Por la redacción
Este modo de vida ha llegado a todos los lugares del planeta e intenta satisfacer las necesidades de los seres humanos, sin extender la capacidad de regeneración de la naturaleza.
Sostiene sus prácticas en el respeto a la naturaleza y en el intercambio equitativo de lo que esta brinda. Responde a una filosofía de vida a partir del trabajo en comunidades, con el fin de obtener un desarrollo sostenible.
No aparta la intención de obtener buenas producciones, sino que las enfoca asumiendo los ciclos biológicos naturales, para no alterar el intercambio entre personas y medio ambiente. Sus pilares fundamentales han quedado registrados como: la producción de alimentos, el suministro de recursos, la producción de energías renovables y la organización social.
Emprendedoras propone algunos elementos ventajosos de esta forma de vida.
1. Se construyen sociedades humanas respetuosas con la naturaleza y el ser humano.
2. Estrechamiento de los vínculos con los elementos que componen el sistema natural.
3. Preservación de los recursos del planeta y uso de energías renovables.
4. Sus acciones demandan menos esfuerzos y prácticas agresivas con el entorno.
5. Favorece la biodiversidad y participa en el mantenimiento de las especies animales y vegetales.
6. Los productos cultivados son biológicos, más beneficiosos para la salud.
7. Ahorra superficies, en tanto admite todos los espacios para sembrar, acumular desechos, usarlos…
8. Recupera naturalmente los suelos degradados.
9. Disminuye la creación de residuos, pues casi todo tiene un uso práctico.
10. Apuesta por la inclusión y la unidad de las familias.
11. Diversidad de alimentos para el consumo humano y animal.
12. Sus acciones derivan en el ahorro de la economía familiar.