Por Helen Hernández Hormilla
Al cuidado de su padre anciano y de sus tres hijos, con un salario precario y casi sin tiempo para sí misma, María se encuentra encerrada en un círculo de violencia que le impone el contexto socioeconómico y la asignación tradicional de roles de género.
A esa arista poco visible cuando se aborda la agresividad contra las mujeres y las niñas apunta el filme La Demora, del uruguayo Rodrigo Plá, con guión de Laura Santullo, distinguido con el Premio Únete, otorgado por el Sistema de Naciones Unidas durante el 34 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
El lauro, que se confiere por primera vez en el contexto de la jornada cubana contra la violencia hacia las mujeres y como parte de las acciones de la campaña Únete del Secretario de la Organización de Naciones Unidas Ban Ki-Moon, busca reconocer la obra en concurso que mejor refleje esa problemática, en cualquiera de sus formas, incluyendo las más sutiles.
La película hace visible un tipo de violencia común pero naturalizada, apuntó el jurado presidido por Fernando Brugman, coordinador de la Oficina Regional de Cultura de la UNESCO para América Latina y el Caribe, e integrado además por los cineastas Marilyn Solaya y Ernesto Pérez Zambrano.
“Es una obra artística que logra transmitir, haciendo un uso exquisito del lenguaje cinematográfico, la complejidad del drama cotidiano de la protagonista que, por su condición de mujer, sufre la precariedad salarial, la incomprensión institucional, la ausencia de ayuda externa, la soledad emocional y la sobrecarga de trabajo que le impiden desarrollarse plenamente como persona y la mantienen estancada en una situación que, como muestra el final de la película, perpetúa la condición de desventaja e inequidad de la mujer en las sociedades actuales”, señala el acta del lauro.
Solaya subrayó a SEMlac la relevancia del premio como un llamado a incentivar las denuncias a la violencia contra la mujer en el contexto latinoamericano, donde está muy presente.
“Ante un problema social tan complejo como la violencia contra las mujeres y las niñas, creemos que el cine puede resultar uno de los mejores medios para darlo a conocer y combatirlo”, argumentó Brugman.
Luego de visionar las más de 20 obras concursantes que se acercaban al tema de la violencia de género, Solaya considera imprescindible contar con un punto de vista consciente para no caer en el estereotipo que victimiza o se regodea en el morbo, como sucedió con varias de las candidatas.
La calidad cinematográfica en función del contenido resultó uno de los medidores del lauro pues, a criterio de Ernesto Pérez Zambrano, “asumir desde la sensibilidad estas problemáticas puede contribuir de manera positiva a apostar por un lenguaje artístico más arriesgado”.
Incluso cuando no fuera intención de sus realizadores denunciar la estructura social que sostiene la violencia contra las mujeres por motivos de género, La demora demuestra que no es imprescindible la presencia de especialistas para transmitir este mensaje, si al reflejar el drama humano desde la sensibilidad artística se puede alcanzar una obra polisémica, reflexionó el documentalista.
“El premio puede estimular nuevas miradas sobre la obra porque la sutileza con que está contada y la implementación de los recursos expresivos complejizan los procesos psicológicos del personaje y ello demuestra que los problemas de la familia, el envejecimiento, la clase social, entre otros, están interrelacionados con esa violencia de género que subyace en la organización social”, apuntó.
Aunque por lo general se asocia con la agresividad física, la violencia estructural contra las mujeres implica un contexto subyugante para ellas que, a la larga, afecta a todos los seres humanos, pues pasa por el sostenimiento de la inequidad de género que se materializa en desiguales relaciones de poder, opinó el presidente del jurado.
“Son momentos de crisis en todo el mundo, en los que el peso de la familia recae en la mujer y, por tanto, ella debe dejar a un lado su proyecto personal, intelectual y profesional”, destacó por su parte Solaya, realizadora de documentales como Mírame mi amor y En el Cuerpo Equivocado.
La demora se insertará en las acciones regionales de la campaña Únete para América Latina desde la cual comenzará a promocionarse con este punto de vista, indicó el coordinador de la UNESCO.
Zambrano subrayó que “el premio podría servir como motivación, no solo para que en un futuro aparecieran más obras con estas temáticas, sino para que se transite por ellas sin perder el rigor artístico, que es la garantía de trascendencia”.
Durante el 34 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinomaericano varios cines capitalinos transmitieron anuncios de bien público con mensajes de prevención y freno a la violencia contra mujeres y las niñas como parte de la Campaña Únete.
Asimismo, en el ámbito del XXVI Encuentro del Universo Audiovisual de la Infancia Latinoamericana se realizó un taller para profesionales de la comunicación con la idea de socializar herramientas que permitan trabajar la violencia de género en campañas de ese tipo.