Proyecto comunitario Vida

Para Natalia Caridad Quintana López, trabajar por los demás, sin esperar nada a cambio, es divisa de vida. Por eso, a sus casi 59 años de edad, se ha dedicado en cuerpo y alma a un proyecto que coloca al ser humano en el centro de todas sus acciones. Su proyecto comunitario familiar “Vida” busca preservar el entorno para las futuras generaciones, a la vez que transforma las vulnerabilidades y problemas sociales de su comunidad.Leer más

SEMlac

Los días de Marlén Barreras dieron un vuelco inesperado hace unos cinco años, cuando escuchó hablar por primera vez de violencia de género en un taller de trabajo y descubrió que había vivido situaciones de ese tipo sin siquiera saberlo. “Mi primer cambio fue ese, reconocerlo”, relata a SEMlac estaLeer más

Niños y niñas se convirtieron en activistas por laNo violencia de género. Por Raquel Sierra/ Fotos: SEMlac En el barrio de Jesús María, ubicado en la parte más antigua de la capital cubana, niños y niñas de escuelas primarias y secundarias se movilizaron el viernes 2 de noviembre con acciones diversas,Leer más

Por Helen Hernández Hormilla Con telas, puntadas y algo de ilusión nacieron los juguetes que desde La Habana viajarán a la República de Haití para los niños y niñas afectados por el terremoto de hace casi dos años. El taller de muñequería “Seguidores de un sueño”, organizado recientemente en elLeer más

Puestos de frente a la construcción cultural de su masculinidad y las inequidades, desigualdades y violencias que esta implica para las relaciones de género, no pocos hombres cubanos confiesan que se han redescubierto como personas.Leer más

Ike afecta Oriente de Cuba.

Desde septiembre pasado cambió la vida de Miguelito, un niño de siete años, tímido ante las preguntas y con una sonrisa escasa de dientes, por la edad. A partir de ese momento, ni su escuela es su escuela ni su casa, su casa.
«Desde que pasó el huracán Ike, que tumbó el techo de la escuela, damos clases en otro lugar, media jornada, porque allí hay otros niños. La casa se cayó, pero mi papá construyó una más chiquita hasta que hagan otra más fuerte», dice sin tristeza, porque el espacio donde solo se conserva el piso le sirve hoy de terreno de juegos, sin los peligros de la calle.Leer más