Hay escenas clásicas que se repiten indistintamente a lo largo de una parte de la literatura, las novelas y las películas románticas. Varían los escenarios, los contextos, los personajes y hasta las palabras, pero básicamente sucede lo mismo, una y otra vez, en decenas de historias diferentes.

Una chica buena -si es pura y virginal mejor- conoce a un chico malo pero admirado por todos que, en primera instancia, la agrede y se burla de ella. Supuestamente empieza a enamorarse, pero es demasiado inmaduro o carga con demasiados traumas como para asumirlo. Ella identifica todos sus defectos durante los primeros encuentros: la violencia, la agresividad, la promiscuidad.Leer más

¿A qué nos referimos cuando hablamos sobre las mujeres en el cine cubano? ¿A la presencia de temas femeninos? ¿Al instante en el que las mujeres hablan sobre sí mismas? ¿Al intelecto que muestren como directoras de película, con el tema que sea? ¿A todas estas cosas a la vez?

A pesar de que para muchos especialistas la cinematografía siempre ha sido machista, patriarcal, un ambiente de y para hombres, a partir del triunfo revolucionario en Cuba, de manera muy paulatina, comienzan a llegar mujeres a los espacios de hacer cine. Sin embargo, no es hasta la pasada década de los setenta que comienzan a aparecer productos que reflejan las problemáticas de ellas en la nueva sociedad.Leer más

Una campaña de comunicación diferente se ha venido abriendo paso en nuestro entorno mediático desde el 30 de marzo, cuando fue presentada por obra y gracia de las oportunidades de los intercambios virtuales.

Mídete, impulsada desde la oficina de Unicef en Cuba, llega con apuestas grandes. Quizás la primera y más general, pero también una de las más complejas y retadoras, sea ayudar a desnaturalizar las diversas formas de maltrato contra niñas, niños y adolescentes, que suelen pasar inadvertidas en una sociedad como la nuestra, con fuertes herencias patriarcales y donde las relaciones verticales de poder al interior de las familias provocan un espectro amplio de contradicciones y conflictos.Leer más

Visibilizar la violencia de género constituye una necesidad imperiosa, pues permite mostrar sus manifestaciones, causas, así como resulta útil para desnaturalizar prácticas cotidianas que llegan, incluso, a normalizar las múltiples formas de abuso físico, sicológico, sexual, entre otros, que sufren miles de mujeres a diario.

Ello resulta más trascendente cuando esa ausencia sucede en los medios de comunicación, pues ese vacío implica un margen para la desinformación y la falta de reconocimiento de este problema social.Leer más