Educación integral de la sexualidad, derecho de la infancia

Entender la educación integral de la sexualidad como un derecho de niños y niñas, y esencial para protegerlos del abuso sexual infantil, fue el consenso alcanzado entre especialistas, madres y padres que abordaron el tema el jueves 28 de octubre, en el grupo sicoeducativo de Telegram, AcompaSex.

El debate, conducido por la especialista del Centro Nacional para la Educación Sexual (Cenesex) Ana María Cano López, destacó la importancia de la comunicación entre padres e hijos que fomenta una relación de confianza y de conversar con naturalidad sobre estos asuntos.

“La educación integral de la sexualidad es un proceso educativo continuo, vinculado a la formación integral de niñas, niños y adolescentes, que les aporta información científica y elementos de esclarecimiento y reflexión para que puedan incorporar la sexualidad de forma plena, enriquecedora, responsable y saludable en los distintos momentos y situaciones de la vida”, resaltó Cano López.

La especialista insistió en que debe comenzar desde las primeras etapas de la vida, uno de los elementos que socialmente genera más inquietudes en los padres, por considerar que sexualiza a niños y niñas. Al respecto, precisó que la clave está en hablarles de manera ajustada a su edad y desarrollo.

“Educar en sexualidad no se trata solo de erotismo o relaciones sexuales, sino también de derechos, de equidad y relaciones respetuosas entre hombres y mujeres”, remarcaba la usuaria Carla PS.

“Muchas veces las personas le temen a la educación en sexualidad pensando que lo único que se va a hablar es sobre sexo, y la sexualidad es muchísimo más amplia. El erotismo es tan solo una de las partes que la conforman”, añadió.

Cano López se refirió a una de las dimensiones: los vínculos afectivos entre padres e hijos, y a la necesidad de establecer las diferencias entre abuso y afecto.

“Si los adultos abrazan a sus hijos, se establecen relaciones de afecto; pero si alguien intenta tocarle los genitales, son relaciones de abuso”, esto es importante enseñárselo a los niños y niñas, pues muchas veces las personas con vínculos afectivos importantes para ellos son precisamente quienes abusan, acotó.

En tanto, Carla Padrón destacó la relevancia de hablarles de la autonomía que existe sobre el cuerpo, que aprendan sobre el consentimiento y la capacidad de ser personas asertivas y con autonomía sobre la toma de las decisiones.

Estar bien informados ayuda a comprender e identificar fenómenos dentro de las relaciones interpersonales que pueden constituirse en abusos de poder, coincidieron los participantes, así como en el papel relevante de los adultos significativos y la sociedad para orientar ese aprendizaje y evitar que los niños queden expuestos a informaciones distorsionadas que pueden resultar dañinas.

“A niños y niñas debemos hablarles en un lenguaje comprensivo, de acuerdo con las características de su edad. Es importante que entiendan lo que decimos y si tienen dudas poder aclararles”, enfatizó la especialista del Cenesex.

Expuso como ejemplo la necesidad de enseñarles las diferentes partes del cuerpo, incluidos los genitales, para los cuales en ocasiones se buscan otros nombres y se evita llamarles por el término correcto.

Acompañar, orientar y darles licencia a infantes y adolescentes para que construyan sus propios conceptos fue otra de las recomendaciones dadas en el foro, donde se llamó a estar preparados para las preguntas que puedan hacer, teniendo en cuenta los múltiples canales de socialización e influencias que reciben.

También se reconoció el influjo de la escuela, cuyos profesionales deben tener una adecuada capacitación sobre estos temas para evitar reproducir estereotipos.

La usuaria Katy Nails comentó una experiencia que abrió aristas nuevas en el debate, pues relató lo sucedido en un aula de segundo grado, donde un padre suministraba videos pornográficos a su niño, por considerar que esa información era necesaria para un varón. ¿Se trata de una manifestación de violencia?, ¿es posible castigarla?, preguntó.

Mostrar porno a niños pequeños puede afectar tanto como si hubieran sido agredidos sexualmente, respondió otro participante, Karel Bermúdez, quien agregó que esas películas no son el mejor ejemplo de sexualidad sana y promueven muchos falsos estereotipos.

En tanto, la especialista del Cenesex remarcó que sí se trata de un caso de violencia, en particular corrupción de menores, y que situaciones como esa deben ser denunciadas.

El diálogo también derivó en la crianza con diferencias de género, que responden a un estereotipo machista, asunto que estaba en la base de la experiencia relatada.

Se educa a los varones con muchas libertades desde el punto de vista sexual, mientras que a las niñas se les reprime y sanciona si no cumplen con una conducta de recato, cuestionaba Carla PS.

Asimismo, la usuaria LisyFA se refirió al peligro de la sexualización de niñas y niños, no solo en lo que consumen sino en cómo visten, o cómo los propios padres les preguntan a los pequeños cuántas novias tienen, queriendo erotizar cualquier vínculo afectivo en edades en que solo piensan en la amistad y en explorar. “Muchos padres lo ven hasta simpático”, apuntó.

“Es necesario romper con los estereotipos que dañan el sano crecimiento de niños, niñas y adolescentes. Los adultos tienen una tendencia a interpretar la sexualidad de los niños y niñas como la suya propia y este es un concepto equivocado. Los infantes deben crecer sin prejuicios ni estereotipos, para poder desarrollarse saludables y felices”, afirmó Cano López.

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