Por Raquel Sierra/ raquels@enet.cu
Aprender sobre cultura de paz, mediación de conflictos y concertación deviene necesidad en el trabajo en comunidades, instituciones y otros espacios, por lo que la Red de Cultura de Paz, del Centro Félix Varela, insiste en mantener, sistematizar y sostener la articulación con todos sus integrantes.Solucionar conflictos no se refiere solamente a conflictos bélicos, sino también disputas, intereses diferentes y la mediación es una manera de conducir conversaciones difíciles para lograr un acuerdo basado en el consenso. Ello requiere desarrollar pensamientos paralelos y formas distintas de ver la vida, explicó a SEMlac Ana Margarita de la Torre, vicedirectora del centro. «La vida de la red está transversalizada por el enfoque de género, abordamos de qué manera hay una satisfacción de los intereses de las mujeres y los hombres, de qué forma hacerlas mujeres activas en relación con el individuo, de qué manera pueden comportarse en la familia, y cómo las capacitamos», dijo.
Con esa intención se mantiene como integrante institucional la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y en las primeras capacitaciones que se hicieron sobre mediación intervinieron líderes barriales formales de esa organización, quienes hoy por hoy pueden multiplicar los saberes y desarrollar esa práctica en sus espacios de trabajo.
La capacitación en mediación de conflictos comenzó en 2000 y la Red Cultura de Paz se conformó en 2008.
Los temas de mediación y concertación deciden los ejes de trabajo de la Red de Cultura de Paz que, a su vez, constituye un eje fundamental de trabajo del Centro Félix Varela, coordinador de la iniciativa, destacó De la Torre en un panel de intercambio y socialización de la experiencia.
El trabajo de la red se basa en la labor que realizan instituciones y personas en diferentes territorios y ámbitos académicos, investigativos, comunitarios y jurídicos, entre otros, relacionados con la mediación y la prevención de la violencia.
En el caso específico de la violencia contra la mujer, De la Torre aclaró que son mediables siempre que no se trate de o impliquen actos penales.
Entre las instituciones participantes se encuentran el Centro de Investigaciones Sociológicas y Psicológicas de la Academia de Ciencias (SIPS), el Instituto Pedagógico Enrique José Varona, la Universidad de La Habana, el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, los Talleres de Transformación Integral del Barrio e instancias de Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
La red trabaja en encuentros físicos, reúne a psicólogos, sociólogos y otros especialistas de las más diversas ramas del saber y a líderes de comunidades, para que adquieran herramientas que les permitan trabajar y accionar en sus espacios con más éxito, dijo De la Torre a SEMlac.
Para Andrea del Sol Leyva, especialista principal del Taller de Transformación Integral del Barrio (TTIB) Alamar Este, quien ha participado en varios cursos sobre estos temas, «esa formación no se termina, siempre hay la posibilidad de acceder a espacios para quienes trabajamos en el ámbito comunitario, donde es importante el aprendizaje».
«La formación en mediación de conflictos, cultura de paz y concertación toma una connotación mayor a partir de que el país está inmerso en un proceso de reordenamiento económico, laboral y social, que por su naturaleza genera conflictos. La gente hace un poco de resistencia a cambiar, acostumbrada a métodos y maneras de hacer que deben modificarse», opinó para SEMlac.
Las personas se unen a la red de forma voluntaria, con el solo compromiso de compartir el interés por contribuir al desarrollo de una sociedad sustentada en los valores de la cultura de paz y la formación de ciudadanos con capacidad para el respeto, la escucha, el diálogo y la comunicación no violenta para facilitar el perfeccionamiento del proyecto social cubano.
«Todos los especialistas del taller estamos vinculados desde 2008 a la Red Cultura de Paz y hemos llevado la mediación al trabajo comunitario, con una sinergia entre nosotros y el Centro Félix Varela, para la capacitación», destacó Michael Torres, especialista principal del TTIB de Jesús María, un barrio de La Habana Vieja.
«Es importante compartir con esta red porque nos reatroalimentamos con otras personas que se han capacitado. Además, todo conocimiento ayuda porque te provee de herramientas técnicas que puedes emplear después con las personas, porque debemos tener presente que trabajamos con personas y no objetos y esto sirve para una mejor comprensión de la población de las comunidades donde interactuamos», dijo Torres.