La agresividad machista basada en las inequidades sociales entre hombres y mujeres preocupa a un grupo de cubanos, decididos a emprender acciones para detener la violencia de género.
Provenientes de ámbitos diversos como la cultura, la comunicación, la academia, el trabajo comunitario, el rural, la salud y el jurídico, los más de 40 integrantes de la Plataforma de Hombre Cubanos por la No Violencia y la Equidad de Género se comprometen a trabajar por el cambio de sus realidades.
Así lo acentúa la Declaración del grupo, aprobada el pasado 7 de febrero, durante un taller de capacitación realizado en la sede capitalina del Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero (OAR).
El texto refiere el respeto a la dignidad plena de los seres humanos como inspiración del colectivo y se guía por el principio de igualdad reconocido en el capítulo VI de la Constitución Cubana.
Según suscribe, los integrantes de la Plataforma se saben «conscientes de que la violencia de género, fundamentalmente la ejercida por los hombres hacia las mujeres, constituye una de las más graves inequidades y un flagelo al que se ha enfrentado la humanidad».
De ahí sus metas y compromisos, que incluyen «renunciar a toda forma de violencia de los hombres contra las mujeres y otros hombres», superar la complicidad y poner fin al silencio que les alía a quienes actúan violentamente.
Otro propósito es revisar el lenguaje sexista y las bromas que devalúan y descalifican a las mujeres y a los hombres que no encajan en el modelo machista.
Además, identificar y denunciar cualquier forma de violencia en el lugar de trabajo, la familia u otros espacios de socialización; acercarse a las historias de mujeres violentadas, ayudarlas y oponerse a todo tipo de discriminación.
La Plataforma fue creada hace dos años por iniciativa de OAR y con apoyo de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM), pero no llegó a concretarse hasta diciembre pasado, cuando en el mismo lugar sus miembros debatieron extensamente cuestiones metodológicas y de estructura.
Siguiendo los acuerdos de entonces, la reciente reunión se encaminó a homogenizar conceptos como género, masculinidades y violencia, y desmontar mitos como la fortaleza, inteligencia y capacidad de liderazgo que la sociedad endilga a los hombres.
También refrendaron la realización de actividades en sus espacios de influencia individual, que serán apoyadas y monitoreadas por el colectivo.
Para el actor Sergio Morlán, la Plataforma debe lograr la motivación de sus miembros y de los hombres a los que pretende llegar, con actividades creativas.
Otros reconocieron una toma de conciencia en sus propias vidas. «Aunque no era violento este grupo me ha cambiado, porque sin darme cuenta tenía arraigado el machismo y ahora hay cosas que he eliminado», confesó el músico Yosvani Valdés.
El humorista Víctor Rojas, por su parte, comenzó a introducir el tema de género y violencia en sus espectáculos, incluyendo programas estelares de la televisión cubana. Según expresó en el encuentro, el arte es un arma fuerte para llegar a las comunidades, cuando se parte de bases conceptuales.
Para la psicóloga María Teresa Díaz, facilitadora de la Plataforma, «los hombres deben ser incorporados y escuchados en el trabajo por la No Violencia de género».
Su colega Zulema Hidalgo, encargada del Programa de Violencia de OAR, reconoce esta como una demanda de los varones de las comunidades con las que ha trabajado, pues si ellos son «parte del problema, tienen que ser parte de la solución».
La Plataforma pudiera convertirse también en espacio para que los hombres hablen de sus problemas y debatan sus necesidades y preocupaciones personales, sostuvo Hidalgo a SEMlac.
«Hemos llegado hasta los más sensibles con los temas sociales, pero lo más importante es que ellos motiven a los que son resistentes al cambio», añade.