Víctimas de violencia necesitan atención integral

Especialistas de la isla reconocen el trabajo sistemático en la prevención de la violencia género; sin embargo, el drama cotidiano de las víctimas aún requiere una respuesta integral.

«Hoy podemos hablar de experiencias en educación, formación y trabajo comunitario, pero pienso que nos falta ese sistema integral que supere la atención de urgencia a la víctima de violencia de género», dijo la especialista Mereelén Díaz Tenorio en el coloquio «Eres más: reflexiones sobre la violencia de género en Cuba», celebrado el pasado 25 de noviembre en La Habana.

La necesidad de establecer una instancia estatal única que dé respuesta a la violencia contra las mujeres fue expuesta por especialistas, líderes barriales, organizaciones e instituciones gubernamentales vinculadas a la lucha contra la violencia machista en la cita convocada por el Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero (OAR).

A criterio de la psiquiatra e investigadora Ada Alfonso, esa instancia deberá coordinar los esfuerzos que hoy existen para constituir la «respuesta del Estado cubano» a esta problemática social.

Para Díaz Tenorio, la experiencia más cercana a una respuesta integral en Cuba fue el Grupo Nacional de Trabajo para la Prevención y la Atención de la Violencia Intrafamiliar, creado en 1997 bajo la coordinación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Aunque en la actualidad el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social tiene a su cargo el mandato de continuar el trabajo de ese grupo, algunos especialistas lamentan el declive en el quehacer de esta experiencia.

«Era un grupo multidisciplinario y multisectorial que hizo mucho en el tema de la violencia de género.

spirábamos que fuera una fuerza legal e institucional, más allá de la voluntad y el compromiso personal de quienes lo integrábamos», dijo Díaz Tenorio durante el coloquio.

 

Lo que no se ve, no puede cambiarse

La doctora Alfonso alertó acerca de que las historias de casos que se presentan en eventos científicos pudieran dar la sensación de una baja prevalencia de la violencia machista en el país, duda que a su criterio podría disipar una encuesta nacional o estudios de amplio alcance.

«Este no es un asunto menor, es un asunto complejo. Hay que tener en cuenta que existe una estadística oculta y que las personas pueden arrastrar la violencia durante toda la vida», reflexionó Alfonso durante el encuentro.

Establecer un protocolo de atención a la mujer víctima es un reclamo compartido por profesionales y líderes comunitarios. Pero mientras se hace realidad este empeño, la doctora Ivón Ernand cree que son posibles algunas iniciativas.

Según la psiquiatra, en las instituciones de salud se puede poner en práctica «la primera ayuda psicológica», un conjunto de acciones encaminadas a brindar seguridad a las mujeres que llegan como consecuencia de algún acto violento o por otro motivo.

«A esa mujer hay que tranquilizarla, llevarla a un lugar donde se sienta segura y, eso sí, hacer las preguntas correctas para saber si estamos ante un caso de violencia de género», dijo a SEMlac la especialista.

Ernand cree es necesario ampliar los servicios de consejería que ofrecen proyectos locales y redes comunitarias.

La especialista colabora con OAR en una consultoría para víctimas de violencia machista que ofrece información, apoyo y posibles rutas a seguir.

Activistas y expertas también han señalado la posibilidad de crear una línea telefónica para las víctimas. El proyecto continúa en espera, pese a que en el país funcionan con éxito la línea de ayuda antidrogas y la línea de ayuda de la campaña de prevención del VIH-sida.

«Una línea telefónica anónima pudiera ofrecer ayuda de emergencia, orientar a las mujeres, escucharlas, además de brindarnos información sobre la problemática», opina Ernand.

Si bien poner en práctica cualquier iniciativa llevará tiempo, quienes mantienen contacto directo con las víctimas advierten que su recuperación y futuro bienestar no pueden esperar.

La doctora Alfonso considera que el país tiene a su disposición estructuras y capital humano necesarios para implementar una respuesta integral.

«Hay personas que no pueden esperar, mujeres que sufren y temen por sus vidas. Y con las mujeres sufren también niñas y niños, familiares», alertó Alfonso.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

cinco × 2 =