La novela Jardín (1951), de la reconocida escritora Dulce María Loynaz, se suma a la Colección Vindictas de la Universidad Autónoma de México (UNAM), que la trajo el pasado 10 de febrero a la capital cubana a propósito de la XXXI Feria Internacional del Libro de La Habana.
Dedicada a rescatar obras de importantes escritoras latinoamericanas menos conocidas o publicadas, la Colección Vindictas de la UNAM presentó en la cita literaria su edición de Jardín, la única novela escrita por Dulce María Loynaz, Premio Nacional de Literatura (1982) y Premio Cervantes (1992).
La feria, que se desarrolla en la capital cubana del 9 al 19 de febrero, incluye varios paneles y presentaciones dedicados a la lectura inclusiva, la perspectiva de género en la literatura y a la obra de autoras cubanas y latinoamericanas.
«Dentro de la colección Vindictas, llegamos a un momento especial al sumar Jardín«, dijo la escritora mexicana Socorro Venegas al presentar el libro en la Plaza de Armas, del Centro Histórico de La Habana.
Durante la presentación del volumen se destacó el espíritu inasible y rebelde de la novela, que se resiste a las definiciones. Para la ensayista cubana y crítica literaria feminista Zaida Capote Cruz, Jardín es una novela descomunal, no por su volumen sino por estar fuera de lo común.
“Jardín es lo que cada quien pueda ver en ella, porque es un universo literario impresionante. Cuando empecé a trabajar con la novela, me maravillaba porque podía leerse como una novela feminista de vanguardia, por tener características comunes; aunque puede leerse como una novela simbólica, surrealista, de la modernidad”, señaló la estudiosa cubana, quien en 2015 publicó una edición crítica de esa obra.
“Es un reto enfrentarse a la novela porque, a veces, una tiene que leer las frases detenidamente para entender e imaginar cómo Dulce María pudo construir y decir algo tan bellamente. Me emocionan todavía todas las citas intertextuales que tiene; es una aventura del lenguaje y ella fue incorporando muchas referencias contextuales, con lo cual también se puede hacer un itinerario de lecturas de la época”, agregó Capote Cruz.
No es casual que Jardín y Dulce María Loynaz formen parte de una colección que ofrece una mirada retrospectiva a grandes obras escritas por mujeres y que han quedado fuera del alcance del público, a pesar de su relevancia. El silenciamiento y la subvaloración de la literatura femenina también alcanzaron a Loynaz.
Capote Cruz rememoró el irrespeto vivido por la escritora cubana en los años noventa del pasado siglo, cuando en España se alzaron voces que, desconociendo su talento y aporte, se opusieron a su candidatura al Premio Cervantes presentada por Casa de las Américas en 1992.
“Esta edición me da mucha alegría, porque significa que Jardín será leída en México por lectores de ahora mismo. La colección es muy poderosa en el sentido de establecer un espacio de lectura y divulgación del trabajo de estas mujeres que aportaron obras valiosísimas a nuestras literaturas y a nuestra literatura latinoamericana”, argumentó Capote Cruz.
La Colección Vindictas de la UNAM surgió en 2019 con la publicación de cinco novelas de autoras latinoamericanas, pero se ha extendido a otros géneros narrativos como el cuento, el testimonio y el ensayo feminista.
“Hoy son más de 10 las novelas que hemos publicado de autoras hispanoamericanas que han quedado fuera del canon. Y si bien Dulce María es ampliamente reconocida, nos parecía necesario hacer esta revisión de su trabajo y sumarla a estás escritoras de primera”, explicó Socorro Venegas.
La escritora mexicana insistió en que Vindictas es, además, un proyecto colaborativo que se nutre de las recomendaciones de otras escritoras, investigadoras y académicas. Abrir el lente desde una mirada plural, inclusiva y empática a la obra de diversas autoras busca mostrar su relevancia literaria y vigencia, a la vez de provocar preguntas sobre el canon literario construido, principalmente, a partir de nombres masculinos.
“Así ha crecido esta constelación Vindictas, que tiene que ver con la reivindicación y el resguardado, en la memoria de los lectores, de estas autoras y que sus obras no sean encontradas solamente en las librerías de libros viejos. Queremos verlas en las mesas de novedades, en nuevas ediciones; queremos que se enseñe su obra en la academia”, afirmó Venegas.
La edición mexicana de Jardín no se comercializará en Cuba, pero estará disponible en varias bibliotecas de la capital cubana, entre ellas la del Centro Dulce María Loynaz, la de Casa de las Américas y en el Museo Casa de México Benito Juárez.
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