Más huracanes, ¿otro lado feo del cambio climático?
Las viviendas del nuevo asentamiento, que acoge a quienes perdieron su casa y –luego de poner todo en una balanza– decidieron dejar la loma, incluyen un baño de bloques con techo de hormigón, que en caso de huracán puede servir de refugio para las pertenencias más importantes, lo que evitaría pérdidas para las familias, explica la arquitecta Tania Núñez. Todavía hoy, cientos de personas esperan que sus viviendas destruidas total o parcialmente sean construidas, lo que pudiera demorar indefinidamente debido a la contracción en la construcción, a raíz de la crisis global, que cada día toca más fuerte a la isla de 11,2 millones de habitantes.Leer más