Los impactos de la violencia de género crecen y se complejizan durante el confinamiento, han confirmado especialistas en el tema y organizaciones internacionales y de la sociedad civil en todo el mundo. Pero, ¿han cambiado los mecanismos de prevención y atención al maltrato? ¿Cómo se han adaptado a este nuevo contexto los movimientos y campañas de activismo social y comunitario? No a la Violencia indaga en esta oportunidad acerca de los derroteros de la campaña Evoluciona en estos meses de pandemia. Para ello, conversamos con Ibet García, especialista en comunicación del Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR) y Danielle Laurencio y Juan Carlos Gutiérrez, integrantes de la Articulación Juvenil por la Equidad Social, de OAR, y activistas de la campaña en las provincias de Las Tunas y Villa Clara, respectivamente.
¿Cómo se ha transformado el activismo de Evoluciona en estos meses de confinamiento?
Ibet García: Desde las redes sociales no hemos dejado de evolucionar ni de llevar a las juventudes cubanas mensajes para desmontar las violencias machistas y los imaginarios sociales que sostienen que los hombres tienen el poder sobre las mujeres, sus cuerpos y sus relaciones sociales. Ha sido todo un reto, pero hemos contado con el apoyo de integrantes de la Articulación Juvenil por la Equidad Social, de OAR.
Danielle Laurencio: Desde el inicio de la situación epidemiológica por la Covid-19 en Cuba, en el mes de marzo, el activismo de la campaña Evoluciona se vio obligado a volcarse por completo a las redes sociales. A sabiendas de que el público al que está dirigida la campaña (18-24 años) está y estaría aún más en el entorno digital durante este tiempo, sabíamos que el reto sería enorme. Lograr sistematizar un trabajo que desde 2018 tiene una visibilidad física en algunos espacios, ahora solamente desde el entorno online, implicó palpar de cerca, a través de los diferentes perfiles de la campaña, las preocupaciones y quehaceres de las juventudes cubanas.
Juan Carlos Gutiérrez: El activismo de Evoluciona se ha transformado del espacio físico al virtual, aunque se siguen y seguirán realizando acciones, con todas las medidas de prevención ante la Covid-19. Se ha logrado un mayor énfasis en las redes sociales, teniendo en cuenta el aumento de su uso en el país y en el mundo, a causa de la pandemia.
¿La situación epidemiológica ha modificado el contexto en que ocurren manifestaciones de violencia como el acoso, por ejemplo?
IG: Ciertamente. Pero, sobre todo, se han agudizado en este tiempo de confinamiento los casos de ciberacoso y el control patriarcal en los hogares; la sobrecarga de trabajo a las mujeres. La consejería para la atención a víctimas de violencia de OAR no dejó de funcionar durante estos meses y vía online acompañó a quienes acudían en busca de asesoría.
DL: La situación epidemiológica y, por tanto, el confinamiento, han modificado e intensificado las manifestaciones de violencia en muchos de sus contextos. Si bien ya estábamos alertados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de que podría vivirse un aumento de los casos de feminicidio, una realidad a la que Cuba no escapa, el acoso es otra de las caras de la violencia que ha tomado un notable protagonismo, sobre todo desde el entorno digital. Por supuesto que al estar más tiempo en casa y ser las redes sociales el medio más urgente para relacionarnos, hasta allí se han trasladado los patrones machistas que, sumado al estrés por la Covid-19, dan mucha más fuerza al ciberacoso. Ya Evoluciona tenía entre sus objetivos trabajar esta manifestación de violencia como parte del eje temático «del control sobre el cuerpo y las relaciones sociales de las mujeres» pero, sin dudas, ver cómo se empezaron a manifestar estas problemáticas en Cuba, con mayor fuerza en estos meses, sobrepasa cualquier proyección que se tenga como campaña.
JCG: Estar en confinamiento implica una serie de variables que influyen en los modos de actuar de las personas. Los niveles de estrés, ansiedad y depresión aumentan considerablemente. En este sentido, aumentan las tensiones, discusiones y problemas de la convivencia. Así, la violencia se recrudece, principalmente por los roles de género preestablecidos que deben asumir las mujeres y las niñas, basados en el propio sistema patriarcal. Se evidencian varias tipologías de violencia de género: verbal, emocional y psicológica principalmente, aunque también toman fuerza la física y la sexual, principalmente entre cónyuges. También existen zonas públicas más desprovistas de personas, por lo que se convierten en un espacio propicio para el acoso callejero.
¿Qué estrategias ha empleado Evoluciona para ajustarse a estos tiempos? ¿Dónde están las mayores fortalezas y los mayores retos?
IG-Entre las estrategias ha estado mantener el trabajo de la Consejería de OAR virtualmente, coordinado por un equipo multidisciplinario de psiquiatra, psicóloga y jurista. También el posicionamiento en redes sociales de contenidos en tiempos de confinamiento en el hogar, prevención de la Covid-19, del ciberacoso, así como del control machista, la ciberviolencia y el respeto a la diversidad sexual. En ese sentido hemos posicionado temas relacionados con el auge de los fundamentalismos, y los llamados a la inclusión y la pluralidad. Igualmente, hemos trabajado en el fortalecimiento del activismo y de quienes gestionan redes en temas relacionados con las violencias machistas; la participación colectiva e intercambio con especialistas en temas de juventudes para generar contenidos para las plataformas digitales en forma de boletines, gráficas, postales, caricaturas y audiovisuales.
Como fortalezas, contamos con la retroalimentación de las juventudes, la colaboración de especialistas para generar contenidos y diseños atractivos, con mensajes concisos sobre los ejes que trabajamos. En tanto, como desafíos, identificamos el propio espacio virtual como un reto, porque desde OAR y la campaña nos caracterizamos por una comunicación que parte de la educación popular y, durante estos meses, hemos tenido que adaptarnos a las dinámicas que impone la comunidad digital.
DL: Las estrategias de trabajo y comunicación de Evoluciona, por completo en las redes sociales, han tenido como característica la capacidad de reinventarse constantemente, al ritmo de lo que va sucediendo con la situación epidemiológica. La fortaleza de contar con el activismo de la Articulación Juvenil por la Equidad Social de OAR, en casi toda Cuba, ha permitido mantener el quehacer y el sentir de Evoluciona.
Otra fortaleza es que ya estaban creados los perfiles en redes sociales de la campaña y había un trabajo constante, que en este tiempo solo se ha tenido que sistematizar y potenciar, en aras de lo que exige el actual contexto. Hemos podido hacer una microcampaña de verano #CuerpoDeVerano y estrenar secciones que hasta hoy mantenemos. También presentamos el experimento social «La pornovenganza», asociado precisamente al ciberacoso, y productos audiovisuales con actrices y actores de la telenovela cubana “El rostro de los días”. En paralelo, trabajamos la sección #Despatriarcando, posicionamos postales y carteles con diseños totalmente cubanos y, más recientemente, las cápsulas de video con jóvenes artistas cubanos, con mensajes para vivir una #NuevaNormalidad #SinCovidNiViolenciasMachistas. Por ahí han estado algunas de las mayores fortalezas.
Los retos más urgentes como campaña son consecuentes con las necesidades o peticiones que hay en Cuba ahora mismo, como la necesidad de una ley integral contra la violencia de género. Nos frena, por ejemplo, y nos preocupa, que cuando vamos a denunciar los casos de feminicidio no tenemos las fuentes oficiales o la información más precisa para referenciar y en ocasiones nos demoramos mucho en publicar estas cosas por este motivo.
JCG: En estos meses se han pensado varias estrategias desde la campaña, teniendo en cuenta las características de la pandemia. Las mayores fortalezas han estado vinculadas al uso de las redes sociales como espacio principal, y tener en cuenta las formas en las que las juventudes interactúan y usan su tiempo en esta etapa. Pienso en diversas secciones que se han implementado como #CuerpoDeVerano, #Despatriarcando, #DePelícula, #MiPlaylistEvoluciona, etc. Además, los hashtags: #SinCovidNiViolencias, #EnCuerentenaSinViolencias, #GeneraciónDeAmor, entre otros, nos han ayudado a posicionar los mensajes.
Como retos, creo que lo más difícil ha sido, es y será adaptarnos a esta nueva realidad, sin dejar de realizar el activismo y seguir luchando por la no violencia hacia las mujeres y las niñas, desde cada uno de nuestros espacios.