La obra de artistas y escritoras de habla hispana de todos los tiempos fue tema de análisis para más de 160 profesionales de la academia provenientes de una decena de países, durante el XXIV Congreso de la Asociación Internacional de Literatura y Cultura Femenina Hispánica (AILCFH), celebrado del 10 al 14 de noviembre en el Hotel Nacional de esta capital.
El mayor evento del grupo profesional con sede en Estados Unidos se fijó esta vez en la isla caribeña, como parte del homenaje por el bicentenario de la escritora cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda, a quien se dedicaron paneles que abarcaron desde su labor literaria hasta los testimonios de participación en la vida pública de la época como defensora de los derechos femeninos.
Bajo el título «Legados de creación femenina», la reunión organizada por el Instituto de Literatura y Lingüística, con la colaboración del Centre Dona i Literatura de la Universidad de Barcelona, se integró al Programa de Participación de la UNESCO dedicado a la importante intelectual, considerada entre las más prominentes creadoras decimonónicas de América Latina y España.
Una muestra de la influencia de Avellaneda en su contexto es el Álbum de autógrafos recientemente adquirido en una subasta por el Ministerio de Cultura de Cuba, a sugerencia de la crítica literaria Zaida Capote Cruz, quien durante el Congreso realizó la entrega formal del texto a la Biblioteca Nacional.
La feminista confesó a SEMlac haberse sorprendido con los hallazgos del volumen, distinto al típico álbum donde las mujeres de la época recogían autógrafos de sus amistades, porque en este caso se testimonia un ejercicio intelectual activo.
«Lo preparó la propia Avellaneda insertando cartas recibidas de personalidades de su época: nobles, políticos, intelectuales y artistas célebres; pero lo más importante es que ella anotó esas cartas con valoraciones», explicó la también coordinadora del cónclave académico, junto a la profesora estadounidense Barbara Riess.
En el álbum de Avellaneda aparecen opiniones políticas y críticas sobre la situación de España, escritas presumiblemente durante su estancia en Cuba entre 1859 y 1863, según reveló Capote.
«Podríamos imaginar que Avellaneda estaba en Cuba cuando comenzó a reunir esas cartas para probarse a sí misma quién era, ahora que estaba de vuelta en su terruño», sentenció la investigadora del ILL.
Para Capote, la autora de Sab y Dos mujeres es la gran madre simbólica de todas las que quieren enfrentar la creación en el ámbito hispano.
«Es un ejemplo no solo como intelectual, sino como mujer, por la cantidad de tabúes y contratiempos que tuvo que vencer, imponiéndose una disciplina ejemplar para cualquier artista», reconoció.
A su juicio, Tula se ocupó por difundir la obra de otras mujeres y rescatar la memoria femenina, como corresponde al ideal feminista del que ella misma fuera precursora.
El Congreso abarcó un amplio panorama temático que fue desde estudios específicos sobre obras y autoras hispanas hasta aproximaciones teóricas a la lingüística, los estudios culturales y la crítica literaria desde la perspectiva de género.
Además, el programa artístico incluyó la presentación de «El millonario y la maleta», obra de Avellaneda, por la compañía cubana Teatro del Viento; el concierto «Mujeres en la música cubana» preparado por el maestro Emilio Cueto; una muestra de cortos cinematográficos realizados por cubanas; presentaciones de libros y lecturas dramatizadas.
María Elena Soliño, tesorera de la AILCFH, acentuó a SEMlac la necesidad de estos encuentros para extender la crítica literaria y de arte con perspectiva de género, porque la labor creativa femenina no debe ser excluida.
La profesora de la Universidad de Houston, en Estados Unidos, consideró que este tipo de análisis va ganando espacios en la academia norteamericana y latina, y cada vez más hombres estudian las obras de mujeres artistas.
«El mundo académico ha cambiado, porque hoy sería impensable que se dictara una clase de literatura sin mencionar a las mujeres, como sucedía antes, y cada vez más hay mujeres publicando y haciendo cine», consideró.
Soliño resaltó la oportunidad del Congreso para compartir experiencias profesionales que ayuden a sortear el aislamiento a que muchas veces se tienen que enfrentar las mujeres profesionales.
Para esto convocaron a un taller con consejos prácticos para lograr el avance profesional con apoyo de mentoras y el aprovechamiento de la tecnología.
Las mayores representaciones del Congreso provinieron de Estados Unidos y de Cuba, aunque también llegaron participantes de Corea del Sur, Irán, México, España, Chile, Argentina, entre otras naciones.
La AILCFH cuenta con aproximadamente 400 miembros en activo, que se comunican dos veces por mes a través de un boletín electrónico. Además, edita Letras femeninas, la principal revista de crítica literaria dedicada a la creación de las mujeres.
Su Congreso anual se ha desarrollado en varias ciudades de Estados Unidos y en países como Ecuador, Honduras, México, España y República Dominicana.