decidieron rebautizar ese lugar como «Plaza de los Prostituyentes». Pintaron graffitis que decían: ¡No son clientes, son prostituyentes! En sus arengas, enfatizaron estar en contra de la hipocresía de los sindicatos que llaman a la prostitución trabajo sexual. También apuntaron contra los profesionales y a las ONGs que se acercan a brindar soluciones a las mujeres en estado de prostitución.(SEMlac)
2007-06-29