El activismo por la No Violencia contra las mujeres y las niñas debe ser permanente, bien articulado y necesita apoyos desde muchos espacios, organizaciones e instituciones comunitarias, coincidieron trovadoras y raperas, cineastas, realizadores audiovisuales, escritores y directoras de cine durante un intercambio en La Habana.
Movido por el deseo común de seguir tejiendo redes por la No violencia, este grupo de activistas y artistas intercambió sobre sus experiencias en la sede de la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU), como parte de las acciones de la Campaña ÚNETE, en los 16 Días de Activismo contra la violencia de género de 2018.
La cantautora cubana Rochy Ameneiro habló de sus más recientes esfuerzos por llevar la cultura de paz a niñas y niños, mediante el proyecto “Cancioncita para ti”, en alianza con los títeres y muñecos del Teatro de las Estaciones.
La nueva propuesta de Ameneiro da continuidad a un trabajo sistemático iniciado en 2012 con su proyecto Tod@s Contracorriente, que llama la atención sobre la violencia simbólica contra las mujeres y las niñas y también aquella que se ejerce desde los productos culturales.
Para la cantante, rescatar estas formas tradicionales de entretenimiento infantil desde una propuesta inclusiva, liberadora, es también una manera de construir comportamientos no violentos desde las primeras edades.
En tanto, la rapera, cantante y compositora Magia López, del grupo Obsesión, se empeña en reivindicar la identidad negra desde el arte, el sentimiento de pertenencia y la visibilización de la discriminación racial en el debate social.
“Estamos trabajando también con niñas y niños y rescatando la idea de regalarles muñecas negras, para que desde la infancia aprendan a valorar la belleza y autenticidad de sus raíces. Es un importante aporte a su autoestima” explicó López durante la sesión de trabajo.
La trovadora Iraida Williams, de la provincia de Las Tunas, a más de 600 kilómetros de La Habana, contó de su propuesta “Palabras de Mujer”, un proyecto artístico contra los abusos y la violencia, y por visibilizar el papel de las mujeres en manifestaciones diversas de las artes.
Williams valoró la necesidad de ganar más apoyo institucional para este trabajo, sobre todo en la zona oriental del país, donde los imaginarios machistas están aún muy entronizados en los comportamientos cotidianos.
El historiador y especialista en temas de masculinidades Julio César González Pagés destacó que personas sensibilizadas hayan decidido trabajar con niñas y niños desde puntos de partida diferentes, pero con objetivos que tienen mucho en común.
Para González Pagés, también oficial de Programas de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), tal confluencia demuestra la urgencia de establecer alianzas, articulaciones. A su juicio, lo más importante es que se cumpla el precepto de que muchas personas y proyectos trabajen juntas para llegar a más personas.
En el universo del audiovisual
Con la participación de la directora de televisión y profesora de la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisuales (FAMCA), Magda González Grau, el Taller de la Red de Artistas ÚNETE también abordó el papel del cine y el audiovisual para promover una cultura de paz.
Como invitados de lujo, un equipo de la Televisión Serrana narró cómo la prevención de la violencia se ha integrado a su proyecto, que pasa por la construcción colectiva de materiales audiovisuales que reflexionan sobre la vida, problemas y desafíos de una comunidad escondida en las serranías cubanas.
Fundada el 15 de enero de 1993 en la también oriental provincia de Granma, a cerca de 700 kilómetros de la capital, la televisora y productora de documentales moldeó una manera de hacer muy relacionada con la vida en la Sierra Maestra, y los conflictos de sus habitantes.
“Ese es hoy el sello de Televisión Serrana y agradecemos muchísimo la posibilidad de trabajar con la Campaña ÚNETE, porque con los talleres que realizamos de conjunto pudimos aprender como visibilizar y prevenir el tema de la violencia de género que es tan complejo en el oriente cubano, y aún más en las montañas”, contó Kenia Rodríguez, realizadora y editora.
Por su parte, la cineasta Marilyn Solaya (Vestido de novia /2014), quien acumula una obra dedicada a defender los derechos de las mujeres, se refirió a su más reciente proyecto, el documental titulado 100 años de divorcio, que dará vida a las sufragistas y feministas que exigieron derechos civiles en Cuba durante las primeras tres décadas del siglo XX.
De acuerdo con Solaya, su cine parte del compromiso y es una manera de llevar debates necesarios a la familia y a la sociedad cubana.
El material trata de conectar el pasado con el presente, porque aunque el filme aborde un tema histórico, viene a reflejar esa lucha constante de cada mujer por disputarse un lugar en todos los espacios, que dura hasta hoy, sostuvo.
Durante el taller, convocado por la ACNU con el acompañamiento del Sistema de Naciones Unidas en Cuba y COSUDE, se reconoció con el premio ÚNETE al compromiso con la Igualdad y la No violencia de Género al Proyecto Sociocultural TV Serrana y a la realizadora Magda González Grau, por su contribución “a identificar, evitar y enfrentar la violencia simbólica contra las mujeres, desde los medios de comunicación y otros espacios de socialización”.