Disponer en Cuba de una asociación propia que integre y acompañe a las personas en situación de discapacidad intelectual y sus familias dejó de ser un anhelo acariciado durante una década, para convertirse en una realidad conquistada, gracias al empeño de numerosas personas.
La Asociación Cubana de Personas en Situación de Discapacidad Intelectual, primera de su tipo en la nación caribeña, fue creada oficialmente el jueves 8 de junio, en el teatro del Ministerio de las Comunicaciones en La Habana.
Quienes participaron en la asamblea constitutiva aprobaron los estatutos, las siglas (ACPDI) y el logotipo que identifica a la asociación y eligieron a la junta directiva y su comité ejecutivo. Pero, sobre todo, festejaron el logro de contar con un espacio de unidad para estas personas, sus representantes legales y sus apoyos.
En Cuba hay alrededor de 133.000 personas que viven con esa condición. Es la mayor situación de discapacidad en el país; sin embargo, no existía una agrupación que representara sus intereses.
Esa fue la motivación principal para que, en 2013, un grupo de madres integradas al proyecto Despertar, de Cáritas Habana, comenzara a trabajar para crear una asociación que contara con todo el reconocimiento, contribuyera a promover el desarrollo inclusivo y garantizar el pleno ejercicio de los derechos de este sector de la población.
Esos son los objetivos aprobados por la Asamblea de la ACPDI, que además trabajará para aportar a la creación e implementación de instrumentos y mecanismos que incluyan el diseño de políticas públicas, programas y proyectos para sus integrantes.
Otros fines son la rehabilitación comunitaria, de manera que las personas en situación de discapacidad intelectual puedan adquirir autonomía e independencia. Se propone, además, impulsar su acceso al empleo y a las nuevas tecnologías, así como la creación de centros ocupacionales municipales, para que puedan seguir incorporados a la vida social al término de sus estudios.
La ACPDI nació con alrededor de 500 integrantes en todo el país. “Es fruto de la entrega y el amor”, subrayó en el acto de constitución Mayelín Oliva, electa como su presidenta y quien destacó la constancia, perseverancia y preparación que exigió el camino para llegar hasta aquí.
Oliva agradeció a las diferentes organizaciones, instituciones del Estado y el Gobierno, así como a las agencias de las Naciones Unidas representadas en la nación caribeña, por su respaldo durante 10 años. También a las otras tres asociaciones para personas en situación de discapacidad que existen en el país: Anci (Asociación Nacional de Ciegos de Cuba), Ansoc (Asociación Nacional de Sordos de Cuba) y Aclifim (Asociación cubana de personas con discapacidad físico-motora), por el apoyo y la solidaridad.
La recién estrenada agrupación integrará a las personas en situación de discapacidad intelectual menores de 18 años (asociados adjuntos), acompañados de sus representantes legales; a los jóvenes mayores de 18 años (asociados efectivos) y sus apoyos; así como a personas que por su dedicación y compromiso con estas luchas se ganen la condición de asociados de honor, aunque no tendrán derecho a la elección ni al voto.
Uno de los principios que defiende la ACPDI es el reconocimiento de los derechos y la autonomía de las personas que viven con esta condición, por lo que independientemente de la presencia de sus representantes legales y apoyos, la voz y el voto de sus asociados se hará escuchar, de acuerdo con lo expresado en la presentación.
“Esta será una asociación donde se oriente y capacite a las familias; donde, en unión de otras instituciones del país, se trabaje para transformar la imagen que muchas veces se tiene de ellos, por una perspectiva más esperanzadora y positiva”, apuntó Niailé López, una de las integrantes del comité ejecutivo.
Todavía quedan muchas brechas por superar, mitos e ideas preconcebidas acerca de la discapacidad intelectual que perduran, en parte también producto del desconocimiento, añadió. Aún es necesario hacer más visible todo lo que estas personas hacen y son capaces de hacer, enfatizó.
Buenos días. ¿Cómo pueden asociarse los jóvenes que se encuentran en esta condición?
Saludos. Somos los padres de Eduardo Macías Molejón, de 51 años, vecino de Calle 45 No. 4802-A, Cienfuegos, con diagnóstico de Retraso Mental Moderado. Necesitamos información sobre esta Asociación, pues ambos tenemos 75 años, vivimos solos con nuestro hijo y las trabajadoras sociales no emiten ningún carnet, documento o identificación que nos ayude a darle prioridad en las colas de medicamentos y alimentos.
Hola soy madre de un joven de 31 años que padece de retraso mental severo. Necesito que la asociación me ayude pues vivimos en el Municipio Arroyo Naranjo, en La Habana y el está siendo discriminado con respecto a su condición, pues como no posee un carnet que lo avale, no. Se nos permite la prioridad que si condición requiere sobre todo en la farmacia para obtener sus medicamentos