Personas trans y privación de libertad: nuevas leyes y viejas brechas
Nadie le preguntó dónde quería cumplir su sanción. Su cuerpo, más masculino de lo que ella desearía, le parecía a los otros suficiente argumento para enviarla a un centro penitenciario de hombres, donde le cortarían el pelo, sin saber que ello sería una marca que llevaría de por vida. Para el hoy licenciado Orestes Álvarez Armenteros, esa primera experiencia de privación de libertad fue muy dura, no solo por el momento de su vida en que ocurrió, cuando se preparaba para entrar a la universidad; sino por la discriminación de la que fue objeto, tanto por los oficiales como por los propios internos.Leer más