Paternidades emergentes se van abriendo paso

Si bien en la sociedad cubana aún predomina un modelo de masculinidad patriarcal, se identifican nuevas prácticas en el ejercicio de la paternidad, cada vez más visibles, reconocieron especialistas y participantes en un debate sobre el tema.

Desde diversas miradas al ejercicio de la paternidad en el contexto actual cubano, el encuentro fue organizado como parte del foro permanente que convoca el Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero (OAR), institución de inspiración cristiana, bajo el título de «Masculinidades al encuentro de nuevas paternidades».

En los hombres se constata un fuerte arraigo a la cultura patriarcal, a la vez que hay cambios en sus representaciones, actitudes y comportamientos que apuntan a una mayor democratización de sus relaciones sociales, mayor participación en el espacio privado, la crianza y educación de los hijos, señaló Ramón Rivero, subdirector del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).

Esos nuevos roles se asumen muchas veces acríticamente, bajo tensión en relación con lo que de ellos se espera y sin apenas referentes para hacerlo, agregó el investigador, al referirse a algunos resultados del estudio «De la masculinidad hegemónica a las paternidades emergentes», que desarrolla el Cenesex junto a varias instituciones del país.

Aunque se sigue ejerciendo, fundamentalmente, un modelo tradicional de padres, hijos e hijas esperan de ellos que sean sus amigos, consejeros y personas con quienes mantener una buena comunicación.

Entre los frenos y resistencias para el cambio, Rivero mencionó la cultura organizacional y la educación sexista.

Para Yamila González Ferrer, profesora auxiliar de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, también se necesita de un respaldo en políticas que amparen la actuación de las familias y los padres en particular, aunque se requiere igualmente de un conocimiento mayor de las leyes y un cambio de mentalidad que contribuya a su práctica y aplicación.

Aunque algunos padres, por ejemplo, se han acogido al decreto ley que les permite obtener una licencia laboral para cuidar a su descendencia tras el período post natal, en 12 años apenas la lista rebasa poco más de 150, comentó la jurista.

«Y en realidad la mayoría lo ha hecho por situaciones extremas, que prácticamente les han obligado a asumir esa responsabilidad, como el fallecimiento o abandono de la madre», acotó.

No obstante, la ley relativa a la familia necesita actualizarse, reconoció González Ferrer.

Entre las situaciones que hoy necesitan atención legal mencionó varios asuntos relativos al ejercicio de la abuelidad, el reconocimiento de parejas homoafectivas, el cumplimiento de las pensiones alimentarias y la suspensión y ejercicio de la patria potestad. Asimismo, se requiere una mejor preparación y capacitación de las y los juristas.

Un caso de particular atención es el de las familias homoparentales, sin cobertura actual en leyes y políticas.

En opinión del psicólogo Ariel R. Arcaute, del Grupo de Estudios sobre Familias del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), la sociedad sigue discriminando a las personas homosexuales que quieren ser padres o madres, sin acceso actual a los programas de reproducción asistida ni a la adopción de niños y niñas sin amparo filial.

Arcaute presentó algunos de los resultados de una investigación suya sobre la representación social de la paternidad en 10 parejas de adultos medios de orientación homosexual en la capital cubana, que han mantenido una relación por más de cinco años, con hijos naturales o adoptivos.

Aunque esas parejas reconocieron un clima favorable en sus hogares, el 85 por ciento de la muestra consideró que la sociedad cubana todavía no está preparada para aceptar plenamente un nuevo modelo de familia constituido por una pareja de hombres o de mujeres.

También expresaron haber vivido dificultades para ejercer su papel como padres, debido a los fuertes patrones de heteronormatividad vigentes.

Sin embargo, se trata de personas que sustentan su paternidad en las cualidades morales, la responsabilidad y en el amor como fuente de bienestar emocional y espiritual para sus hijos e hijas.

Su orientación sexual no los exime tampoco de la herencia de patrones culturales patriarcales, sostuvo el investigador, quien identificó también comportamientos y expresiones machistas en algunos de ellos.

La necesidad de llevar estos temas a discusión en comunidades y diferentes espacios sociales fue reiterada por las personas asistentes al encuentro, quienes reconocieron que el ejercicio de esos modelos de paternidad es un asunto que todavía demandará de mayores cambios culturales y sociales.

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