Juventudes y religión de cara a la violencia

Las carencia de investigaciones sociales sobre juventudes y religión limita el análisis de las problemáticas existentes y poner en diálogo a estas «juventudes» con temas cruciales como la educación, el empleo, las aspiraciones, proyectos de vida, e incluso la violencia de género.
Hacia esta dirección se movió el debate en el Encuentro Ecuménico Jóvenes, Género y Religión, que impulsó el Centro Oscar Arnulfo Romero (CEOAR) como parte de las actividades de la Jornada por la No Violencia contra las Mujeres y las Niñas, que coordina esta institución junto a otras, desde 2007.

Para el teólogo Luis Carlos Marrero Chasbar, vicedirector del Área de Fe, Articulación Ecuménica y Sociedad del CEOAR, es imprescindible tener elementos de cómo se vive esta problemática desde los sectores religiosos, y en especial en los jóvenes, que es el público meta en el cual se centra este año la campaña del CEOAR «Eres Más».
Se trata, dijo, de seguir visibilizando, desde nuestro centro y otras instituciones, aquellas situaciones que en cierta medida pueden ser o no generadoras de violencia.
«Estamos en tiempos de diálogo, no podemos fragmentar lo que sucede a nivel social; y con frecuencia trabajamos con conceptos globalizadores, coloniales… Seguimos considerando la religión como lo otro, que está pero que no se toca, quizá porque no hay métodos o mecanismos para entender eso, que no cabe en lo que nos han enseñado como metodología», señaló Marrero.
La principal propuesta que hace el centro es la articulación juvenil de la comunidad interreligiosa, con realidades diversas, donde se reconocen las iniciativas de liderazgo, empoderamiento y participación en temas como la equidad y la no violencia, explicó Yasmany Díaz Figueroa, vicedirector del Área de Equidad, Género y Desarrollo del CEOAR.
Asimismo, dijo que a los sesgos en las investigaciones sobre los jóvenes contribuye el hecho de que los datos y cifras sobre juventudes no siempre están disponibles, o no se desentraña lo que los números arrojan.
Más de 85 por ciento de la población cubana dice tener alguna práctica religiosa. Sin embargo, por ejemplo, hay más de 150 seminarios donde se estudia religión en el país y no aparecen estas cifras nunca en las investigaciones.
Para la teóloga Daylíns Rufín Pardo, del Área de Fe, Articulación Ecuménica y Sociedad del CEOAR y profesora del Seminario Evangélico de Teología, ese es uno de los retos principales.
«Debe visibilizarse ese universo dinamizado, construido, que no es alternativo, sino que forma parte de nuestra configuración social. Falta en las estadísticas el porcentaje de jóvenes vinculados a estos sectores religiosos, cristianos o no, que funcionan en el país; que trabajan en comunidades como líderes, lo cual es su empleo, que no están contemplados en las investigaciones sobre metas o proyectos de vida porque su aspiración no encaja, sino que pasa por otras variables. Lo primero que aprendemos en género es que lo que no se menciona, no existe», apuntó.
¿Quiénes son los jóvenes en el espacio de nuestras religiones y espiritualidades? ¿Qué desafíos y urgencias necesarias identificamos en ellos para una cultura de la no violencia?, fueron algunas preguntas que movieron la reflexión.
«Eres Más» viene trabajando activamente con jóvenes activamente desde hace un tiempo, haciéndolos parte de la campaña y potenciando los procesos formativos para comprender la violencia de género como un asunto de equidad y justicia social, agregó Tamara Roselló Reina, especialista de comunicación del CEOAR.

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