Sentidos feministas para un 8 de marzo

Experiencias personales y colectivas, reivindicaciones, conquistas, sueños y urgencias muestran una tradición y tejido feminista en Cuba.

Parte de estos sentidos estuvieron en el centro del Espacio Feminista Berta Cáceres, celebrado el pasado 6 de marzo, en el contexto de las actividades por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

El encuentro, que convocó a académicas, activistas, estudiantes universitarias e investigadoras, comenzó con la siembra de un árbol y la rememoración de las fallecidas Berta Cáceres (lideresa hondureña), Blanca Munster y Teresa Lara (economistas cubanas) y la también cubana Olivia Miranda (investigadora del Instituto de Filosofía).

“Sabemos que están porque hemos venido hasta aquí por y para ellas. Esta mañana ellas nos dieron palmaditas en la cara, dijeron: levántate, respira, hermana, toma mi fuerza, queda mucho por hacer”, escribió la guionista Lil Romero.

Espacio feminista Berta Cáceres
En el encuentro se recordó a mujeres semilla: la activista hondureña Berta Cáceres, las economistas feministas Blanca Muster y Teresa Lara, y Olivia Miranda, investigadora del Instituto de Filosofía. Foto: SEMlac Cuba

En un texto breve y muy sentido, Romero se refirió a toda la labor de siembra de las distintas generaciones de mujeres. ¿Cuántas semillas hacen un bosque?, preguntó.

“Las que sembremos y cuidemos, las que reguemos y salvemos. Las que estemos dispuestas a ser, porque cada una somos, para alguien, una semilla”, dijo.

Durante la reunión, celebrada en el Instituto de Filosofía en La Habana, se puso en el centro del debate la pregunta ¿por qué somos feministas en Cuba hoy? Las coordinadoras e integrantes del Espacio Feminista Berta Cáceres comenzaron las reflexiones con una declaración colectiva, que quedó disponible en su canal de Telegram.

“Vivimos tiempos de mujeres. Tiempos donde ya no aceptamos nuestra condición de victimas de pobreza, violencia, despojo, discriminación y juntas nos alzamos como luchadoras y protagonistas de otra historia, aun no contada”, afirma el documento.

“El feminismo popular, anticapitalista y descolonizador ha sido siempre nuestro referente ideológico y crece hoy, desde los saberes, la creatividad, la capacidad de recuperación y sostenibilidad de la vida de las mujeres cubanas”, agrega.

A la lectura del texto le siguió una serie de exposiciones y reflexiones individuales que dejaron ver apuestas comunes.

“Soy feminista porque confío en el tejido que hemos creado las mujeres cubanas a lo largo del tiempo y porque compartimos una historia común. Siempre que haya una injusticia, desde el feminismo existe la posibilidad de reconocerla y al mismo tiempo contribuir a transformarla”, dijo Yohanka Valdés Jiménez, psicóloga y consultora de Oxfam en Cuba.

“Soy feminista primero por mí; haberme adentrado en el feminismo me ha permitido, no solo desarrollarme profesionalmente, sino también en lo personal. Lo hago sobre todo por mi hija, porque quisiera que viviera en un mundo más justo”, comentó Yelene Palmero investigadora del Centro de Estudios de la Mujer (CEM), de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Encuentro feminista Berta Cáceres
«En este 8 de marzo de 2023 nos reafirmamos feministas porque feminismo es pensamiento emancipador vivo, movimiento de transformación real y sentido de vida plural e inclusiva», se afirma en la declaración presentada en el encuentro. Foto: SEMlac Cuba

Entre las motivaciones compartidas también se enumeraron: el impulso de otras mujeres, el impacto de sus legados, la conciencia de las desigualdades de género y su cruce con distintas opresiones, la angustia ante la lentitud de los cambios, la beligerancia necesaria para defender las conquistas, el dolor por las que sufren violencias machistas y son víctimas de femicidio, entre otros motivos.

“Soy feminista porque soy mujer, no tengo otra forma de existir, yo que soy objeto de los sistemas de opresión. No se trata solo de superarse como persona individual, sino luchar por la emancipación colectiva”, opinó Tania Gómez, profesora de Derecho de la Universidad de Matanzas.

La filósofa Yohanka León del Río insistió en el valor del feminismo como teoría crítica de avanzada dentro de las ciencias sociales. Alcanzar la justicia social sin este campo del conocimiento y práctica política resulta inviable a juicio de la investigadora.

“El feminismo es una teoría, un conocimiento social radical que ha demostrado que no puede haber una reflexión teórica sin una práctica de transformación. En la teoría, y en el pensamiento social de vanguardia, también está el feminista”, apuntó Valdés.

Precisamente la capacidad de develar las desigualdades, violencias y discriminaciones invisibles fue lo que atrapó a Iramís Rosique Cárdenas, joven licenciado en Bioquímica y especialista de la Red en Defensa de la Humanidad.

Alberto Pérez Lara, investigador del Instituto de Filosofía, fue otro de los hombres asistentes al encuentro y rescató la necesidad de que existan espacios mixtos donde quienes “llegaron más tarde al feminismo” se sumen a “esta lucha que enfrenta el desafío de la naturalización del patriarcado en la cultura y las subjetividades”.

Para Georgina Alfonso, filósofa y directora del Instituto de Filosofía, existen reivindicaciones y motivos para celebrar, pues se precisa reconocer el camino recorrido y a las mujeres que lo han construido.

Sin embargo, dijo que sigue siendo un desafío que los proyectos revolucionarios abracen el feminismo revolucionario y popular. Alfonso denunció la crisis sistémica que hoy se vive en el mundo y cómo la pandemia agotó los límites del capital, que ahora se reconfigura en los espacios de reproducción de la vida.

“Cuando los retos se hacen más grandes nos sentimos más pequeñas, pero no podemos dejar que nos abrumen y nos inmovilicen. Debemos mantenernos unidas”, propuso Alfonso.

Por su parte Aracelys Rodríguez Malagón insistió en la diversidad de experiencias de las mujeres y alertó que una mirada interseccional es más que listar una serie de opresiones.

“En la medida en que reconozcamos otros feminismos seremos capaces de identificar otras opresiones. Conocer esas desigualdades también nos va a ayudar a que las personas puedan entender qué es el feminismo y no desconectarnos de la realidad cotidiana de las mujeres”, concluyó la afrofeminista e investigadora del Instituto de Filosofía.

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