Mujeres afrodescendientes llaman a fortalecer el activismo en red

Para mujeres cubanas afrodescendientes, la lucha por erradicar el racismo en la isla impone hacer visible la discriminación, fortalecer el trabajo conjunto y establecer alianzas con actores clave de la sociedad cubana. Activistas, académicas, coordinadoras de proyectos comunitarios e integrantes de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora (Red Afro) en Cuba se reunieron en esta capital, aprovechando la presencia en el país de Dorotea Wilson Tathum, coordinadora general de la organización regional.

«Este encuentro es un paso para avanzar. La red en Cuba ha ido creciendo y se ha fortalecido, pero aún tenemos muchos retos por delante para fortalecer nuestra agenda», dijo Gisela Arandia, enlace de la Red Afro en el país.
Durante el encuentro, celebrado el pasado 7 de agosto en la sede de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM) en La Habana, las participantes compartieron experiencias, retos y oportunidades de la lucha antirracista en la isla del Caribe.
Wilson reconoció los aportes de muchas cubanas en el desarrollo de los movimientos de mujeres en la región, especialmente el papel de Vilma Espín y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
«Aquí se encuentra un potencial de oportunidades, quehaceres y compromisos que hay cumplir», dijo la reconocida activista nicaragüense.
La Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora trabaja por posicionar a nivel regional una agenda que contribuya a superar las brechas raciales. En Cuba, el desafío mediático y la lucha contra el racismo constituyen temas prioritarios.
«Sin los medios no vamos a lograr la equidad», reconoció Gisela Arandia en el encuentro.
Isabel Moya Richard, premio nacional de periodismo y directora de la Editorial de la Mujer, opina que los logros de Cuba en materia de justicia social dan pistas fundamentales para hacer frente a los retos actuales; entre ellos posicionar la problemática racial en los medios de comunicación.
«Los medios son un espacio que tenemos que estudiar y profundizar sobre todo porque en Cuba son medios públicos y tienen que responder a los objetivos y principios del estado cubano, que están formulados. El reto es llevar la letra a la práctica. Tenemos que acabar de estructurar una política coherente de inclusión en los medios, plataformas donde nuestra diversidad esté reflejada y contenida porque si no, repetimos esa concepción del modelo patriarcal capitalista de una norma», afirmó Moya Richard en el encuentro.
Organizadoras de la Red consideran que la comunicación es una aliada fundamental. Joanna Wetherborn, comunicadora del colectivo, presentó los avances de un observatorio virtual que publica informaciones, avances y pendientes de 11 de los 22 países latinoamericanos y caribeños que están representados en la organización femenina.
Las integrantes cubanas reconocieron que es casi imposible aportar información al observatorio no solo por las dificultades técnicas, sino también por la poca información disponible.
Otros retos presentados en esta cita fueron sistematizar los resultados de investigación; hacer más visibles las acciones que se realizan en las comunidades; dar voz a las mujeres y hombres negros de los barrios populares y fortalecer el trabajo conjunto.
«A lo largo de todos estos años, Cuba ha tenido muchos logros, pero lo cierto es que este tema aún no tiene la legitimidad necesaria. Nuestro primer paso ha sido lograr articularnos con la FMC que se ocupa de las problemáticas de las mujeres en Cuba. Pero exceptuando la Federación, no tenemos otro interlocutor gubernamental», reconoció Arandia.
El apoyo institucional y la legitimidad gubernamental es una demanda de quienes luchan contra el racismo en la isla. Personas que han trabajado durante años en comunidades con dificultades económicas y sociales.
Mirna Padrón Dickson, del proyecto independiente Mirarte día a día, reconoció la importancia de separar la legitimidad legal y oficial de la legitimidad social que tienen los proyectos y activistas.
«Los eventos y reuniones son necesarios, pero tenemos que llegar a esas personas que están en los barrios, a las mujeres y hombres negros. Podemos salirnos de las instituciones y con eso no estamos rompiendo el pacto y contrato con el Estado», dijo Padrón Dickson.
Fortalecer el diálogo interno y construir consensos son otros pasos imprescindibles a criterio de la investigadora y profesora universitaria Yulexis Almeida.
«Para asumir esa lucha hacia afuera hay que librar batallas hacia adentro y tenemos que hacer alianzas mucho más sólidas en el trabajo interno. Tenemos que aprender a organizar un movimiento que represente nuestra diversidad, un movimiento que integre los aportes de la academia y las comunidades porque todos los saberes son válidos», dijo Almeida.
Uno de los pasos futuros de la Red Afro es realizar en La Habana un encuentro regional que pueda fortalecer el activismo cubano y contribuir a la agenda común.
Con la participación de unas 300 organizaciones y 100 activistas independientes, esta iniciativa regional apuesta por fortalecer el activismo antirracista y avanzar en la plena igualdad y justicia social en América Latina y el Caribe.

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