Arte para borrar las fronteras de la homofobia

Por Helen Hernández Hormilla / hormilla@gmail.com

La comunidad artística cubana continúa siendo protagonista de las luchas a favor de la libre orientación sexual e identidad de género y desde bien entrada la mañana del 10 de mayo, la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) abrió su programa por la V Jornada Cubana contra la Homofobia que incluyó debates, presentaciones de libros y revistas, proyecciones audiovisuales y una exposición fotográfica.
Miguel Barnet, presidente de la UNEAC, señaló que la sede de los intelectuales cubanos es uno de los espacios ideales para que se debatan estos temas, porque los escritores y artistas están obligados a contribuir con la campaña de sensibilización, iniciada por el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), organizador de las Jornadas.
El escritor Norge Espinosa, principal impulsor de estas acciones entre la intelectualidad cubana, señaló que mucho antes de comenzar a multiplicarse el debate sobre la homofobia en otras zonas de la sociedad cubana, ya estaba planteado en las artes.

«Ha sido muy útil que artistas de todos los géneros hayan puesto en la palestra una serie de cuestiones sobre la diversidad sexual, pero es necesario socializarlas más allá de ese espacio aparentemente protegido que puede ser el arte», indicó el teatrólogo.
Para Espinosa, hay que romper las fronteras para que la gente pueda entender que los grados de respeto a los seres humanos, cualquiera que sea su sexualidad, tienen que estar funcionando en todos los momentos de la vida, de ahí que deba ser este un asunto de trabajo constante y no solo vinculado a una determinada fecha.
«La oxigenación de lo que está ocurriendo con la Jornada y la necesidad de buscar diálogos y vías de comunicación que integren estos debates, no como paréntesis en la sociedad, sino como una realidad que se sume a las otras, es lo más impactante por lograr. El arte puede ayudar a ello, pero no puede ser la única respuesta», indicó.
Por su parte, Barnet, escritor y diputado, expresó su esperanza de que pronto los logros de estas acciones, que ya son palpables en la población y en los medios de comunicación masiva, se sientan también en el parlamento.
Al respecto, la directora del Cenesex, Mariela Castro, señaló que este año se ha encontrado una presencia más significativa de la prensa cubana en la cobertura de la Jornada contra la Homofobia, esencial en el objetivo de que la población se eduque en el respeto a estos temas.
Sin embargo, existe cierta tibieza en llegar a la toma de decisiones a nivel legislativo, afirmó la sexóloga, si bien reconoció como un avance el hecho de que la reciente Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba, celebrada en enero pasado, explicitara en su programa de políticas la no discriminación por cuestiones de género, raza u orientación sexual.
«Hay que trabajar más rápidamente, porque los derechos no pueden esperar», sentenció Castro Espín y comparó Cuba con los pasos que algunas naciones latinoamericanas van aportando en este sentido.
«Cuando veo países como Argentina, tan avanzados en estas temáticas, me da dolor que la Cuba en Revolución no sea capaz de ser tan revolucionaria como lo deseamos», aseguró.
Entre las expectativas señaladas por la directiva se encuentra la presentación este año, ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, del anteproyecto de Código de Familia, con el cual se sustituiría el de 1975, hasta ahora vigente.
Varias son las modificaciones anunciadas desde hace algunos años por las instituciones a cargo de elaborar el proyecto, entre ellas la posibilidad de realizar uniones legales entre personas del mismo sexo -sin que se considere matrimonio- y el reconocimiento de los derechos de personas transexuales a cambiar su identidad legal.
No obstante, Castro advirtió que «la propuesta no es todo lo que hubiéramos querido», pues ha encontrado cierta resistencia.
Incrementar la incidencia en el debate público sigue siendo esencial para cambiar mentalidades, pues es cierto que no basta con legislaciones, reconoció la estudiosa, «pero creo que todo debe estar relacionado y debemos avanzar en el debate como espacio de aprendizaje, pero también en la legislación», remarcó.

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