Mujeres perciben más la agresión

Por Sara Más
Aunque tanto mujeres como hombres son receptores de violencia en la pareja, ellas se reconocen mucho más agredidas que los varones, según datos obtenidos de una encuesta aplicada por la Oficina nacional de Estadísticas (ONE), adscrita al ministerio cubano de Economía y Planificación.
El estudio sobre factores de riesgo y enfermedades no trasmisibles se basó en las vivencias de la población entrevistada durante el mes anterior y abarcó a más de 22.800 personas en todo el país, 53 por ciento de ellas del sexo femenino.
Como resultado, clasificaron como víctimas de algún tipo de maltrato en la familia el 14 por ciento de las mujeres y el 13 por ciento de los varones.
«Las mujeres se reconocen como las más agredidas, mientras los hombres admiten menos las actitudes agresivas, los gestos bruscos o los empujones como actos violentos», comentó la ingeniera Alina Alfonso León, una de las autoras de la investigación.
Como aspectos notables, Alfonso señaló que el 2 por ciento de las mujeres que sufrieron violencia estaban embarazadas, que el fenómeno afecta más a las no blancas y, además, la mayor cantidad de víctimas y victimarios correspondió al grupo de nivel educacional medio.
«Las personas de nivel educacional bajo también conviven con la violencia, pero quizás no la identifican tan fácil», comentó la ingeniera al intervenir en el V Taller Internacional Mujeres en el siglo XXI, que cada dos años organiza la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana.
Dentro del grupo estudiado, el mayor número de víctimas y victimarios correspondió a las mujeres casadas o unidas, en primer lugar, seguidas por las divorciadas y las viudas.
Los datos finales de la encuesta coinciden con otros estudios locales realizados en la isla caribeña en cuanto a la existencia y manifestación de diferentes tipos de actos violentos.
Si bien el 6,5 por ciento de las mujeres confesó haber padecido de abuso físico; es decir, golpes o empujones, el acto más frecuente fue la agresión verbal. Precisamente, el maltrato de palabra fue visto por muchas personas entrevistadas como un factor desencadenante de violencia.
Los insultos, tanto los dirigidos a los niños y niñas como a la pareja, fueron identificados como conductas de riesgo por más del 80 por ciento de las mujeres entrevistadas.
Sin embargo, más de la mitad de las victimarias admitieron haber insultado a un niño o niña el mes anterior e, incluso, el 8 por ciento de ellas confesó hacerlo con frecuencia. En tanto, poco menos de la mitad tuvo similar comportamiento con su pareja.
«Entre otras muchas conclusiones, este estudio nos hace pensar, sobre todo, en que debemos trabajar mucho para ir hacia un necesario cambio en nuestros patrones de conducta», concluyó la ingeniera Alfonso.
La Habana, noviembre de 2003.-

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