Estudios de género, en los márgenes de la academia

Por Sara Más / saramas_2000@yahoo.com

Los estudios de género y con perspectiva feminista han crecido en la última década en Cuba, pero aún se mantienen en los márgenes de la academia y no se valoran como una verdadera herramienta científica, sostienen especialistas de la isla caribeña.
«No siempre se articulan como debe ser la teoría feminista y los estudios de género en el campo de la investigación», sostuvo Isabel Moya, directora de la Editorial de la Mujer, durante la realización el 13 de marzo, en la capital cubana, del panel «Configuración y reconfiguración de los estudios de género en Cuba», coordinado por el capítulo cubano de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
De acuerdo con la periodista e investigadora, «muchas veces se asume la categoría género desde determinados presupuestos, como el relacional o histórico, pero no se articula la propuesta de cambio que la teoría feminista propone», agregó.
Recordó que fue precisamente la perspectiva feminista la que subvirtió el enfoque de las llamadas ciencias tradicionales y cuestionó su supuesta objetividad para también incorporar la subjetividad.
«En primer lugar, varió el papel de quien investiga y la verticalidad del objeto de estudio, para hablar de participantes en la investigación, además de pasar del diagnóstico a propiciar una propuesta de cambio», reflexionó.

Para el historiador y profesor universitario Julio César Gonzáles Pagés, «los estudios de género en Cuba pasaron de la más absoluta sospecha en el siglo XX a la legitimidad en el siglo XXI».
«El machismo es la gran barrera que debemos vencer hombres y mujeres», recalcó. En su opinión, se ha dio ganando conciencia de la necesidad del estudio de mujeres y hombres en la sociedad, aunque aún son pocos los resultados investigativos, que fundamentalmente se ubican en tesis de grado, maestrías y doctorados.
«En contra aparecen no pocas resistencias y confusiones teóricas que llevan a minimizar la importancia de estos estudios», dijo González Pagés, coordinador de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades, iniciativa que busca no alejarse de la militancia que supone estos estudios y se nutre del entorno universitario como otras, entre ellas la Cátedra de Género «Equidad», en la Universidad de Oriente, y el Grupo «PsicoGen» de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana.
Como fortalezas, especialistas identifican también la existencia de una maestría en género de la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana, investigaciones que abordan la realidad cubana desde un punto de vista propio y varias publicaciones sobre el tema en espacios alternativos y establecidos del universo editorial.
Igualmente, mencionan la inclusión de materias y contenidos sobre género en el programa curricular de la Facultad de Sociología de la Universidad de La Habana, en tanto se amplía como asignatura opcional y ha ganado interés entre el estudiantado de otras carreras.
Tal es el caso de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, donde de 2008 a la fecha ya suman 14 de estas investigaciones, incluyendo dos tesis de maestría y una de doctorado.
Como parte de los desafíos, Moya alertó que estos estudios deben dejar la condición de marginalidad y aparecer explícitamente como un interés en los planes y programas de investigación.
Además, subrayó la necesidad de sistematizar lo hecho, que permanece disperso; de crear una base de datos que integre los estudios producidos en Cuba; establecer un doctorado en Género y propiciar que cada vez mas se utilicen esas investigaciones para la adopción de decisiones y políticas públicas.

 

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