Feminismo, un debate necesario para Cuba

Incorporar el enfoque feminista a los procesos de desarrollo social en Cuba es una necesidad en el contexto de transformaciones que vive el país caribeño de gobierno socialista, coincidieron activistas y académicas en un debate convocado esta semana por el capítulo cubano de la Marcha Mundial de Mujeres en la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana.

Aunque sigue siendo materia desconocida y estigmatizada por muchas personas, el pensamiento feminista aporta una concepción integral para superar todo tipo de opresiones y desigualdades, consideraron varias de las asistentes a la cita organizada por el Instituto de Filosofía (IF), la Federación de Mujeres Cubanas y otras organizaciones nacionales que forman parte de esta red mundial de grupos feministas.

Para la filósofa Georgina Alfonso, esta perspectiva ideológica rompe la dicotomía entre producción y reproducción de la vida y visibiliza el papel de las mujeres en la reproducción de la fuerza de trabajo.
Sin embargo, esa labor doméstica y el cuidado de la familia se subvaloran porque no se consideran aportes económicos ni se recogen en el Producto Interno Bruto (PIB), explicó la directora del IF.

«En los espacios cotidianos hay discriminación y notar la importancia de la vida cotidiana como categoría de análisis fue otro de los aportes filosóficos del feminismo», ilustró la investigadora.

Alfonso también sostuvo que el movimiento feminista puso en el debate público y en la política el cuerpo y la sexualidad, así como la noción de diversidad entre los seres humanos.

No obstante sus aportes teóricos, este sigue siendo un ámbito soslayado por la academia cubana y, aunque lo introducen desde hace años algunas profesoras en su programa de clases y asignaturas optativas, aún no se traduce en suficientes investigaciones filosóficas sobre el tema.

Tampoco se integra congruentemente a las estrategias municipales de desarrollo local, con más de 40 proyectos en el país, consideró Anabel Bernal, investigadora sobre el tema.

«El género debería ser un tema transversal cuando se trabaja en la localidad, pero los que están obligados a incorporarlo lo hacen de una manera muy formal», apreció.

En su criterio, falta sensibilidad y conocimiento sobre estos temas, pero también datos desagregados y diagnósticos participativos que hagan visible las relaciones desiguales entre hombres y mujeres.

La periodista Helen Hernández Hormilla reflexionó sobre el rechazo reiterado a esta palabra en muchos sectores del país, incluso algunos en los que, supuestamente, se defiende la perspectiva de género.

«Lo que se esconde en las actitudes burlescas al feminismo en Cuba es el machismo transmutado y la misoginia vigente en buena parte de los espacios de poder», expresó la comunicadora.

En su opinión, existe en la nación un desconocimiento profundo sobre los planteamientos feministas que abogan por cambios de orden político, cultural y simbólico para superar las diferencias e inequidades de poder entre hombres y mujeres.

«La falta de referencias actualizadas, de bibliografía sobre feminismo y género, la débil cohesión entre las feministas cubanas, la nula presencia en los medios de un verdadero debate nacional sobre las posibilidades y reivindicaciones por las que apuesta el feminismo contemporáneo, contribuyen entre otras causas a ensombrecer los conocimientos sobre este movimiento en Cuba», significó la joven profesional.

Para Hernández Hormilla, sensibilizar en temas de género es un paso positivo, pero no suficiente porque la sensibilización de la sociedad puede ser muy lenta, mientras el feminismo está llamado a la acción ciudadana y a la crítica pública de todas las discriminaciones.

«Cuba necesita políticas públicas concretas más actualizadas en temas de género, porque las legislaciones no están suficientemente preparadas para los cambios que tienen lugar en el país y que acentúan desigualdades de género», afirmó.

Georgina Alfonso conminó a las feministas cubanas a trabajar más unidas y salirse de los marcos académicos. Aseguró que en los espacios comunitarios de Cuba sucede un movimiento de mujeres al que deberían acercarse aquellas que desde los medios intelectuales defienden este pensamiento.

Los debates sobre feminismo en Cuba aún se mueven en espacios minoritarios y con poca convocatoria. «Hay que trabajar en la comunidad, con los actores sociales que están transformando la sociedad, y desmitificar lo que nos hace temerle al feminismo, porque es fruto de la ignorancia y los estereotipos con que hemos crecido», aportó desde el público la socióloga Clotilde Proveyer, pionera de las investigaciones sobre violencia de género en Cuba.

Desde el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y hasta el 27 de octubre, Día Internacional por la Eliminación de la pobreza, La Marcha Mundial de las Mujeres desarrolla acciones feministas en todo el mundo para eliminar las causas que originan la pobreza y la violencia contra las mujeres.

Este movimiento mundial reúne grupos de mujeres y organizaciones para movilizarse en espacios internacionales, nacionales y regionales en favor de la justicia económica, el cambio político y social y los derechos reproductivos femeninos.

«Seguiremos en marcha hasta que todas las mujeres seamos libres» es el lema mundial de 2015.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

1 × uno =