Un mayor reconocimiento de la violencia contra las mujeres como problema social y la necesidad de su desnaturalización parecen ser los saldos más evidentes de la realización en Cuba, desde hace nueve años, de la Jornada Cubana por la No Violencia hacia las mujeres, entre noviembre y diciembre.
«En la última década, los debates y diálogos públicos en torno al tema se han ido ampliando y profundizando», reconoció la profesora Clotilde Proveyer Cervantes durante un panel en La Habana, el 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres.
Entre los avances, la investigadora constata una mayor producción en la investigación científica, particularmente desde las ciencias sociales y de la salud, y la discusión pública del tema.
Como urgencias pendientes señala la ausencia de una respuesta integral a las mujeres que sufren violencia y la falta de articulación entre instituciones y actores que deben brindarles apoyo para salir de esa situación y reconstituir sus vidas.
A la par se aprecia una creciente movilización social en torno a la jornada y su programa de actividades, coinciden especialistas.
En todo este tiempo, logró romperse el silencio y la violencia de género va dejando de ser un tema tabú, mientras más voces se unen al reclamo de una vida sin violencia para las mujeres y las niñas.
Este año una valla pública reitera a las mujeres «Eres más», sesionan mesas de discusión y foros en varias localidades del país y hasta un festival juvenil mezcla arte, ciencia y deporte en la Universidad de Ciencias Informáticas a favor de la paz.
Aunque aboga por trabajar este tema durante todo el año, la psicóloga Mareelén Díaz Tenorio reconoce que, durante la realización de la jornada y sus días de activismo, se intensifican las acciones, cada vez más extendidas a nuevos territorios e involucrando a más personas.
La coordinadora del Programa de Equidad del Centro de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero (OAR) defiende también el valor de convocatorias como la que hizo esa organización el propio 25 de noviembre a una gala artística en la capital cubana, práctica que se repite ya hace varios años, junto a espacios de foros y discusión.
«Los conciertos y las galas convocan a gran cantidad de público y es la oportunidad de sensibilizar a más personas mediante el contacto directo, cara a cara, que apela al pensamiento también, como lo hace el arte, a las emociones y las subjetividades», precisó a SEMlac.
Con ella coincide Tim Cole, embajador británico en Cuba, quien asistió al espectáculo y apoyó su realización.
«El problema de la violencia contra las mujeres tiene alcance global, lo encontramos en todos los países el mundo, aunque con matices y características particulares en diferentes regiones», comentó a SEMlac.
Se trata de un fenómeno que alcanza mayor crudeza en las sociedades donde es más fuerte el machismo, pero en mi país, por ejemplo, producto de la inmigración, confrontamos situaciones como los matrimonios forzados y la mutilación genital femenina, a cuya penalización y eliminación destinamos grandes esfuerzos.
Con el antecedente de haber colaborado en Cuba con la creación de los centros de atención a las niñas, niños y adolescentes víctimas de abuso sexual, que ya funcionan en tres ciudades cubanas, Cole agregó a SEMlac que el apoyo a este tema se corresponde igualmente con los compromisos del Reino Unido por poner fin a todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, así como mejorar la protección y la respuesta a sobrevivientes de violencia.
En alianza con otras organizaciones, la embajada británica apoya el trabajo de OXFAM en el fortalecimiento de actores locales y nacionales para elevar conciencias y capacidades para atender la violencia de género.
«Creo que es un camino en el que podríamos seguir colaborando», consideró el diplomático, partidario de que la violencia contra las mujeres es también un tema de hombres y es necesario lograr un cambio en ellos, quienes ejercen esa violencia.
Cuando apenas la Jornada cubana ha comenzado y restan días que se anuncian intensos en el programa de acciones y actividades, la convocatoria apela, igualmente, a mirar hacia los desafíos.
«Lo que falta por hacer es muchísimo más de lo que se ha hecho», sostuvo Díaz Tenorio a SEMlac, en referencia a las respuestas que necesita un problema social anclado en siglos de discriminación, pero que debe atenderse ahora, integralmente.
«Todavía no contamos en Cuba con un sistema de atención integral centralizado desde el Estado, y eso es muy necesario», insistió.
Agregó que, si bien se promueven acciones desde diversas instituciones y la sociedad civil, no se ha generado aún un sistema de atención que establezca y dé seguimiento a una estrategia nacional integral que vincule a los actores implicados en la prevención, atención y rehabilitación, atendiendo a las causas, manifestaciones e implicaciones de la violencia de género».