No a impunidad de violadores

Las manifestaciones por el 8 de Marzo en República Dominicana estuvieron dominadas por la reiteración del descargo de culpabilidad de uno de los ocho violadores de dos niñas dominicanas, quienes también violaron a la madre, una enferma psiquiátrica. Pese a la gravedad de los hechos, los individuos permanecen en libertad, salvo Tirsón Vázquez Mancebo, apresado el pasado domingo; y Ernesto Pérez, alias Meneo, quien había sido liberado antes por el tribunal del municipio de Jimaní, a unos 300 kilómetros al oeste de la capital dominicana, donde se conoció del hecho, alegando que «el imputado no había sido notificado por escrito», como prescribe el Código Procesal Penal. Enterada la opinión pública por las denuncias de la Colectiva Mujer y Salud, se generaron acciones y, el jueves 6 de marzo, el nombre y actos del individuo estuvieron nuevamente ante el Tribunal, que consumió hora y media en dar lectura pública a los argumentos del acusado. Entre los siete restantes, tres sólo son mencionados como «los mudos». Con sus manos endurecidas por el contacto con la tierra y sus rostros de vigilia, un millar de campesinas afiliadas a la Confederación Nacional de Mujeres del Campo (CONAMUCA) se concentraron frente al Congreso de la República, donde fueron recibidas por el Presidente de la Cámara de Diputados, a quien trasladaron sus reclamos (SEMlac).

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