Fotógrafa apuesta por las flores para cuestionar masculinidades tradicionales

Una flor puede ser transgresora. Bien lo sabe la fotógrafa cubana Moník Molinet, quien descubrió que una invitación a que hombres se retrataran con una flor en la oreja podía generar un debate sobre la construcción de las masculinidades y las violencias de género.

Desde el jueves 6 de abril, a las 7 de la noche, ese diálogo se trasladó de la calle, donde nació cámara en mano, a la Fábrica de Arte Cubano (FAC). La muestra titulada “Masculinidades”, compuesta por 13 retratos, llegó a ese espacio de la capital con un diseño especial adaptado a sus peculiaridades como proyecto cultural interactivo, explicó la artista en conferencia de prensa.

La muestra fotográfica "Masculinidades"
La muestra, titulada «Masculinidades» y compuesta por 13 retratos de hombres, se inaugurará el jueves 6 de abril, a las 7:00 pm, en la Fábrica de Arte Cubano (FAC). Foto: SEMlac Cuba

“Concebimos, como parte de la exposición, asociar los comentarios que generaron las fotos al ser publicadas en redes sociales, así como los videos de la documentación de la acción urbana. También crear un espacio de interacción: contra un fondo blanco, habrá una flor a disposición del público y las indicaciones para tomarse un retrato junto al hashtag #HombresConFlores”, precisó en el encuentro con periodistas, el lunes 3 de abril.

 

 
 
 
 
 
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Para Molinet, quien en su obra fotográfica apuesta por desmontar los estereotipos de género y agregar al imaginario visual los relatos invisibilizados de las mujeres; resulta inevitable detenerse ahora a cuestionar la construcción hegemónica de la masculinidad.

De ahí que la idea en FAC sea poder replicar el ejercicio que transgrede la concepción de que los hombres no usan flores y que, al subir el retrato a sus plataformas, el público pueda volver a suscitar el debate que generó en primera instancia la serie, comentó la fotógrafa.

“Creo que como activista es fundamental que los debates de género tomen la escena contemporánea y a través de ellos las personas puedan moverse y acercarse al tema desde una posición que antes no habían contemplado”, añadió.

Además, consideró necesario no sólo ver la desigualdad de género desde la posición de las mujeres, sino involucrar a los hombres y cuestionar ese modo patriarcal en que históricamente se les impone a niñas y niños la idea de lo que es ser mujer u hombre, que es parte de esta opresión que les restringe y violenta, valoró.

Exposición fotográfica Masculinidades
La artista consideró fundamental que las problemáticas de género lleguen al debate contemporáneo, también desde el arte. Foto: SEMlac Cuba

La iniciativa

“Masculinidades” nació como un ejercicio de exploración, rememoró Molinet, una acción urbana que intervenía el espacio público con una pregunta: “¿estarías dispuesto a retratarte con una flor en la oreja en apoyo a la lucha por la no violencia hacia la mujer?”.

 

 
 
 
 
 
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Entonces muchos de los hombres interrogados dijeron sí, pero otros sintieron la propuesta como un ataque a su idea de la masculinidad, como si estuviese en riesgo, como si la flor fuese a transgredirla, comentó Molinet, y se refirió a las reacciones en las redes sociales, una vez publicado el proyecto en Twitter.

“Se hizo viral, llegó a más de 5 millones de cuentas en menos de 24 horas y eso terminó en que la cuenta fue suspendida temporalmente”, dijo, por supuestas incitaciones al odio.

Sin embargo, las verdaderas manifestaciones de odio fueron las que le llegaron directamente a ella. “Recibí mucha misoginia y comentarios del tipo “vete a arreglar la lavadora”. También se destapó mucha homofobia, mucha agresión y violencia desde esa masculinidad”.Las reacciones en redes sociales son parecidas al espacio público, la diferencia es que las personas tras un ordenador pueden ser incluso más violentas, reflexionó la artista, quien consideró importante poner la lupa sobre dichas dinámicas, llevarlas a un espacio de galería y generar ese debate.

No obstante, significó que durante la intervención pública que dio lugar a los retratos, comprobó que las nuevas generaciones están más dispuestas a tomar nuevos roles, lo cual es esperanzador.

La fotógrafa Moník Molinet
«Masculinidades» nació como un ejercicio de exploración, rememoró Molinet, una acción urbana que intervenía el espacio público con una pregunta: «¿estarías dispuesto a retratarte con una flor en la oreja en apoyo a la lucha por la no violencia hacia la mujer?» Foto: SEMlac Cuba

Igualmente, generaciones mayores demostraron, aunque fuese de manera simbólica, que estaban dispuestas a aceptar nuevas dinámicas; en tanto algunos de los participantes lo hicieron por razones asentadas en esa masculinidad, al esgrimir: “yo soy más hombre que una pila de hombres, por eso lo puedo hacer”.

Molinet dijo que resultó también interesante el modo de asumir el proyecto por las mujeres: algunas fascinadas con los hombres que habían dado el paso.

“A las mujeres les encantan los hombres deconstruidos, que puedan empatizar con ellas, hombres que no las violenten, flexibles para establecer una relación de iguales”, apuntó, y acotó que ser machistas no está asociado a ser mujer u hombre, es algo que hay que transformar desde lo cultural, pues nos educan para ello.

La artista afirmó que el patriarcado está vigente en todo el mundo, y se crea un conflicto en el público al asociar la imagen de la flor con lo que entienden o leen como “ser un hombre”.

Por tal razón, aunque “Masculinidades” nació en el Paseo del Prado habanero, Molinet aseguró que le encantaría poder replicar el ejercicio en otros países y ver las diferencias que esto pudiera suscitar en cuanto a opiniones y disponibilidad de salirse del estereotipo en diferentes contextos culturales.

El cuerpo como territorio en disputa

Interrogada por SEMlac sobre su particular visión de la belleza y el cuerpo, la fotógrafa respondió que éste continúa siendo un territorio en disputa para las mujeres. “Hay demasiada violencia estética”, subrayó.

“Desde la fotografía tomé la responsabilidad que tengo como comunicadora y apuesto mucho por el poder que tienen las imágenes. Creo que pueden naturalizar situaciones, hacen que el espectador se sienta más cómodo con eso que tal vez antes no había visto”, dijo.

La fotógrafa Moník Molinet.
Interrogada por SEMlac sobre su particular visión de la belleza y el cuerpo, la fotógrafa respondió que éste continúa siendo un territorio en disputa para las mujeres. “Hay demasiada violencia estética”, subrayó. Foto: SEMlac Cuba

Agregó que para las mujeres a veces es conflictivo poder identificarse con imágenes perfectas y, además, bastante excluyentes de lo que son las corporalidades y las identidades, lo cual la impulsó a comenzar una campaña de body positive que incluyó a amigas y trataba de transmitir como ellas interactuaban, tenían emociones, se divertían y reían juntas.

Luego, consciente del estereotipo socializado sobre la construcción hegemónica de la masculinidad, y de que el hecho de entenderlo es un paso de avance, pensó en cómo aportar al debate cubano e internacional sobre el tema.

 

 
 
 
 
 
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Las estadísticas están ahí y nos devuelven un retrato de la realidad donde son los hombres los que más se suicidan, tienen menor esperanza de vida que las mujeres, entre otras causas porque no les enseñan que el autocuidado es importante, y tienen restricciones para mostrar sus emociones con otros hombres”, ejemplificó Molinet al referirse a cómo esa idea preconcebida de ser “macho”, “varón” y “masculino” los violenta a ellos mismos y a sus cuerpos.

“El gesto de la flor es sencillo, lo entiende todo el mundo y lo que necesitamos es que este debate sobrepase el espacio intelectual o elitista, para que pueda ser entendido y acogido por los ciudadanos de a pie”, enfatizó.

“Masculinidades” es una invitación, un llamado a cambiar, desde el arte, la concepción de las masculinidades y colocar en el debate la violencia de género, como un flagelo para cuya eliminación se necesita de hombres y de mujeres.

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