¿Por qué una Jornada cubana por las mujeres afrolatinas, afrocaribeñas y de la diáspora?

Cada 25 de julio se celebra el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente. Esta iniciativa surgió en 1992, en Santo Domingo, República Dominicana, donde se llevó a cabo el Primer Congreso que reunió a más de 400 mujeres negras de 32 países de América Latina y el Caribe. En esta cita se creó la red de Mujeres Afrolatinas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, cuyo nombre también se utiliza para designar el día. La fecha conmemora este magno evento, a la vez que reconoce la lucha de estas mujeres contra el racismo, el sexismo y la pobreza en la región. Esta celebración es una extensión del Día Internacional de la Mujer y se enmarca en el Decenio Internacional de los Pueblos Afrodescendientes 2015-2024, establecido por Naciones Unidos con el tema: “Afrodescendientes: reconocimiento, justicia y desarrollo”.

El proyecto social cubano, desde sus inicios y a lo largo de todos estos años de Revolución, ha combatido la problemática del racismo y sus consecuencias en el país. En este sentido, se pueden identificar aciertos, limitaciones y desafíos en el tratamiento del tema. Diferentes mecanismos y agencias internacionales han reconocido que las condiciones de vida y desarrollo de las poblaciones afrodescendientes en Cuba superan las de otros países de la Región. Sin embargo, persisten brechas de equidad racializadas, que generan insatisfacciones a pesar de lo que se ha alcanzado, tanto a diferentes niveles en la esfera política, como en los análisis que reflejan expertas y expertos en este tema, activistas sociales y diversos sectores de la población.

Todas las mujeres experimentan algún tipo de desigualdad por motivos de género, dada la organización patriarcal de las sociedades contemporáneas. Sin embargo, la conjunción de variables como el color de piel, la edad y el estatus socioeconómico de pertenencia, entre otras categorías sociales, contribuyen a ampliar estas desigualdades, estrechamente vinculadas con procesos de colonización históricos y postmodernos. El patriarcado tiene efectos diferentes en las mujeres cuando se combinan construcciones sociales asignadas al sexo y la raza. Las poblaciones negras, y particularmente sus mujeres, enfrentan mayores niveles de vulnerabilidad social y económica.

El racismo y el patriarcado son sistemas opresivos con raíces históricas, que se re-crean sistemáticamente dando lugar a relaciones sociales jerárquicas, de poder-dominación, con gran influencia en las condiciones y posiciones que pueden alcanzar los diferentes grupos humanos. Por tanto, dedicar esfuerzos a visibilizar los procesos que reproducen estas asimetrías contribuye a acortar las brechas de equidad y fomentar la inclusión y la justicia social.

La Primera Jornada Cubana por el Día Internacional de las Mujeres Afrolatinas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, llevada a cabo en La Habana por la Articulación Afrofeminista, es una oportunidad para fortalecer la lucha contra el racismo, con énfasis en las mujeres negras y la diversidad de formas de racismos que afectan sus condiciones de vida y bienestar. Es una jornada para combatir los estereotipos, prejuicios y la discriminación racial desde una perspectiva interseccional. También es un espacio para el reconocimiento pleno de los logros, valores y la cultura de las mujeres afrodescendientes a nivel global y en la sociedad cubana.

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