Raquel Sierra
raquels@enet.cu
Desde que dirigió Manuela, cuando solo tenía 24 años, hasta Adela, un corto de 2005, el cineasta cubano Humberto Solás tuvo a las mujeres como centro de su atención, vistas desde una mirada sensible. Incluso algunos lo catalogan como un adelantado en el enfoque de género. Precisamente ese fue el tema de uno de los foros de la recién concluida Tercera Muestra Temática del Cine Pobre Humberto Solás, dedicada esta vez a medio ambiente y género, y en la cual especialistas y público reconocieron la luz que tuvo el director de cine para presentar en su filmografía a mujeres transgresoras.
No es solo el hecho de que siete de sus películas tuvieran nombre de mujer, sino que, desde fecha tan temprana como 1966, el director presentara a su personaje Manuela, en el largometraje homónimo, como una campesina que se convierte en guerrillera y no se limita a lavar y cocinar, los papeles tradicionales que les otorgó la sociedad patriarcal. Ella lucha con un arma en la mano y pierde en ello la vida.
El afamado director cubano, ya fallecido, no descuidó a las madres solas, una realidad de hoy: Adela sufre la pérdida de su hijo y dialoga con su recuerdo hasta que acepta su muerte. Solás se enfoca así en la mujer como la persona consagrada a sus hijos, una construcción cultural que, sin embargo, no la prepara para algo tan difícil como sobrevivirlos.
A juicio de la profesora Norma Vasallo, presidenta de la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana y estudiosa del tema, el cineasta cubano se anticipó en el enfoque de género, sacó a las mujeres del corsé cultural al que estaban ceñidas y también reflejó las consecuencias de no seguir las reglas.
Así sucedió con varias de sus protagonistas femeninas, como Manuela, quien pierde la vida en la lucha guerrillera que antecedió al triunfo de la Revolución Cubana en 1959; las tres Lucías de la película homónima (1968); Amada y Cecilia, otros de sus personajes que, desde el mundo privado y el público, socavaron conceptos preestablecidos en sus respectivos contextos.
Solás, creador en 2003 del Festival Internacional de Cine Pobre y fallecido en 2008, fue el director de otros clásicos cubanos como Miel para Oshún (2001) y Barrio Cuba (2005).
Según Isabel Moya, periodista y estudiosa del tema de género, la sensibilidad especial del director lo hizo acercarse al mundo de las mujeres con otros ojos, otra mirada, lo que le permitió abordar tanto sus frustraciones como la posesión a que son sometidas en las guerras las mujeres de los enemigos, como una forma de mancillar doblemente a la mujer y a la patria.
Para llegar a ese camino, la también presidenta de la Cátedra de Género y Comunicación Mirta Aguirre, del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, rememoró sus conversaciones con el director de Lucía, quien reconocía lo importante que fue en su visión la relación de tuvo con su familia de origen.
A su juicio, en las diferentes películas de Humberto “no hay esquematismo para ser mujer, es algo más que ser fuertes, que lavar o fregar”, precisó y resalto “su configuración de lo masculino y lo femenino anclado a su época, en un contexto, pues se es hombre y mujer no en algo abstracto”.
Para la crítica de arte e investigadora Mayra Pastrana, más que adelantado, este director de clásicos del cine hispanoamericano inicia lo que, en ese momento, era tímidamente aparente: los personajes femeninos vistos a través de la mirada de un hombre.
“Humberto tuvo una sensibilidad y una mirada tan capaz que entendió, a todo lo largo de su cinematografía, lo que era la mujer. Un camino no muy transitado todavía hoy por lo que tiene mucho más valor”, consideró.
En los debates del panel “Humberto Solás: un cineasta adelantado en el enfoque de género”, el periodista Rafael Grillo señaló que, en la cinematografía cubana de los últimos 50 años, las mujeres han sido una presencia constante en los diferentes directores.
Al respecto, Danae Diéguez, profesora del Instituto Superior de Arte y estudiosa del tema de género en el mundo audiovisual, destacó que en el caso de Solás no se trata solo de incluirlas como protagonistas, sino justamente de haberlo hecho desde la mirada y el lugar de las mujeres, lo que lo diferencia de otros realizadores.
Octubre de 2010