Cuba debe oscilar en los próximos años entre bajos crecimientos o decrecimientos poblacionales, de acuerdo con las tendencias de sus componentes demográficos más importantes: nacimientos, defunciones y migraciones.
La aseveración, compartida por especialistas y demógrafos, está avalada por las estadísticas de población de la última década.
Después de tres años consecutivos decreciendo poblacionalmente, al cierre de 2009 Cuba contabilizó unos 3.000 habitantes más que al finalizar 2008.
La población fue estimada en unos 11 millones 239.000 cubanos al 31 de diciembre y, aunque el aumento fue ligero, marcó un cambio en la tendencia que venía manifestándose hace algún tiempo. Sumando 2008, fueron tres los años consecutivos de continuo descenso de la población.
Para Juan Carlos Alfonso Fraga, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE), de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), “el hecho es positivo porque interrumpió un ciclo iniciado en 2006, caracterizado por una tasa anual de crecimiento poblacional negativa”, explicó a SEMlac.
Del estimado de habitantes al cierre del año pasado, cinco millones 610.000 fueron mujeres y el resto, hombres.
Durante 2009 también se registró la mayor cifra de bebés nacidos vivos desde el 2004: 130.027.
gualmente; aumentó la tasa global de fecundidad, que representa la cantidad de hijos promedio por mujer al final de su vida reproductiva. Si en 2008 fue de 1,59 hijos por mujer, en 2009 se ubicó en 1,63.
Desde la década del noventa del siglo XX, los nacimientos en Cuba evidenciaron una tendencia al descenso, situación que alcanzó su nivel más bajo en 2006, cuando solo hubo 111.323 nacidos vivos. Los aumentos experimentados en 2008 y 2009 pudieran significar un punto de inflexión en ese comportamiento, según los criterios de Alfonso.
La migración externa, según el CEPDE, mantuvo niveles similares a los de años anteriores, en tanto crecieron las cifras de defunciones totales, aspecto muy relacionado con el proceso de envejecimiento de la población cubana, que continuará manifestándose en los próximos años.
Nacer o no nacer
Las mujeres cubanas hace ya treinta años que no cubren el nivel de reemplazo poblacional –al menos una hija por mujer– y se ha ido acentuando la expectativa de familia pequeña.
El Censo de Población de 2002 confirmó la tendencia. “Respecto a la estructura de la población (…), con relación al Censo de 1981 se registró un equilibrio entre sexos (1.003 hombres por mil mujeres), una disminución de la población de 0-14 años y un aumento de la de 15-59 años y 60 y más. En otras palabras, la población envejeció…”, señala el informe respectivo.
Adicionalmente, la isla también está registrando un corrimiento de la edad en que las cubanas tienen a sus hijos.
Un estudio de las investigadoras Nodalys González y Grisell Rodríguez Gómez, del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), de la Universidad de La Habana, estableció que entre 1990 y 2002, período de referencia de las autoras, la edad promedio en que las mujeres cubanas procreaban mostró un aumento paulatino de 25,2 a 26,5 años.
En poco más de una década, esa edad media se incrementó en 1,3 años. Aunque el grupo de mujeres de 20 a 24 años sigue llevando el mayor peso en la reproducción, ya no es posible obviar la tendencia ascendente que viene marcando el grupo de entre 25 y 29 años.
Los aumentos de los nacimientos en los últimos dos años y la interrupción del descenso de la población en 2009 están en línea con la opinión de algunos especialistas de que existe una reserva de nacimientos en la isla.
Un análisis de la doctora María del Carmen Franco, del CEPDE, asegura que aunque efectivamente la fecundidad cubana se ha envejecido, la edad media al tener al primer hijo se mantiene todavía joven (entre 23 y 24 años).
Así, según Franco, queda abierta una puerta para futuras acciones en busca de una potencial recuperación de la fecundidad: “Las mujeres cubanas todavía se hacen madres siendo muy jóvenes, y una vez que empiezan, algunas continúan”, ha asegurado esta experta.
Esas conclusiones, junto a resultados de investigaciones que reconocen un ideal de familia un tanto mayor, no cumplido en algunas cubanas —sobre todo de la región oriental del país—, apuntan a una posible recuperación de la fecundidad, aunque siempre hacia niveles muy bajos.
Sin embargo, el envejecimiento de la población cubana, consecuencia directa de la actual situación demográfica, no parece que tendrá marcha atrás, al menos en el futuro cercano. Hoy día, Cuba es el país de más baja fecundidad en la región y para 2050 estará entre las once naciones más envejecidas del mundo, según las cuentas del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).