Babalawos anuncian un año de justicia

La “Letra del Año”, como se denomina a los vaticinios de los babalawos (sacerdotes) de la religión de origen yoruba, atrae cada vez a más seguidores en Cuba y el mundo, incluso, entre personas que no profesan tales creencias.

Saber qué deidades (orishas) rigen lo “bueno y malo” del año que comienza y qué recomendaciones seguir, despierta creciente interés.

Fredesbinda López, residente en un remoto poblado de la provincia de Camagüey, 500 kilómetros al este de la capital, le imploró telefónicamente a su sobrina: “cuando sepas algo, avísame”.

Tal vez quiere corroborar sus malos augurios. “Como el 7 es un número `feo´, es posible que acontezcan desgracias”, predijo antes que los babalawos.

Como cada año, del 31 de diciembre al primero de enero, los sacerdotes de Ifá invocan a Orula para conocer signo, profecías, orishas gobernantes y acompañantes, bandera, ebbó (brujerías), refranes, recomendaciones, obras y consejos para el año.

Este oráculo ha sido utilizado desde hace milenios por el pueblo yoruba de Nigeria y fue traído a América por los esclavos de esa zona de África. Cuba es una de las naciones donde la religión de origen yoruba tiene más arraigo, por lo que se conservan las antiguas tradiciones.

Descendiente de la esencia yoruba, la Santería ha creado prácticas puramente afrocubanas. Esta es una tierra de `fundamento´. Por esa razón, quienes desde todas partes del mundo se adhieren a la Santería, buscan las raíces, palos y hierbas en la isla, explican los entendidos.

Aunque con matices diferentes, en Cuba hay dos grupos reconocidos que, el primer día de enero, emiten “La Letra del Año”: el grupo de Diez de Octubre y la Asociación Cultural Yoruba de Cuba. Esta vez alertaron sobre guerras, problemas de salud y en la familia. Así y todo, una de las corrientes vislumbra mejoras económicas.

Los sacerdotes de la Comisión de la Letra del Año, conocida como el grupo de Diez de Octubre, aseguraron que 2007 estará marcado por guerras e intervenciones militares, aunque se producirá una apertura económica, debido al hallazgo de petróleo y recursos minerales.

El signo de 2007, Ofún Otura, es una oración profética, viene a vencer las dificultades y los enemigos, al pie del guerrero Ochosi, hijo de Yemayá, que tiene la habilidad de ver a distancia, premiar a los cazadores, proteger a los presos, escuchar el más mínimo sonido y actuar con celeridad.

Asegura la comida en las casas y se vincula con la policía para hacer justicia. Lamentablemente no pocos religiosos tratan de ensalzarlo para escapar de las persecuciones, lo que no se aviene con su significado real.

Esta vez, en 2007, Ochosi no viene solo, sino acompañado de Oyá, divinidad de las tormentas, diosa del río Níger, la favorita de Changó, anticipan los entendidos.

‘El panorama que se nos presenta es un poco fúnebre”, dijo a la prensa el babalawo Lázaro Cuesta.

Sobre la salud del presidente Fidel Castro, alejado del poder desde hace cinco meses por enfermedad, el babalawo Víctor Betancourt advirtió a los médicos que atienden al mandatario tener “cuidado de una infección” y que “se mantenga la salud neurológica’.

En un encuentro con periodistas, Betancourt aclaró que las “recomendaciones” son válidas para toda persona enferma y hospitalizada. “El mayor cuidado en la persona hospitalizada tendrá que ser no infectarse para evitar futuras complicaciones’, señaló.

El otro grupo, la Asociación Cultural Yoruba de Cuba, señala que Orula alerta sobre problemas de salud, trastornos del sistema nervioso, gastrointestinales y bucales, y enfermedades de transmisión sexual.

Por ello, se recomienda atender la higiene bucal; no comer en exceso, sobre todo en horas nocturnas; no ingerir comidas calientes, con picantes, muy condimentadas y con mucha grasa; así como mejorar, en lo posible, el nivel nutricional de los alimentos y, en particular, los destinados a niños y niñas.

Para este grupo, en 2007 reinará Ochanlá (Obatalá hembra), acompañada por Ogún. Su bandera es blanca con ribetes morados. En un mensaje para los hombres, se les aconseja “tener cuidado en sus relaciones sexuales” para evitar “problemas de impotencia”.

En el plano familiar, señala que “hay que poner especial atención a los hijos, pues la desviación conductual de estos puede crear trastornos mentales en la madre” y “evitar cualquier tipo de violencia familiar”. Este oddun (camino) prohíbe el maltrato a la mujer.

Sobre la familia advierte de una seria crisis familiar por la falta de respeto e incomprensión dentro de ese grupo, aspecto que debe solucionarse en casa, incluida la familia religiosa.

Ante el vaticinio del incremento de malformaciones congénitas, las gestantes deben tener especial cuidado y deben evitarse las relaciones sexuales interfamiliares.

El signo, señala la asociación, alude a problemas legales que pueden derivar en incremento de la corrupción y delitos en las esferas sociales y familiares.

Como si se tratara de una alerta oficial, se afirma que todas las ilegalidades deben ser castigadas con justeza y se recomienda la legalización de las propiedades y la comprensión familiar para resolver problemas de herencia.

Por otra parte, se aconseja “tener cuidado con la conducción de todo tipo de vehículos, evitando el exceso de velocidad y la ingestión de bebidas alcohólicas”.

La “Letra” promueve buenas relaciones entre países vecinos, no inmiscuirse en asuntos ajenos y mantener buenos vínculos con los vecinos. Además, aconseja mantener cotidiana atención a los eggun (muertos), ofrendándoles comidas y bebidas hechas a partir de maíz, para alcanzar prosperidad.

El signo llama a la vigilancia religiosa, ante posibles guerras y hechicerías, e indica obedecer las indicaciones religiosas, para evitar dificultades en la vida.

“A los dos grupos hay que creerles”, opina Natacha del Río, coautora junto a su madre, la investigadora Natalia Bolívar, de varios estudios sobre la religión afrocubana. “Ambos están alertando sobre cuestiones parecidas”, dice.

En su opinión, los que más han acertado siempre han sido los del grupo de Diez Octubre. “Como familia, nosotras nos guiamos más por ellos”, dice. En este caso, explica, “el que se sienta a hablar es el babalawo que acaba de salir del cuarto de Ifá, que no tiene malicia, no sabe nada, está crudo. Lo que ve es lo que dice”. En tanto, en el de la Asociación Yoruba lo hace “el mayor de la rama, que tiene sus mañas. Puede tapar la adivinación”.

De cualquier modo, del Río sostiene que, según ambas predicciones, este año vendrá por el buen camino, “viene por Iré”, a diferencia de 2005, que “llegó por el mal camino, por osorbo”, explica.

“El 2007 será un año de precaución, de alerta, será el año de la justicia. Habrá que tener mucho cuidado, en el momento de hablar, qué vamos a decir. No hablar por hablar. Si estamos vigilantes, podremos actuar y prevenir los males a tiempo”, concluye.

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